jueves, 8 de octubre de 2015

Inversión y tanquetas / Grupo Modelo despoja / Alonso Reyes lo protege

Carlos Fernández-Vega / México SA
Desde la capital zacatecana llegan noticias sobre lo positivo de la inversión extranjera que capta el país: “con tanquetas y policías antimotines, la Compañía Cervecera de Zacatecas, de Grupo Modelo, y autoridades locales intentaron dispersar una manifestación de más de mil trabajadores inconformes con los directivos (de la empresa), quienes amenazaron con despedirlos si no se ‘disciplinan’ y se adhieren como ‘sección alterna’ de un sindicato afiliado a la CTM en Saltillo, Coahuila” (La Jornada, Alfredo Valadez).

Se trata del mismo consorcio trasnacional (Anheuser-Busch InBev, o simplemente AB InBev, de origen belga-brasileño) a cuyos directivos el inquilino de Los Pinos recibió con los brazos abiertos a finales de mayo pasado, por contribuir, según dijo, al desarrollo de nuestra economía y, sobre todo, a la generación de empleos y de oportunidades para los mexicanos, es decir, a quienes ahora –en contubernio con Miguel Alonso Reyes, gobernador de Zacatecas– les avientan las tanquetas y la policía antimotines, al tiempo que les impiden ejercer su derecho de asociación.
A mediados de 2013 se concretó la venta total de Grupo Modelo a la trasnacional AB InBev (que ya poseía la mitad de las acciones), mediante el pago de 20 mil 100 millones de dólares. Con esta operación la cerveza mexicana desapareció, para dejar el espacio a la cerveza producida en México por trasnacionales del ramo.
Para la memoria, en 2010 la rama cervecera del Grupo Femsa (origen de lo que después se conocería como el poderoso Grupo Monterrey) fue vendida a la holandesa Heineken, con lo que, sumando la compra de Grupo Modelo por parte de AB InBev, México perdió al duopolio cervecero nacional para ganar al duopolio cervecero trasnacional. Lo mejor del caso es que en aquella recepción de mayo en Los Pinos, Enrique Peña Nieto se comprometió a consolidar la industria cervecera de nuestro país –que dejó de existir–, lo que permitirá, dijo, contribuir a generar bienestar para las familias mexicanas, las cuales ahora son agredidas con tanquetas.
La información de Alfredo Valadez detalla que “ante la operación, planeada por ejecutivos de la empresa, propiedad de la firma Anheuser-Busch InBev (de capital belga y brasileño) y el gobierno de Zacatecas, los sindicalizados acordaron iniciar un paro de labores en demanda de respeto a sus derechos de asociación sindical y mejores condiciones de trabajo. Más de mil trabajadores se apostaron la mañana del lunes pasado en la plaza de armas de la ciudad de Zacatecas y frente al Congreso local para reprochar al gobernador Miguel Alonso Reyes que haya enviado a su secretario de Seguridad Pública, el general Jesús Pinto Ortiz, a reprimirlos, ‘poniéndose del lado de la empresa’.
“Los trabajadores aseguraron que el viernes pasado por la tarde agentes bajo el mando de Pinto Ortiz llegaron a ‘resguardar’ los principales accesos de la planta cervecera con tanquetas, policías del Grupo Aeromóvil Táctico de la Policía Estatal y agentes antimotines. Señalaron que el objetivo de la operación era amedrentar a los alrededor de 250 trabajadores que desde el 22 de septiembre se manifestaban de forma pacífica fuera de la planta de Grupo Modelo, en la ciudad de Calera, 25 kilómetros al norte de la capital de Zacatecas. A raíz de que la empresa decidió liquidar en meses recientes a más de 300 empleados –que en promedio tenían 15 años de antigüedad–, los trabajadores se han organizado para oponerse a que se modifique su situación sindical, como pretende la compañía de capital extranjero. Así, dejarían de ser una organización autónoma para convertirse en un apéndice de la CTM”.
A principios de mayo pasado, un par de semanas antes de que Peña Nieto recibiera con bombos y platillos a la directiva de AN InBev, más de 900 trabajadores de la Compañía Cervecera de Zacatecas, de Grupo Modelo, pararon 11 de las 14 líneas de producción del complejo en protesta porque la nueva administración del corporativo les recortó hasta en 50 por ciento el reparto de utilidades. Y no fue por escasez de recursos, pues la empresa es la mayor exportadora de cerveza del mundo y tiene utilidades multimillonarias.
Pero lo anterior no es el principio, sino la continuidad de los beneficios de la inversión extranjera, porque desde que la AB InBev compró la totalidad de Grupo Modelo la política de la empresa ha sido maximizar utilidades a costillas del recorte de personal. Meses después de concluido el proceso de compraventa de las acciones comenzó el tiroteo: más de 200 trabajadores de Grupo Modelo en la zona industrial de Calera fueron despedidos como parte de los ajustes administrativos que practica la trasnacional.
En ese entonces aquí se comentó que esos 200 empleos representaban alrededor de 17 por ciento del total de la plantilla laboral en la fábrica de Calera, y si ello se toma como punto de partida y se dimensiona para todo el corporativo, el despido nacional superaría 6 mil trabajadores, aunque los planes de recorte podrían afectar a cuando menos el doble de esta cifra.
Por aquellos no lejanos ayeres, los trabajadores que fueron ajustados administrativamente (léase el bonito tecnicismo utilizado por la empresa para justificar el recorte de personal) recurrieron a la Secretaría del Trabajo en busca de apoyo y asesoría y para denunciar el despido injustificado. De la institución recibieron el clásico lástima, Margarito. Y la práctica de la AB InBev es mundial, pues donde pone la inversión, recorta el empleo. De por sí, antes de la venta cerca de 60 por ciento de la plantilla de Grupo Modelo se contrató bajo el esquema de outsourcing.
Entonces, entre los grandes beneficios que al país le deja la inversión extranjera destacan los siguientes: mientras las trasnacionales cerveceras hincharán sus alforjas con miles y miles de millones de dólares provenientes de los sedientos consumidores mexicanos, éstos disfrutarán el mágico futbol autóctono con botanas gringas, refrescos concesionados por los vecinos del norte, playeras deportivas de firmas alemanas y estadunidenses, mucha cerveza holandesa y belga-brasileña, y harto desempleo.

Las rebanadas del pastel
Que dice el ministro del (d) año que se negocia un mecanismo de estabilización macroeconómico para proteger los sistemas cambiarios de los países miembros del Acuerdo de Asociación Transpacífico, lo que en castellano simple quiere decir que ante el avance de la aplanadora china los abajo firmantes del ATP defenderán el dólar como perros, en demérito de las respectivas monedas nacionales.