viernes, 6 de mayo de 2011

Cada año mueren 1,368 en accidentes de trabajo

90% de empresas sin medidas de seguridad e higiene
En el DF mueren 4 diario en su propia fuente de empleo: Benito Mirón
Por Regina Vargas
En México, el 90% de las empresas no cumple con la normatividad de seguridad e higiene en el trabajo lo que ocasiona que cada año mueran mil 368 muertes de trabajadoras y trabajadores, de los cuales 7 mil suceden cada mes en el Distrito Federal; nivel nacional, por algún accidente de trabajo fallecen 4 persona diariamente, informó la Secretaría del Trabajo del DF, en el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril.
Mientras que la STPS que dirige Javier Lozano, asegura que las acciones que han realizado en la materia han disminuido 54 por ciento en los accidentes en el trabajo. Asimismo presumió que vigila que los centros de trabajo cumplan con las normas que garantizan la seguridad e higiene.

Por su parte, la organización Familia Pasta de Conchos y el Centro recordó que en México, la minería del carbón no ha dejado de cobrar víctimas. Aunque no es posible determinar el número exacto de mineros fallecidos, de 1889 a la fecha, cuando menos han fallecido 1712 mineros siniestrados; 135 de ellos, fallecidos en la última década.

Juan Manuel Gómez Gaytán y Daniel Vaquera Contreras, acaecidos en la Mina Lulú , propiedad de Minera Siderúrgica de Coahuila, el 2 de febrero del 2011, son los últimos dos, fallecidos a consecuencia de la falta de seguridad y condiciones satisfactorias de empleo.

Por lo que esta organización promueve que se postule a los mineros de carbón, “como mártires del trabajo”, la campaña inició con la instalación en las carreteras, durante la semana santa, de 88 cruces de la región correspondientes a los mineros siniestrados, seguirán con esa acción, repartiendo calcomanías, el 1 de mayo.

En el año 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 28 de abril como Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y conmemora a las víctimas de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo, ya que cada año mueren más de 2 millones de personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.

El organismo de Naciones Unidas especializado en los derechos humanos laborales estima, moderadamente, que se producen 270 millones de accidentes en el trabajo y 160 millones de casos de enfermedades profesionales anualmente, de ahí la necesidad de prevención de los mismos.

En un comunicado, la STPS , destacó que con la Política Pública de Seguridad y Salud en el Trabajo 2007-2012, aprobada por la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y que ha venido empujando el Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (PASST), creado en 1995, empresas certificadas en el primer nivel de reconocimiento de “Empresa Segura”, tienen una tasa de 1.33 accidentes por cada cien trabajadores, lo que representa una disminución del 54.1 por ciento con respecto a la tasa media nacional, que es de 2.9 accidentes.

Por separado, el el Secretario de Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón Lince, llamó a los gobiernos federal y estatales para que inviertan más en seguridad e higiene en el trabajo.

El funcionario local expresó que tan sólo en la capital del país se registraron en 2009 alrededor de 62 mil 946 riesgos de trabajo en las cerca de 140 mil empresas existentes, de los cuales 45 mil 430 fueron accidentes adentro de la fuente laboral, 17 mil 248 accidentes en trayecto de trabajo y 268 enfermedades.

Señaló que de las 416 mil unidades productivas ubicadas en la capital del país, donde más riesgos de trabajo se suceden son en las relacionadas con la construcción, los supermercados, la industria metalmecánica, la industria textil, de muebles y de accesorios, seguido de servicios de diversa índole.


De acuerdo a la STPS , l as cifras señalan que al 31 de marzo del presente año, participan en el PASST 2 mil 671 centros de trabajo, de los cuales un mil 568 se han incorporado en la presente administración, es decir, el 58.7 por ciento y los resultados alcanzados, avalan la necesidad de continuar promoviéndolo entre las empresas.

Incluso en aquellas empresas que han obtenido el segundo nivel de reconocimiento, registran una tasa de 0.77 accidentes 73.4 por ciento por debajo de la tasa nacional y a las que se ha otorgado el tercer nivel muestran una tasa de 0.42 accidentes, 85.5 por ciento inferior a la que se registra en todo el país.

La CNDH da cuenta de la existencia de evidencias técnicas que permiten señalar la corresponsabilidad de la autoridad laboral (también están señaladas la secretaría de Economía y la PGR ) por no hacer cumplir las normas y reglamentos de seguridad, higiene y medio ambiente, como de evidencias técnicas que acreditan la responsabilidad de las empresas implicadas.

En adición a ello, el Informe sobre Pasta de Conchos, Dime desde allá abajo (febrero, 2011) , da cuenta de nuevas situaciones potencialmente trágicas, sustentadas en Actas de Inspección recabadas por los propios trabajadores y que corresponden al 2010: de 32 minas inspeccionadas, en 17 la STPS ordenó restringir el acceso de los trabajadores.



Debido a que las condiciones en que operaban ponía en riesgo su integridad y su vida (todas continuaron operando y en tres de ellas ya fallecieron igual número de trabajadores); de 14 empresas donde se solicitaron exámenes médicos de inicio y de seguimiento, 13 nos los tienen o no los hacen; de las 32, solamente en una los trabajadores están sindicalizados; de 14 empresas a las que les solicitan información sobre el pago de aguinaldos, vacaciones y primas vacaciones, 8 no la presentan; ninguna de las 32 empresas despidió en todo este año a ningún trabajador, todos renunciaron voluntariamente; de 21 empresas a las que les solicitaron mostrar sus medidores manuales de gas metano, 19 no los tienen.

De 14 empresas a las que pidieron mostraran el análisis de incombustibilidad (prueba mensual que determina qué cantidad de polvo inerte es suficiente para evitar la explosión del polvo de carbón), 12 no lo tuvieron; de 21 a las que se les pidió que mostraran su análisis de riesgo para determinar áreas propensas a desprendimientos de carbón y de gas, 18 no los tuvieron y, finalmente, de 16 empresas, solamente una tiene baños, regaderas, comedores o áreas para que los trabajadores puedan comer de forma higiénica.

De modo que a la Organización Familia Pasta de Conchos, secundada y apoyada por el CEREAL y la Pastoral Laboral Nacional, nos parece de sencilla honradez con la realidad y solidarizándonos con los mineros vivos e indefensos, levantar esta bandera y catalogar a quienes fallecieron bajo estas condiciones como mártires del trabajo. Mártir, es una persona que sufre o muere por defender su religión o sus ideales; pero también, es una persona que padece sufrimientos, injusticias o privaciones por alguien o por algo, especialmente si los padece porque no tiene opción.

Por las condiciones de trabajo en las que murieron los carboneros en los últimos 5 años, adoptamos la segunda acepción, ya que nos parece un martirio arrebatar la vida de alguien, exponiéndolo y no asegurándolo, ni garantizándole que saldrá vivo de su centro de trabajo.

Si bien el término tiene connotación religiosa, es necesario que las víctimas deban ?o al menos puedan- ser consideradas como mártires del trabajo, sin que la postulación se promueva ante jerarquía alguna religiosa sino ante la misma conciencia moral y opinión pública de la región carbonífera de Coahuila y del país, ya que la causa mayor de esta iniciativa es la justicia, que no es prerrogativa de ninguna institución, y tiene como objetivo primordial, cesar el dolor de las víctimas y combatir la impunidad y el olvido ante los siniestros.

Aunque se trate de un martirio colectivo anónimo, en la acepción que seguimos, no debemos ni queremos olvidar a las víctimas, ni banalizar la entrega de su vida. Al contrario, queremos recordarlas aunque haya quienes pretendan ignorarlas o no quisieran que preguntáramos, indagáramos o investigáramos porque su memoria y las circunstancias bajo las cuales murieron incomodan o resultan críticas.