martes, 1 de marzo de 2016

Vivimos la última era del petróleo

Entrevista a Mikhail Molchanov | Profesor de Saint Thomas University de Canadá | Exclusiva a Siempre! 
Uno de los grandes logros aclamados en este sexenio es la reforma energética, la cual llega en medio de un clima internacional hostil en este rubro. Desde septiembre de 2014, los precios del barril de crudo se han desplomado de 110 dólares por barril hasta llegar a los 25 dólares esta semana, por lo que las economías petroleras sobreviven las carencias presupuestales asociadas a este recorte internacional.
El gobierno mexicano le apostó alto a las ganancias que las grandes petroleras en México derramarían con la reforma. Pero la ronda uno del 29 de noviembre de 2014 no tuvo la asistencia esperada y apenas se anunció el 16 de este mes, que la ronda 1.4 en aguas profundas sedujo a algunos gigantes como Chevron, Statoil y Shell.
Al mismo tiempo que el nuevo director de Pemex, José Antonio Gónzalez, reconocía ante la agencia británica de noticias Reuters que la empresa tiene una deuda impagable y que está en crisis, ese mismo día, lunes 22 de febrero pero en Houston, Texas, el presidente Enrique Peña Nieto amarraba contratos con gasolineros en la conferencia internacional de magnates petroleros CERAWeek. El mandatario también adelantó que la libre importación de gasolinas a México —sin Pemex de intermediario— será a partir de abril y no para enero de 2017 como estaba originalmente previsto.
Lo anterior denota que el gobierno necesita urgentemente liquidez y que todavía hay grandes esperanzas en el petróleo mexicano como máquina del desarrollo nacional, pero con los precios del petróleo a la baja, hay mucha incertidumbre en los pasos a seguir.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estimó en su reporte anual que los precios del crudo no se estabilizarían sino hasta dentro de cinco décadas cuando regresarían los 100 dólares por barril, lo que pronostica un panorama gris para el mercado petrolero internacional.
No hay una explicación clara de la caída de los precios del crudo; por el contrario, hay versiones contrapuestas que justifican guerras, negociaciones y decisiones políticas que siembran más dudas sobre el futuro del petróleo.
En este clima de acuerdos políticos, el pasado 11 de febrero representantes de Rusia, Arabia Saudí, Venezuela, Qatar y Kuwait aceptaron congelar su producción para intentar controlar la caída de los precios. Es de llamar la atención que este plan no contó con el apoyo estadunidense ni del resto de los países que conforman la OPEP.
Sin embargo, sí cuenta con tres países muy afectados por la crisis petrolera cuyas reservas probadas de petróleo abastecerían el mercado mundial, según dicen, hasta por dos siglos más. Estas economías son Venezuela, Arabia Saudí y Rusia, en ese orden.
Sobre el contexto actual de los precios del petróleo, los daños hacia México, los verdaderos intereses detrás de las economías petroleras y las expectativas futuras, habló en exclusiva para Siempre!, el politólogo Mikhail Molchanov, profesor de Saint Thomas University, de New Brunswick, en Canadá.
El doctor Molchanov tiene ha estudiado de cerca la geopolítica del petróleo especialmente sobre el papel de Rusia en el escenario internacional. Su más reciente libro fue publicado el año pasado y se intitula Eurasian Regionalisms and Russian Foreign Policy; lamentablemente los libros del doctor no están traducidos al español.

No estamos en guerra
¿Estamos viviendo una guerra mundial por el petróleo?
No utilizaría la palabra “guerra” como tal porque todavía no llegamos a esa etapa, aunque hay algunos investigadores sí usan esa palabra para describir una pugna por el petróleo así como por otros recursos.
Definitivamente vivimos una época de competencia feroz que tiene implicaciones políticas y económicas que giran en torno a los recursos estratégicos con un deseo de agraviar a los productores. Tal es el caso de Arabia Saudí e Irán o los Estados Unidos y Rusia.
Me parece que la actual caída de los precios del petróleo no puede ser explicada únicamente en términos de la economía; también hay motivaciones políticas. Y este es precisamente el terreno de la geopolítica que básicamente estudia el deseo de varias potencias de apropiarse de los recursos naturales y de usarlos dentro y fuera de sus fronteras.

¿Cuándo se agotará el paradigma del petróleo como motor de las economías?
Estamos viviendo la última era del petróleo y ciertamente es la etapa más interesante. Lo que no sabemos es cuánto tiempo durará esta fase. No me refiero a 5, 10 o 15 años sino que continuaremos en la economía de los hidrocarburos por lo menos hasta el final de este siglo, unos 50 ó 60 años más todavía.
Las opiniones de especialistas en geología al respecto son muy variadas, ya que se debaten sobre si el planeta ha alcanzado la llamada cúspide de la producción petrolera o si ya vivimos en el declive.
Muchos argumentan que vivimos una trayectoria descendente del desarrollo petrolero porque más de la mitad del gas natural y del crudo en el mundo ya han sido extraídos, por lo que ya no veremos una producción tan abundante como sucedió en las décadas pasadas.
Otros estudiosos aluden que aún no alcanzamos esa cúspide de producción petrolera, toda vez que faltan 10, 15 e incluso hasta 20 años más para lograr la meta.
Así que es difícil decir qué tan lejos o cerca estamos de esa cumbre petrolera. Sin embargo, hay que reconocer que los avances en motores híbridos, energía eólica y otras fuentes alternativas de energía, nos alejan de la economía del petróleo.
En particular, considero que nos resta vivir otro medio siglo dentro de la economía de los hidrocarburos para satisfacer varias necesidades de energía de la humanidad además de la industria automotriz.
¿Cuáles son las causas detrás de la actual crisis del petróleo?
En este tema también hay varias opiniones. Los saudís claramente insisten en que vivimos en una economía pura de mercado estilo Adam Smith por lo que la sobreproducción de petróleo y gas de esquisto de Estados Unidos es lo que abarata el precio de otros petróleos.
En contraste, otras opiniones aluden a razones políticas detrás de la crisis y explican las razones de los saudís para seguir suministrando crudo a pesar de la caída de los precios del barril.
Estas motivaciones políticas tienen que ver con el hecho de que Arabia Saudí e Irán sean afamados enemigos políticos.
Otra teoría dice que Arabia Saudí desea perjudicar a Irán manteniendo los precios bajos y aquí también van incluidos los intereses norteamericanos con respecto a Rusia. Además de todas las sanciones impuestas por Occidente a Rusia por la anexión de Crimea y la situación en Ucrania, en realidad lo que ha demeritado mucho el nivel de vida de los rusos es el recorte a los precios del petróleo, no tanto las sanciones.
Personalmente, me quedo con esta última versión de los intereses políticos.
Estados Unidos estaría muy interesado en perjudicar la economía rusa y la mejor manera de lograrlo es a través del crudo; este es su punto débil. En este sentido, para Estados Unidos es igualmente importante en Latinoamérica perjudicar a Venezuela, hay fuertes intereses políticos.
La teoría de los intereses políticos explican también el hecho de que los saudís sigan produciendo barriles de petróleo en contra de sus propios intereses. No hay otra forma de explicarse esta decisión aparentemente irracional. Es realmente difícil de creer el argumento saudí, aunque lo repitan constantemente, de que por el bien de todos sacrificarán su cuota de mercado. ¡Ellos de todas formas obtienen ganancias!
Así que debe haber otros intereses detrás de las decisiones saudís y estadunidenses.

Rusia, prospectiva comercial
¿Cuál es el papel de Rusia en el mercado mundial del crudo?
Rusia es un importante productor mundial de crudo y gas natural. Actualmente es el tercero después de Arabia Saudí y Estados Unidos; sus reservas probadas son muy significativas.
Lo que es también significativo es el constante intento de Rusia por asegurar el acceso a las reservas de crudo y gas en Asia central y al sur del Mar Caspio. Y estos intentos no tienen que ver con presiones de corte imperialista sino se realizan a través de un mecanismo regional de integración llamado Unión Económica Euroasiática que conformó con Bielorrusia, Armenia, Kazajistán y Kirguistán.
La parte más interesante de este mecanismo es la alianza entre Kazajistán y Rusia porque ambos tienen intereses en explorar los recursos energéticos transcaspianos. Es sabido que Rusia tiene proyectos en varios campos en este sentido. Además, el petróleo ruso es suministrado a través de los oleoductos de Kazajistán.
Otro aspecto primordial es que Rusia es un país del círculo polar ártico y tiene pleno acceso a los recursos de esta región. Aunque muchos dicen que los recursos de Siberia están agotados, en realidad, ya se sabe que hay grandes yacimientos de petróleo y gas en las costas rusas que rodean al polo norte.
Todos estos aspectos en conjunto hacen de Rusia un gran productor de petróleo a nivel mundial con una favorable prospectiva comercial.
¿Cómo interpretamos el acuerdo entre Rusia y Arabia Saudí para controlar la producción de crudo?
Este acuerdo, si lo hay o no, indica que ya se volvió muy caro para los saudís mantener su política de sobreproducción. Esperemos que efectivamente veamos algunos cambios en la restricción de la producción del crudo pero hasta donde se puede ver, tendremos que esperar otros seis meses —incluso hasta finales del 2016— antes de ver un repunte en el precio del barril. Así que todavía no saldremos de esta mala racha desafortunadamente.
¿Cuáles podrían ser las expectativas de los países petroleros como México?
Ya analizamos la situación mundial de los precios del petróleo así como los intereses políticos —delatados por la geopolítica— detrás de las decisiones irracionales como las de Arabia Saudí o Estados Unidos. Reitero, no podemos explicarnos esta problemática simplemente en términos económicos.
Y dentro de todo este proceso político internacional, las economías que dependen del crudo definitivamente sufrirán las consecuencias. No es la intención de que así sea pero como dicen los norteamericanos, es un daño colateral.

Fuente: Siempre!