El fracking, método para obtener hidrocarburos en sitios de acceso difícil: activista
Reportan su uso en seis pozos de Coahuila; prevén que se aplique en tres estados más
Aunque hasta ahora se mantiene como práctica industrial poco utilizada y conocida en México, la fractura hidráulica o fracking podría empezar a ponerse en marcha en varios estados para explotar yacimientos de hidrocarburos, lo que pondría en riesgo el equilibrio medioambiental y la salud de miles de personas.
Así lo advirtió Claudia Campero, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking, en el contexto de la acción global que se celebrará este sábado contra dicha técnica, cuyos efectos negativos se han documentado principalmente en Estados Unidos.
El fracking, explicó Campero en entrevista, es un procedimiento mediante el cual se inyectan grandes cantidades de agua –combinada con arena y diversos compuestos químicos, algunos de ellos tóxicos– para romper formaciones rocosas de difícil acceso, en lugares donde se encuentran yacimientos de gas shale o petróleo.
Sistema contaminante de mantos freáticos
Aplicada desde hace unos 10 años en Estados Unidos, esta técnica utiliza entre 9 y 29 millones de litros de agua para un solo pozo; una parte regresa a la superficie contaminada con metales pesados e incluso elementos radiactivos, para los cuales hasta el momento no hay forma segura de manejo, subrayó la activista.
Las empresas de hidrocarburos, dijo, han propuesto alternativas como construir tinas de almacenamiento para que el líquido se evapore, hacer pozos para regresarlo al subsuelo o enviarlo a las plantas regulares de tratamiento de aguas negras, pero ninguna ha impedido la contaminación del aire y los mantos freáticos.
“Sabemos que en Estados Unidos ya hay problemas de salud bastante serios. Además, el trabajo intensivo en los pozos sólo dura un año y luego se termina, por lo que los trabajadores se mueven de un lado a otro y esto genera conflictos sociales dentro de las comunidades. La contaminación se queda y la derrama económica es muy limitada”, enfatizó Campero.
Además, la existencia de yacimientos abiertos mediante el fracking provoca fugas de gas metano, cuyo potencial de efecto invernadero es 21 veces más grande que el del bióxido de carbono y de alrededor de cuatro mil viajes de camiones de alto tonelaje que transportan materiales peligrosos y aumentan los accidentes carreteros.
En México, advirtió la activista, existen datos sobre al menos seis pozos de exploración mediante esta técnica en Coahuila –promovidos por el gobernador Rubén Moreira con el argumento de que generarían 50 mil empleos– y se calcula que podrían instalarse más en Nuevo León y Tamaulipas, así como en Veracruz.
“Es muy mala noticia impulsar esta práctica en México, la cual incluso está en la reforma energética de Enrique Peña Nieto, pero hay intereses muy fuertes de las empresas. Estamos a tiempo para no sacrificar importantes territorios y a las poblaciones que viven en ellos”, aseveró.
Como parte de la jornada global de acción contra el fracking, hoy sábado a las 19:30 horas se proyectará el documental Gasland en la Cineteca Nacional. La entrada es gratuita, pero el cupo es limitado.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada