Trabajadores de la construcción levantan un edificio en la Ciudad de México. Foto: Eduardo Miranda 
La Redacción - Proceso
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De los 32 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el que tiene peor calidad de ingresos entre los trabajadores.
En este rubro, México registra niveles por debajo de Turquía, Chile, Estonia y Polonia, mientras Holanda, Luxemburgo, Suiza y Noruega aparecen como los países con la mejor calidad de ingresos, de acuerdo con un informe presentado hoy por la OCDE.

Con el título “¿Cómo de bueno es su trabajo? Medir y determinar la calidad del empleo” el organismo encabezado por José Ángel Gurría realizó un análisis basado en tres criterios: el impacto de los ingresos en el bienestar del trabajador, la estabilidad laboral y la calidad del ambiente de trabajo.
En el primer rubro, como ya se dijo, México se ubicó en el último lugar de la clasificación.
Respecto de la estabilidad laboral, entendida como la “probabilidad de perder el empleo y su coste económico para los trabajadores”, México se ubica en el lugar 23 de 32 países. En ese rubro Grecia y España ocupan los últimos lugares y Noruega e Islandia los primeros.
En cuanto a calidad del ambiente de trabajo, índice que mide la presión que sufre el empleado por un exceso de peticiones o con los recursos insuficientes para desarrollar las tareas, México se sitúa en el octavo lugar de los 11 países de la OCDE que no pertenecen a la Unión Europea (UE), analizados por separado y con datos de 2005.
Esa clasificación es liderada por Nueva Zelanda y Suiza y Turquía y Corea del Sur están en último lugar.
Según el organismo “la crisis no solo ha afectado al número de empleos disponibles, sino también a su calidad”.
Además, el análisis revela “grandes diferencias” entre diferentes grupos de empleados. Por ejemplo, los jóvenes y los profesionales poco calificados son los más afectados tanto en acceso al empleo como en calidad de los ingresos e inestabilidad, a diferencia de otros grupos socioeconómicos.
Las mujeres, señala el informe, “sufren de tasas de trabajo sustancialmente inferiores que los hombres y se enfrentan a una amplia brecha salarial” respecto a ellos, aunque muestran menos “presión salarial”, según la OCDE.
“La calidad del empleo no solo es importante para los trabajadores, sino también para la productividad de la empresa”, destacó Gurría en un comunicado.
Y agregó que un buen salario, la estabilidad laboral y un ambiente digno de trabajo “pueden ir de la mano” con altas tasas de empleo.

Fuente: Proceso