jueves, 6 de marzo de 2014

Así trata Oceanografía a sus trabajadores

Oceanografía, negocios de familia a salvo
Dice Vicente Fox que no le preocupan las acusaciones contra su familia, “ni la propia ni en la extendida”, por el escándalo desatado en contra de la empresa Oceanografía acusada de fraude por Banamex y por sospechas de lavado de dinero. Al expresidente no lo preocupan estos procesos porque los políticos y sus cercanos cuando se benefician ni huella dejan.
6 marzo 2014 | Manuel Fuentes Muñiz | La Silla Rota
Los hermanos Bribiesca Sahagún ni por enterados se dan; ellos saben que sólo recibieron beneficios millonarios por gestoría de negocios bajo la cubierta del poder presidencial, no tienen razones para inquietarse. Los negocios de familia están a salvo.

Que se pudran otros, los trabajadores y quienes tienen que dar la cara para solapar esos negocios de los más arriba.

En la zona de Campeche, donde Oceanografía tiene su mayor actividad los trabajadores sí que están preocupados por su futuro. Saben que su centro de trabajo puede cerrar, a menos que Pemex la quiera seguir financiando. No se sabe que vueltas vaya a dar la vida.

De acuerdo a la página oficial de Oceanografía http://seahorse.cloudaccess.net/planta-laboral.html son 4 mil 459 trabajadores y casi 26 mil 700 que laboran de manera indirecta.

El Procurador General de Justicia Jesús Murillo Karam da otras cifras: diez mil trabajadores a los que dice busca asegurar sus derechos “y de ser posible su empleo”.

Trabajadores de la zona dicen que son un poco “más de tres mil empleados” en Oceanografía y que a muchos les adeudan 2 meses de salario; que los traen con promesas de pago y a la vuelta y vuelta, sin que haya autoridad que los auxilie (seguro porque no representan a Banamex).

Se sabe que la empresa Oceanografía usa varias subcontratistas (empresas gansteriles), entre ellas, a Transportes Navieros y Terrestres (TNT) para evadir, defraudar y engañar a cientos de trabajadores.

Hay demandas laborales en las Juntas de Conciliación y Arbitraje promovidas por trabajadores que son despedidos ante la negativa de que Oceanografía asuma responsabilidades; ésta ha aprendido que la nueva legislación y las autoridades laborales permiten evadir derechos, y lo hacen tan campantes…

Pueden dejar a sus trabajadores en la calle y no hay autoridad laboral que corrija esta situación. Quienes han acudido a tribunales han encontrado como respuesta la burla y alargamiento de juicios.

Las empresas subcontratistas ligadas a Oceanografía inscriben a sus trabajadores como socios de cooperativas fantasmas. Esta medida de aparente beneficio les hace creer que compartirán con ellos los beneficios de la operación. Los dan un certificado de participación de un peso, que les dicen se irá incrementando, hecho que nunca sucede.

¿Para qué sirve entonces alegar que son “cooperativistas” sus trabajadores? Fácil, para evadir la Ley Federal del Trabajo y lograr la improcedencia cualquier demanda laboral.

La ley general de sociedades cooperativas en su artículo 50 considera al trabajo como una “aportación” del asociado y no como un derecho protegido laboralmente. Ello a pesar de laborar, incluso más de 8 horas diarias y estar asignados a una tarea y un lugar específico de trabajo.

Los trabajadores de Oceanografía cuando presentan demandas laborales los tratan como ignorantes. Les dicen: -nada más pierdes el tiempo porque tú eres cooperativista y nada vas a ganar.

Pero en este país, ese tipo de fraudes no lo son para el código penal, ni siquiera para la legislación laboral. Estas empresas hacen de la burla su quehacer diario para que los negocios de familia sigan a salvo.

Para asegurar la estafa a sus trabajadores les hacen firmar hojas en blanco, para agregar el texto de una renuncia con fecha actualizada, por si fuese necesario.

Estos documentos fabricados tienen tanta validez como si fueran suscritos ante la propia autoridad o ante un notario público; basta la demostración de que la firma es del trabajador aunque no reconozca el contenido para validar la renuncia.

Existen denuncias de que estas empresas subcontratistas están ligadas a funcionarios de Pemex para justificar contrataciones de trabajadores para fines particulares 

Algunos trabajadores son asignados a realizar trabajos personales en las casas de los funcionarios. Son choferes, vigilantes, jardineros y hasta personal de mantenimiento.

Otros más son enviados a empresas distintas a las marcadas en el contrato, (pero ligadas a funcionarios o a empresarios amigos) por supuesto, todo a cuenta de Pemex y claro, para que los negocios de familia estén a salvo.

Son contratos mercantiles operados en zonas petroleras en que la mercancía en venta es de personas, como si fueran paquetes de esclavos (muy baratos por cierto) pagados por el erario nacional.

Son estas y otras historias verídicas que no les interesan a los dueños del poder ni a los ministerios públicos, porque para ellos su trabajo, su misión a cumplir es poner a salvo los negocios de familia.