miércoles, 11 de diciembre de 2013

"La reforma energética la hicieron los panistas", reconocen en el PRI

Bueno Torio, Camarillo y Castillejos, los redactores

Arturo Cano | Periódico La Jornada | Miércoles 11 de diciembre de 2013, p. 14
FotoNunca lo dirán en la tribuna, pero en privado senadores del PRI admiten que no redactaron la reforma energética. La hicieron la Consejería Jurídica de la Presidencia y los panistas, dice una fuente del tricolor.

¿Cuáles panistas? Juan Bueno Torio y Rubén Camarillo, precisa. Ambos son diputados federales por el PAN. El primero fue director de Pemex Refinación y el segundo empleado de Pemex y consejero de la Coparmex. Por el lado del gobierno federal, la confección fue encabezada por el titular de la consejería, Humberto Castillejos, quien durante los gobiernos del PAN se desempeñó como asesor de la Procuraduría General de la República, con Rafael Macedo de la Concha y Eduardo Medina Mora.

Tres redactores con raíces azules y una sola iniciativa verdadera. ¿Una sola? No, porque este día los senadores reciben un documento distinto al aprobado el lunes. La izquierda respinga, pero luego de una prolongada discusión, la mayoría se impone. Así, el documento que se presenta a debate del pleno es uno distinto del aprobado un día antes por los senadores.

El nuevo documento tiene 24 páginas. Se tachan palabras y párrafos completos, se añaden pedazos de texto e interesantes precisiones. Sólo dos páginas están dedicadas a los artículos constitucionales. Las 22 restantes se consagran a los 21 transitorios.

La Constitución, ese saco donde cabe todo, también es lugar para tranquilizar a los inversionistas o complacer a los aliados. Vaya, si quieren tener garantizados sus equipos de oficina y la papelería, ahí está la Carta Magna.

El transitorio decimonoveno crea una agencia de seguridad industrial y medio ambiente, y en su redacción se obliga a la Cámara de Diputados a dotarla del presupuesto necesario para “cubrir los capítulos de servicios personales, materiales y suministros, así como de servicios generales…”

Mineras sacan su parte

La perredista Dolores Padierna afirma en el pleno que tanto detalle sólo obedece a que la agencia será un pago al Partido Verde. La misma legisladora asegura que personeros de las mineras canadienses visitaron al priísta David Penchyna. De ser así, la visita fue fructífera, puesto que lograron se modificara el transitorio octavo, para añadir que la explotación de gas no será en detrimento de los derechos previstos en sus propias concesiones (de las mineras, se entiende). Más detalles: la ley reglamentaria fijará cómo habrán de coexistir minería y extracción de hidrocarburos.
En resumen, el reparto del botín al que se ha referido Alejandro Encinas.

El corazón de la reforma tampoco queda a salvo de modificaciones de última hora. La
redacción original del transitorio cuarto decía que “las modalidades de contratación podrán ser: de servicios, de utilidad o producción compartida, o de licencia…” Ah, pero los conspicuos redactores mantuvieron bajo siete llaves el proyecto. De modo que, al conocerse, los futuros inversionistas exigieron certeza jurídica. Y se las dieron: el texto del cuarto transitorio ya no dice podrán ser, sino “deberán ser, entre otras…” La puerta abierta de par en par.

Los senadores del PRI son los regañados de la jornada. Traidores, vendepatrias, corruptos y otras linduras de ese calibre les sueltan desde la izquierda. Pero también los panistas les tunden. Claro, les reprochan no haber apoyado aumentos de impuestos ni reformas de gran calado durante sus 12 años fuera de la Presidencia.

El tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca (PAN) no concede mérito alguno al presidente reformador: Debemos dejar absolutamente claro que esta reforma no es gracias a los buenos oficios políticos del gobierno ni menos al Pacto por México. Es gracias a la congruencia y responsabilidad histórica de los legisladores de Acción Nacional.

No de todos. El chihuahuense Javier Corral sube a la tribuna para razonar su voto en contra. Retoma, de entrada, el principal argumento que en los últimos días ha machacado el ala pactista del PRD, contenido en el compromiso 54 del Pacto por México, que cita: En todos los casos, la nación recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos.

Sigue Corral: “Si del pacto al Congreso se caen los compromisos esenciales, ¿qué pasará en el tránsito de la reforma constitucional a las leyes reglamentarias?

El riesgo es enorme, dice Corral, porque para aprobar las leyes reglamentarias sólo se requiere mayoría simple, de modo que al partido del Presidente sólo le harían falta los votos de unos cuantos legisladores.

Ahí (en las reglamentarias) se escriben los detalles y es un viejo dicho que en los detalles está el diablo. Ni más ni menos que el que nos escrituró los veneros de petróleo.
¿Por qué el PRI no votó antes una reforma así? En 15 años cambiamos leyes reglamentarias para no herir susceptibilidades ni molestar a los que hacen de la salvación de la patria su monopolio político, su verdad privatizada, explica el campechano Oscar Román Rosas.

Muy considerados.

Pero se acabó. La reforma va y para siempre (bueno, al menos los 30 o 40 años de vigencia de los contratos con la Shell).

Y que el PRD no celebre por anticipado la aprobación de la ley de consulta popular. Desde temprano, en la radio, el priísta David Penchyna dicta sentencia: La Constitución dice que las materias de ingresos y de gasto no son materia de plebiscito. El tema energético es un tema de ingresos.

Ignorante, pillo, le responde el presidente del PRD, Jesús Zambrano, desde la caminata en la noria.

Un grupo se desprende del Ángel de la Independencia y agarra rumbo al Senado. El resultado: tres mítines simultáneos en media cuadra. Unos 200 perredistas del DF, encabezados por Raúl Flores, ocupan un tramo de Reforma. Poco más adelante continúa la protesta diaria de la CNTE. Los perredistas comienzan sus discursos al mismo tiempo que en la plazoleta Luis Pasteur, a 30 pasos, se arranca Martí Batres, frente a unas pocas decenas de simpatizantes. La izquierda dividida jamás será la misma.

Nosotros venimos aquí con una visión unitaria, a sumar fuerzas. Como puedes ver, además, nuestros discursos no son tersos ni descafeinados, dice Flores.

Batres anuncia que en cuanto se vote la reforma, Morena hará una declaración política y se irá a San Lázaro a continuar la protesta de una forma creativa. De allá avisan que se vota antes del 15.

Dedicaré mi intervención a escuchar el discurso del general (Lázaro) Cárdenas, dice Manuel Camacho, y coloca su Ipad frente a los micrófonos.

La voz del general suena mientras los senadores del PRD despliegan una enorme manta que dice NO a la privatización y una más pequeña que reza: Quien empieza comprando la Presidencia, termina vendiendo la patria.

La cita, sin embargo, no es con la historia sino con la aritmética. Los perredistas cantan el Himno Nacional. Enseguida, la alianza PRI-PAN se dispone, cerca de la medianoche y como dijo el priísta Oscar Rosas, a aprobar el instrumento que permitió romper los grilletes que puso en nosotros el prejuicio.