Rubicela Morelos y Alonso Urrutia / Corresponsal y enviado
Viernes 6 de mayo de 2011, p. 2
Cuernavaca, Mor., 5 de mayo. Al dar inicio la Caminata-Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, el poeta Javier Sicilia reivindicó el movimiento como una expresión social contra la violencia desatada por una absurda guerra que la sociedad no pidió y que ya ha cobrado 40 mil vidas. Subrayó que con esta manifestación se muestra que la sociedad ha comenzado a dejar el miedo y exige a las autoridades omisas y a los criminales poner alto a la violencia.
Afirmó que el movimiento no tiene como propósito derribar al gobierno o a las autoridades de los tres niveles, sino convocarlas a rehacer el tejido social, porque los integrantes del crimen organizado ya han infiltrado las estructuras gubernamentales y actualmente hay un estado cooptado que necesariamente se tiene que reformar desde adentro.
Durante la primera conferencia de prensa ofrecida al comenzar la movilización, Sicilia sostuvo que el gobierno debe entender que la seguridad nacional
no sólo es la violencia, no sólo es el Ejército en las calles; la seguridad nacional es educación y cultura, tantas cosas que no han hecho las autoridades. Insistió en que una paz con miedo y terror, no puede llamarse paz.
Acerca del mensaje que emitió la noche del miércoles en cadena nacional el jefe del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, Sicilia dijo: “El Presidente parece que no entendió, parece que no ha oído, parece que está mal informado. No estamos contra nadie, no estamos contra el gobierno –es una mala lectura–, sino por un pacto ciudadano para iniciar la reconstrucción del tejido social, que se ha roto por la violencia”.
Señaló que miles de personas, si no es que millones, no pueden comprender una guerra mal planeada, mal dirigida, mal llevada.
No podemos comprender que nomás entiendan que los criminales están allá afuera, y si están allá afuera es porque el Estado está, en muchos sentidos, podrido, y tenemos que trabajar en doble sentido, en la seguridad hacia allá; pero no nomás con una imaginación de violencia, sino con una imaginación de reconstrucción de paz que significa rehacer las instituciones públicas, que los partidos políticos limpien sus propias instituciones, porque también ahí tienen gente coludida con el crimen organizado.
Además de exigir a Calderón y al gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, el esclarecimiento del caso y que se lleve a la cárcel a los verdaderos responsables del multihomicidio en que perdió la vida su hijo Juan Francisco, dijo que las autoridades también están obligadas a hacer justicia a los miles de mexicanos que han muerto en esta ola de violencia e inseguridad que lleva el país desde hace cuatro años y medio.
Al iniciar la caminata de Cuernavaca hacia la ciudad de México, los manifestantes exigieron al gobierno federal que ponga fin a su guerra contra el crimen organizado, que la sociedad no pidióFoto Francisco Olvera
Indicó que las instituciones están destruidas y por eso surgió la intención de reformarlas y refundar esta nación, con las autoridades actuales o sin ellas, si no quieren, y deploró la impunidad como signo casi generalizado de la violencia.
Aparte de poner nosotros los muertos, hay impunidad, no se persigue, se les exime, no se mete a la cárcel a los criminales. En Morelos hay más de 400 casos archivados; si mi caso se tomó en cuenta fue por desgracia y porque ahorita tienen la marcha encima. Entonces sí encuentran, o parece que encuentran a los culpables, pero ése es su trabajo y qué bueno que lo hagan, pero tienen pendientes todos los demás.
Entre los participantes en la movilización, acompañaron a Sicilia Sandra Duarte, madre de uno de los menores muertos en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, quien sostuvo que para hacer justicia en este caso han tenido que acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pues el gobierno federal impide que se castigue a los altos responsables del incendio.
También caminaron con él el obispo Raúl Vera, Julián Le Barón y Eduardo Gallo, quienes convocaron a la sociedad a sacudirse el miedo y salir a las calles para exigir a las autoridades que cumplan su función.
Gallo manifestó que durante cuatro años y medio se le dio un voto de confianza a Calderón, sin que esto haya permitido reducir la violencia; por el contrario, se ha incrementado. Cuestionó el nuevo llamado presidencial a respaldar su lucha, porque
uno no puede eternamente pedir apoyo sin ofrecer resultados.
Aseguró que el gobierno dijo hace dos años que había detenido a más de 90 mil presuntos involucrados en el crimen organizado, de los cuales sólo encarcelaron a 5 mil.
¿Y el resto?, ¿es que no estaban involucrados y se les detuvo?
En respuesta al mensaje de Calderón, dijo que no corresponde a los ciudadanos hacer el trabajo de las autoridades, luego que el Presidente les ha pedido que le digan cómo cambiar su estrategia.
Es a ustedes a los que les toca el trabajo que beneficie a los ciudadanos, y este trabajo no está beneficiándonos.
La marcha llegó a la comunidad Coajomulco, en Morelos, donde pernoctaron los manifestantes que este viernes reanudarán su trayecto hacia la ciudad de México.
Durante el recorrido los integrantes de la caravana fueron vigilados por agentes de la Policía Federal, uno de los cuerpos policiacos que más han sido cuestionados por su desempeño.