Patricia Muñoz Ríos, Con información de Mirna Servín
Periódico La Jornada
Martes 1º de febrero de 2011, p. 15
Cambio de rumbo económico, político y social del país, exigieron al gobierno de Felipe Calderón cientos de gremios obreros y campesinos en la megamarcha que realizaron al Zócalo capitalino, donde el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, llamó a iniciar una insurgencia civil y pacífica en todo el país para enfrentar a una administración que sólo miente a la nación; mientras el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Gerardo Sánchez, señaló que es preciso derrocar a este gobierno.
La marcha –también convocada contra la escalada inflacionaria por las organizaciones que integran el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas– tuvo amplia respuesta. Llenó la plancha capitalina, colapsó avenidas como Reforma, se acompañó de movilizaciones campesinas todo el día, aglutinó a unos 40 mil obreros y trabajadores del campo –de acuerdo con los organizadores– y logró un consenso entre las organizaciones para construir ungran acuerdo por la transformación del régimen.
A las cinco de la tarde en punto partieron del Ángel de la Independencia trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del SME, así como integrantes de los sindicatos minero, de Nacional Financiera, de Bancomext, de Banobras, de pilotos, de sobrecargos, de tranviarios, del Colegio de Posgraduados y de Chapingo, entre muchos otros gremios.
Moderar la opulencia
Mientras, desde el Monumento a la Revolución y la avenida Hidalgo se adelantaron al Zócalo campesinos de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, la CNC y la Coalición Nacional de Organizaciones Rurales Populares, así como integrantes del Frente Popular Francisco Villa y decenas de organizaciones más.
Con expresiones como repudio al mal gobierno, freno a la carestía generalizada, reducción de tarifas eléctricas, “alto a los gasolinazos”,rechazo a la reforma laboral y coros contra el gobierno de Felipe Calderón, marcharon por las calles Juárez y Cinco de Mayo.
Las mayores mantas las llevó esta vez la Confederación Regional Obrera Mexicana –organización corporativa que se unió a la marcha–, en las cuales pidióuna ley fiscal que modere la opulencia de algunos sectores. También se unió un contingente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos. Ambas participaron por primera vez en una movilización como la de ayer.
Ya en el Zócalo, Martín Esparza dijo que los sectores obrero y campesino están frente a un gobierno que no oye y al que no le interesan los mexicanos.
Esta administración ha agredido a todos los sectores, quiere entregar el petróleo, el gas y la electricidad a las empresas extranjeras y, sobre todo, le miente al país, aseveró.