Denuncian inconformes cerrazón a quejas ciudadanas en oficinas de Guadalupe y Zacatecas
Araceli Rodarte SolOrzano
A propósito de las elevadas tarifas de energía eléctrica que han aplicado a tiendas de abarrotes en la capital del estado, hecho que, según Rogelio Lara, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Zacatecas (Canacozac), les ha costado el cierre, algunos ciudadanos se quejaron también de incrementos injustificados. En la última facturación, de acuerdo con quejas de vecinos de la colonia Tres Cruces, el monto a pagar se elevó hasta 100 por ciento en varios casos. Señalaron que las reclamaciones son infructuosas, el personal que las atiende en Guadalupe y Zacatecas es déspota y está a la defensiva, pues más que servidores públicos pareciera que defienden sus propios intereses. Incluso no está de descartarse que hagan negocio con cobranzas fraudulentas.
¿Quién supervisa o audita a la CFE?, ¿quién responde por estos atropellos?, fue el cuestionamiento de inconformes como Amelia Carlos, Josefina García viuda de López y Esther María Serrano, quienes indicaron su incapacidad para cubrir, respectivamente, montos que van de los 800 a los mil 400 pesos.
Asimismo, María del Carmen Medina Garay, contadora, quien habita en el centro de la capital, expresó que de 120 pesos, que es el monto que comúnmente paga de manera bimestral, ha tenido que pagar 50 más, alza que consideró injusta, puesto que suelen gastar la misma energía.
Apuntó que se ha quejado en la CFE, donde se le dijo que el incremento se debió a las luces por la época decembrina; sin embargo, “ese recibo corresponde al periodo anterior”.
José Manuel González Murillo, docente, también manifestó su descontento en este ámbito. “Cada enero aumenta la tarifa por la Navidad”, no obstante, en su caso, la cifra incrementó a casi el doble respecto a lo que suele pagar; de 65 pesos pasó a 135 pesos, “y sólo gasto en el refrigerador y la computadora”.
Tal fue el caso de Ramiro Alfaro del Río, campesino de Pánuco, quien enfatizó que estos ascensos llegan cuando menos los espera. “Cuando me he quejado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha dicho que es lo que marca el medidor”, expresó, aunque admitió que la población es culpable, en cierta forma, por no solicitar apoyo en torno a cómo saber leer dicho objeto.
Sin embargo, eso no es justificación ante la existencia de alzas en los recibos, ya que señaló que en su hogar hay pocos aparatos electrónicos.
Refirió que el aumento es también incongruente en el sentido de que en ocasiones la tarifa oscila entre 110 y 180 pesos, mientras que otras veces es de hasta 800. Mencionó que el último recibo fue de 180.
De igual modo, Jesús Núñez Aranda, comerciante radicado en el municipio de Guadalupe, externó que la tarifa regular en su hogar es de 260 a 270 pesos; empero, los últimos dos recibos han sido de 560.
Patricia Méndez Vélez, quien vende gorditas y tortas, mencionó que el recibo indica de repente montos elevados, incluso de 800 a mil pesos; sin embargo, esto ya se regularizó, pues desde hace un año comenzó a pagar de nuevo 250 pesos.
No obstante, no le fue devuelto el dinero que dio de más en esas ocasiones, pese a que fue injustificado, pues en su hogar sólo se utiliza la energía eléctrica por las mañanas y noches, además de que todos sus aparatos son ahorradores de energía.
Finalmente, María Patrocinio Martínez Castro manifestó que por haber prestado su casa por causas de fuerza mayor, los inquilinos colocaron un diablito para no pagar costos elevados y ahora es multada por la CFE con 17 mil pesos.