Entrevista a Jorge Ramírez | Coordinador de Proyectos en el CIDAC | Exclusiva Siempre!
En plena discusión sobre la reforma
energética, Javier Jiménez Espriú, exdirector de Comercialización de
Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmaba que uno de los grandes mitos para
abrir el sector energético a la iniciativa privada era que Pemex era
“corrupto e ineficiente”. Dos años después, ya con la reforma
constitucional, la empresa sigue en crisis. Se modificó la Constitución
pero no se tradujo en productividad, transparencia y rendición de
cuentas.
La comparación de datos es elocuente: en
el primer trimestre de 2014 Pemex obtuvo utilidades operativas por
181.2 mil millones de pesos, por los que pagó 210.1 mil millones de
pesos en impuestos y derechos. Es decir, 1.16 veces el resultado de
operación. Con el nuevo régimen fiscal, por los 48.4 mil millones de
pesos que obtuvo de utilidades operativas en el primer trimestre de 2015
pagó 102.8 mil millones de pesos en impuestos y derechos, o lo que es
lo mismo el 2.12 veces su resultado operativo.
Hay que recordar que las finanzas
públicas del país dependen en 20% de los ingresos provenientes de Pemex
y, aunque esta dependencia con el nuevo régimen se ha reducido 35%, el
gobierno sigue siendo adicto a los recursos petroleros. Actualmente,
Pemex paga seis veces más impuestos al fisco que todas las empresas (120
compañías) que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.
Antecedentes
Hace un par de semanas, la Secretaría de
Hacienda y el Banco de México anunciaron que de los 132 mil millones de
pesos de recorte al gasto público, 100 mil millones de pesos los
absorberá a Pemex. ¿Qué implicaciones tiene este anuncio para la
economía nacional? ¿Qué capacidades tendrá Pemex para competir en el
abierto mercado petrolero?
El titular de Hacienda, Luis Videgaray,
aseguró que el ajuste a las finanzas de Pemex busca capitalizar a la
empresa para que reduzca su deuda y proveer liquidez. Si la inversión
pública en Pemex es menor a los niveles registrados en la década de los
años treinta y la inversión privada se encuentra estancada, ¿cómo
potencializar a la empresa? ¿Cómo afectará el anuncio del gobierno
federal de adelantar 10 meses la importación de gasolina para iniciarla
en abril de este año? ¿El libre mercado generará una mejora en los
precios?
Otra problemática, no menor, son los
beneficios económicos de los trabajadores petroleros, como lo advierte
la Auditoría Superior de la Federación en su informe sobre la cuenta
pública de 2014.
“Pemex registra —dijo Videgaray— un
problema estructural en su esquema de pensiones y jubilaciones que ha
provocado un pasivo laboral de 1 billón 474 mil millones de pesos,
equivalente a 8.3 puntos del PIB. Existe el riesgo de que en las
negociaciones contractuales que Pemex efectúe en el futuro se incorporen
más beneficios que generen un aumento aún mayor del monto de las
obligaciones pensionarias y aceleren el crecimiento del déficit
actuarial”.
Datos de Pemex indican que la plantilla
de jubilados y pensionados asciende a 100 mil personas, mientras que la
de trabajadores es de 145 mil. Asimismo, en el Presupuesto de Egresos de
la Federación, Pemex estimó un gasto total de 478 mil 282 millones de
pesos para 2016, de los cuales el 38.8 por ciento es gasto corriente,
pensiones y jubilaciones, y 61.2 por ciento, inversión.
Déficit elevado
Para Jorge Ramírez, coordinador de
Proyectos en el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) y
experto en materia energética, le hizo mucho daño a Pemex ser “la caja
chica” del gobierno por décadas, por lo que urge controlar la inversión y
resolver el gran pasivo laboral.
“Lo que urge —dice— es controlar la
inversión, lo cual ya se está anunciando por parte del gobierno federal,
porque la coyuntura de los precios internacionales del petróleo no te
permite tener el mismo gasto que antes. En el corto plazo es una medida
congruente, pero en el largo plazo está el tema del pasivo laboral que
se debe solventar, que implica décadas de deuda para todos los
mexicanos. El gran reto es modificar este esquema laboral de Pemex, pero
se ve difícil porque el tema político y el sindicato siempre es un
factor adverso”.
¿En qué estado se encuentra Pemex? ¿Está en quiebra?
Hay una serie de situaciones a destacar
de la empresa: cuenta con un esquema laboral ineficiente que estaba
destinado a provocar tensión en las finanzas públicas, debido a la edad
en la que se retiraban los trabajadores y la corta duración de su
periodo laboral. Todo eso ocasionó que tengamos un 7.5% del PIB de deuda
de Pemex, solamente por este pasivo laboral. Se han extraído las rentas
petroleras para pagar ese tipo de gastos y no se ha invertido en un
capital humano capaz de satisfacer las demandas actuales de la reforma
energética. Y esto se debe que en la oferta educativa no se lograron
generar las carreras y las capacidades adecuadas.
Por ejemplo, los estudiantes de
ingeniería petrolera representan el 11.2% de los alumnos de la Facultad
de Ingeniería y solo son el 0.67% de los 197 mil estudiantes de
licenciatura de toda la UNAM, cuando el mercado demanda porcentajes
altos.
Además se han visto problemas en la
estrategia política que han aprobado inversiones en refinerías sin
justificar. La perspectiva ha cambiado. Se han anunciado recortes lo
cual es de cierta lógica económica debido a que la coyuntura así lo
demanda.
¿No hay un antes y un
después en Pemex tras la reforma energética, porque se vendió la idea de
que sería una empresa eficiente y transparente?
Sí hubo un cambio marginal en la edad de
retiro. Anteriormente se podía retirar un trabajador a los 55 años
después de tener 25 años de servicio, y actualmente la edad se
incrementó a 60 años. Sin embargo, esto no compensa la deuda que ya se
tenía atrás. El pasivo laboral es de 7.5% del PIB, es decir, 1.3
billones de pesos; si sumas todos los pasivos que tiene Pemex llega al
15% del PIB.
Ya no tienes esa empresa que antes se
consideraba como esa “caja chica” del gobierno de la cual comúnmente se
podían extraer las rentas y con eso solventar la recaudación fiscal.
Ahora lo que tenemos es una empresa endeudada que, con los precios bajos
del petróleo, vive una realidad muy compleja a futuro.
¿Qué impactos directos a la economía tiene la caída de los precios del crudo?
Déficit elevado. De hecho hemos tenido
un déficit constante en los últimos años en las finanzas públicas. El
problema es que actualmente existe una deuda neta del gobierno del 45%
del PIB. Si nos comparamos con otros países de Latinoamérica como Brasil
(60%), estamos en un buen nivel. Muchos economistas piensan que México
tiene un problema de deuda controlada. El obstáculo es que no contamos
los ingresos tributarios para pagar esa deuda, porque nuestra situación
fiscal será muy apretada a futuro con esta coyuntura de los precios
bajos del petróleo. Tendremos un doble problema: no existen los ingresos
suficientes para solventar el gasto público y se suma un problema de
deuda que hemos generando en los últimos años. Se resolvería ya sea a
través de un gasto público más reducido o a través de una nueva carga
fiscal.
Lo que hemos recomendado en CIDAC es
hacer un gasto más eficiente, porque actualmente hay problemas de
transparencia y eficiencia.
Ante este panorama adverso, ¿cómo puede competir Pemex tras la apertura del sector energético a la iniciativa privada?
La estrategia más racional sería no
dedicar recursos hacia sectores en donde se pierden mucho dinero como en
refinación. El año pasado se anunciaron nuevas inversiones en tres
refinerías lo cual implicaría pérdidas millonarias. Sin embargo, si esos
recursos se destinan a campos donde sí es eficiente como en exploración
y en el que son más redituables sus inversiones, entonces ya no se
tendría una deuda tan elevada. También se requiere un control del pasivo
laboral a través de esquemas de mercado, que no se den privilegios. Si
se cumple este paso, se puede llevar a la empresa hacia una situación de
una deuda controlada y después puede pensar en cómo competir
adecuadamente.
¿Qué repercusiones tendrá la apertura en las importaciones de gasolinas?
No se debe observar como algo
perjudicial para la economía del país. El sector de refinación en
Estados Unidos tiene menores costos promedio que el sector nacional,
esto puede producir un efecto de reducción en los precios en el mercado
mexicano. Podríamos adquirir en el futuro gasolina más barata y
podríamos ahorrar costos que actualmente se pagan vía impuestos para la
refinación.
Pasivo laboral, el reto
A partir de abril no habrá mejores precios…
Es un proceso gradual. Para ese tema es
importante aclarar cómo se dará la liberación de los precios. Se anunció
una liberación total del precio de la gasolina para el 2019. En el
proceso vamos a tener un precio dentro de cierto rango para que, una vez
que se tenga la libre competencia en el mercado, se pueda pensar en un
esquema de libre flotación del precio.
¿Cómo reestructurar Pemex si el plan oficial es disminuir la inversión pública?
Más que una reestructuración sería
invertir en los rubros que la empresa tiene ventajas comparativas o para
las cuales la empresa tiene un mayor dividendo como en exploración.
Pemex tiene ciertos campos que se otorgaron para su explotación con
privilegios especiales que no se licitaron al sector privado. Es ahí
donde se requiere una inversión y no en áreas como refinación que no
ofrece ventajas sino pérdidas de más de 100 mil millones de pesos
anuales.
¿El gran reto del nuevo titular José Antonio González Anaya es el pasivo laboral?
Por su puesto. En el pasado periodo se
lograron ciertos avances con el sindicato petrolero en el tema de la
edad de retiro, donde se tendrá incluso un ahorro importante a futuro en
las finanzas públicas. Todavía como un reto para esta y las futuras
administraciones.
Fuente: Siempre!