domingo, 6 de octubre de 2013

Cómo surge el club Necaxa en el sector eléctrico

A mediados de los años veinte
Es indudable que el sector eléctrico de México cuenta con elementos que conforman un  rico patrimonio cultural, tecnológico e industrial, susceptible de estudiar, catalogar y  valorar. En este contexto se encuentra el Complejo Hidroeléctrico de Necaxa, un legado especial  y entrañable, que a la fecha no ha sido suficientemente reconocido y es por esto que  debemos ponderar aquellos elementos que significaron un gran avance en el  conocimiento y dominio de las tecnologías de la época; pero también reconocer los  valores culturales vinculados al Complejo Hidroeléctrico de Necaxa, como el deporte del  futbol, su origen y evolución, así como las aportaciones de los trabajadores a la cultura  política y la democracia.
Antonio Guadarrama Saucedo | Revista Siempre No. 3146

El futbol en méxico

En nuestro país, los juegos de pelota tienen una gran historia; desde épocas prehispánicas  se desarrolla un juego muy parecido a lo que actualmente conocemos como futbol. La  historia popular sostiene que los mineros ingleses trajeron el futbol al país, que en sus  horas de descanso lo practicaban al aire libre y que tras fundar el primer club este deporte  se difundió a todo el territorio mexicano.

Existen evidencias que el viejo deporte inglés se arraigó en tierras nacionales durante la  última década del siglo XIX. En 1898, en la ciudad de Orizaba, Veracruz, se funda el  Orizaba Athletic Club, a cargo de Duncan Macomish, un hilandero escocés radicado en  esa ciudad. 

En 1901, en Real del Monte, los ingleses integran el Pachuca Athletic Club. Posteriormente se formarían otros equipos (todos con jugadores ingleses) y se disputarían  los primeros torneos. La Liga de Football Association Amateur fue fundada en junio de  1902, organizando un campeonato nacional mexicano.

En 1900 empezó a dar servicio la primera línea del tranvía eléctrico, entre los  barrios de Chapultepec y Tacubaya. Aunque los de tracción animal seguirían  prestando servicios otros treinta años. En 1905 entró en operación la planta  hidroeléctrica de Necaxa. En la coordinación y regulación de estas compañías: la  Mexican Ligth and Power Co. (Compañía de Luz y Fuerza) y la Compañía de  Tranvías participaron activamente miles de trabajadores mexicanos, que se  constituyeron en una parte medular de la modernización de la infraestructura urbana de México.

En 1909, Frederik StarK Pearson logró la fusión de sus dos empresas: Compañía  de Luz y Fuerza y Tranvías. La dimensión humana fue de gran importancia para asimilar los cambios tecnológicos. Paulatinamente se incorporan a estas  empresas cientos de trabajadores; algunos de ellos provenientes de Necaxa,  Puebla y de la capital del país. 

En1915, se funda un equipo de futbol con trabajadores de la Compañía de Luz.  En 1922, el ingeniero inglés William H. Frasser, apasionado jugador de futbol,  estaba convencido que este deporte beneficiaba a los obreros que trabajaban en  la empresa, por lo que patrocinaba a los dos equipos Tranvías y Luz y Fuerza,  que jugaban en los campos de La Condesa.

También en 1915, surge la iniciativa para formar el equipo de futbol dentro de las  compañías, ésta partió de un grupo de aficionados que trabajaban en el Departamento de Talleres de la Compañía de Tranvías de México, que acudieron  al llamado que les hicieron los señores Bernardino Moreno e Isaac Rivera. El  primer equipo llevó el nombre de 705, por ser este número el correspondiente al  carro de pasajeros de mayor capacidad que tenía entonces la Compañía de Tranvías.

Poco después se formó otro equipo, debido al esfuerzo de Vicente Escárcega,  también de Talleres, al que pusieron el nombre de Segunda de Tranvías; a fines  de 1916 desapareció el 705 y con elementos de este equipo y algunos nuevos se  formó la Primera de Tranvías*.

La Liga Mexicana cambio su nombre por el de Federación Mexicana de Foot Ball;  los dos equipos participaron en el torneo de 1922-1923, ocupando posiciones  modestas: el Luz y Fuerza quinto lugar y el Tranvías el séptimo.

Próximo a celebrarse los campeonatos de 1924 y 1925, y considerando que con  la unión de los dos podrían tener un mejor desempeño, Graciano Díaz Fernández  inicio las gestiones con los representantes de ambos equipos: Bernardino Moreno del Tranvías y Roberto Jardón de Luz y Fuerza, que se dieron a la tarea  de buscar un nombre, debido a que el reglamento no permitía que los equipos  llevaran el nombre de alguna empresa privada; por lo tanto, se propusieron  algunos nombres: Mex Tram, Unión Deportiva, Eléctricos y Club Nacional,  además el de Toronto y de Necaxa. Después de algunas discusiones se aceptó  el de Necaxa. Se envió una comunicación a la Liga Mexicana de Futbol,  nombrando como delegado a Bernardino Moreno y de suplente a Roberto  Jardón.

Así nace el Necaxa, con uniforme rojo y blanco, participando por primera vez en  el campeonato 1924 y 1925. 

Cobró tanta popularidad que fue necesario construir su propio campo, uno de los  mejores estadios de la época con el pasto mejor tratado, ubicado en la Calzada  de los Cuartos y Río de la Piedad, a un lado del desaparecido Parque de Béisbol  del Seguro Social (ahora Plaza Delta).

La inauguración se llevó a cabo el 14 de septiembre de 1930 y fue el primero en  albergar una eliminatoria mundialista en 1933.

Los colores rojo y blanco del Necaxa fueron portados con gallardía por  excelentes jugadores: Raúl “Pipiolo” Estrada, Lorenzo “Abuelo” Camarena,  Antonio Azpiri, Guillermo “Perro” Ortega, Ignacio “Calavera” Ávila, Marcial  “Ranchero” Ortiz, Vicente “Chamaco” García, Tomas “Poeta” Lozano, Hilario  “Moco” López, Julio “Chino” Lores y Luis “Pichojos” Pérez, Ignacio Trelles,  Fernando Marcos, entre otros. 

Otro sobrenombre del Necaxa fue el de los “Once Hermanos”.

*Revista Electra, núm. 66, órgano del personal de las compañías Mexicana de  Luz y Fuerza del Centro y Tranvías de México, año V, junio de 1931.

El autor es presidente del Comité para la Defensa del Patrimonio Cultural, Tecnológico e Industrial del Sector Eléctrico de Necaxa, Asociación Civil. 




Fuente: Revista Siempre!