Antonio Gershenson | Opinión-La Jornada
El largo escrito oficial de propuesta de regreso de los artículos 27 y 28 de la Constitución también contiene otros tipos de regreso. Nuestra producción de gas baja, aumentan las importaciones. Pero la producción de crudo baja sostenidamente, desde 3,383 miles de barriles diarios en 2004 hasta 2,523 miles en 2013. La baja sostenida es de 25 por ciento en total. Y eso que el gobierno nos ofrece aumentos futuros en la producción, la baja no ha cesado y el gobierno ya está cumpliendo un año (lo único que cumple).
Incluso Chicontepec, la tierra del derroche, era el que se presumía con la producción de crudo aumentando. Pero durante este año no deja de bajar, desde 75 mil barriles diarios en enero, hasta 61 mil en septiembre. Y eso que se había anunciado en el programa que subiría a 95 mil. Se anunciaba aumento de 27 por ciento, cuando que la baja real fue de 23 por ciento en estos nueve meses.
Los pozos de Chicontepec tienen en promedio poco menos de 25 barriles diarios, frente a pozos que tienen miles de barriles diarios.
Se hablaba de que los cambios a los artículos 27 y 28 se aprobarían el domingo 6 de octubre (parece que no fue así). Las protestas crecen más y más. Las protestas contra los cambios a las leyes de impuestos y similares se diversifican más. Lo que parecía un bloque firme de la derecha parece convertirse en un verdadero relajo.
De ahí la importancia de las movilizaciones masivas en defensa de los sectores en lucha, de la economía popular y de la energía nacional, Pemex y CFE. Las movilizaciones pueden crecer con la integración de unas y otras de las mencionadas ramas.
No sólo se trata de frenar los intentos de entrega a las trasnacionales exteriores. Se trata también de construir alternativas:
Que se cumpla la Constitución, haciendo que el Estado y sus entidades se hagan cargo de generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica.
Construir plantas para generar electricidad, usando diversas fuentes de generación.
Tender líneas de transmisión de gran eficiencia, de 800 kilovoltios de corriente continua.
Integración de Pemex en una sola entidad, ahorrando las burocracias de cada una de las actuales empresas.
Exploración, explotación y desarrollo del petróleo y el gas natural por el Estado a través de Pemex.
Refinerías, incluyendo la de Tula, que se construiría conforme a un proyecto de ingenieros que está en el libro que Pemex entregó al Senado el 30 de julio de 2008, y que genera 600 mil barriles diarios, y no 300.
Uso eficiente de los combustibles, uso de los ferrocarriles, en general dar prioridad a combustibles más eficientes.
Desarrollo de la petroquímica por Pemex, y apoyo de la petroquímica básica de Pemex para las empresas respectivas nacionales.
Estos puntos de programa y otros tienden a unificar a los diferentes sectores con los citados problemas.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada