
Gloria Leticia Díaz - Proceso
CIUDAD DE MÉXICO, (apro).- El Equipo Argentino de Antropología
Forense (EAAF) descartó que la noche del 26 y la madrugada del 27 de
septiembre de 2014 fueran asesinados y calcinados los 43 estudiantes de
la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
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Acompañados
de representantes de las víctimas, así como de los padres de familia de
los jóvenes desaparecidos –a quienes se les informó hace dos días de
los resultados— los expertos forenses entregaron este martes el informe
completo de más de un año de trabajo a la Procuraduría General de la
República (PGR) y solicitaron un encuentro con peritos de esa
dependencia y del GIEI para sumar esfuerzos hacia nuevas líneas de
investigación.
Las conclusiones a las que llegó el EAAF se basan en el trabajo de
recolección de muestras y análisis de las mismas de octubre de 2014 a
septiembre del año siguiente, realizado por 26 peritos de seis
nacionalidades, expertos en dinámica de fuego, antropología,
arqueología, criminalística, balística, botánica entomología,
odontología, anatomía, genética, analistas de imágenes satelitales.
Por imágenes satelitales proporcionadas por Human Rights Watch (HRW) y
el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH), el EAAF confirmó que no se registró un incendio en el basurero
de Cocula, como lo ha sostenido la PGR, y que por lo menos de 2005 al
2015, “en reiteradas ocasiones ha sido utilizado para quemar personas y
otros residuos”, explicó Miguel Nieva.
Mercedes Doretti agregó que de los miles de restos óseos hallados en
el basurero localizaron 19 huesos craneales que podrían corresponder al
mismo número de personas, pero descartó que correspondan a los
estudiantes de Ayotzinapa.
Al explicar que por las características de esos restos, llamados
petrosas, es evidente que corresponden a víctimas incineradas en
diferentes momentos, y que hasta ahora “ninguno de los restos rescatados
del basurero de Cocula ha dado resultados por la vía genética”.
Al señalar que en el sitio también encontraron dos prótesis dentales
que tampoco corresponden a los muchachos, sugirió a las autoridades “que
se haga una investigación más amplia, más allá de los 43, sobre todo si
se considera el contexto de que hay al menos 300 denuncias por
desaparición en Iguala, y que la PGR ha localizado 130 restos humanos en
las colinas de Iguala y Cocula.
En detalle, Nieva agregó que del análisis de la vegetación de la zona
del basurero y del impacto por “radiación calórica” que habría sufrido
por un incendio de la magnitud de la descrita por el exprocurador
Murillo Karam, “no hay señal de que se hubiera registrado fuego”, los
días 26 y 27 de septiembre, pues de haber ocurrido la vegetación se
“habría calcinado”.
El experto agregó que en el lugar encontraron 138 elementos
balísticos, de los cuales el 87% corresponde a calibres utilizados por
armas largas, “lo que no corresponde con las declaraciones de los
encausados que afirman haber utilizado armas cortas para ejecutar a los
estudiantes”.
Sobre la bolsa de plástico presuntamente rescatada por buzos de la
Secretaría de Marina del Río San Juan, y que contenía el resto con se
pudo identificar a Alexander Mora Venancio, Mercedes Doretti puntualizó
que mientras su equipo exploraba el basurero, fue llamada por un agente
del ministerio público que le mencionó el hallazgo.
“Cuando llegamos al Río San Juan, ya estaban sobre una manta tierra,
cenizas y restos que se nos dijo estaban en la bolsa, de entre los
restos sobresalía uno, que no tenía la misma alteración calórica que los
demás restos óseos, tanto del basurero como de esa bolsa, y del que se
pudo recuperar el ADN”, contó.
Doetti agregó que durante meses el EAAF solicitó las cadenas de
custodia originales del hallazgo, demanda que no fue atendida, además de
fue tiempo después que al revisar el expediente se enteraron que los
buzos que habrían rescatado los restos eran de la Marina y no de la
Policía Federal, como se les dijo en un principio.
Miguel Nievas narró algunos de los obstáculos que tuvieron durante el
tiempo en que trabajaron en el basurero de Cocula, entre ellos la falta
de resguardo de la zona a partir del 6 de noviembre de 2014; la
realización de una inspección sin previo aviso al EAAF por parte de
peritos de la PGR, en la que localizaron de forma extraordinaria, “42
nuevos casquillos, juntos todos debajo de una piedra, ubicada en una
zona que ya había sido revisada, incluso la piedra era utilizada para
reposar”.
Al término de la presentación, en representación de los 43 padres de
los estudiantes de Ayotzinapa, Mario González, Blanca Nava, Melitón
Ortega e Hilda Legideño, exigieron a la procuradora Arely Gómez
descartar un tercer peritaje, que sólo es “un distractor”, que integre
como parte de la investigación las conclusiones del EAAF y que realice
una investigación de los funcionarios responsables de la “versión
histórica”.
Santiago Aguirre, subdirector del Centro de Derechos Humanos Agustín
Pro Juárez, retó a los peritos de la PGR a presentar públicamente sus
conclusiones como lo han hecho los peritos del EAAF y consideró “grave”
la falta de independencia de los peritos de la dependencia.
Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la
Montaña, insistió en rechazar un tercer peritaje “una vez descartada la
versión del basurero, es el momento de dilucidar la verdad y llegar al
pleno esclarecimiento, dejar de desperdiciar recursos humanos y
económicos institucionales en una hipótesis plenamente descartada, y
avanzar en nuevas líneas de investigación planteadas por el GIEI”.
Fuente: Proceso
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