sábado, 31 de agosto de 2013

¿Campaña presidencial? / ¿Presidencia en campaña? / No: informe de gobierno

México SA-Carlos Fernández-Vega
Si se atiende el contenido –por llamarle así– propagandístico sobre el informe de gobierno –el primero de seis– que mañana entregará el presidente Enrique Peña Nieto y el posterior mensaje a la nación, fácilmente puede adelantarse que aquéllos tendrán perfil de campaña electoral, porque ya es costumbre que quien ocupa la residencia oficial de inmediato olvida que a partir de su toma de posesión está obligado a ofrecer buenos resultados y no apasionadas promesas.
Uno de los espots propagandísticos que con tal motivo grabó Peña Nieto en el despacho presidencial dice así: “llevamos muchos años esperando que las cosas cambien para que a México le vaya mejor. Ésta es la gran oportunidad, pero el país no se va a mover solo, nosotros tenemos que moverlo. Como presidente, voy a hacer lo que me corresponde, pero necesitamos de todos para reformar al país… No podemos seguir esperando por años. A los mexicanos nos tiene que ir mejor ¡ya! Sé que no va a ser fácil, pero también sé que vale la pena”.

Si a este promocional se le quita el escudo de la Presidencia de la República y se le pone el logotipo tricolor de la campaña electoral 2012, el resultado será exactamente el mismo: aparece un candidato, levante y levante la manita, en pos del voto ciudadano y ofreciendo su inventario de promesas y de frases marca Miguel Ángel Cornejo. No más, cuando era de esperarse una reseña de los buenos resultados obtenidos en nueve meses de gobierno, los cuales, dicho sea de paso, brillan por su ausencia.

También se puede proceder en sentido contrario: quítese el logotipo tricolor de campaña y póngase el escudo de la Presidencia de la República: “es el momento de todos los que estamos listos para asumir plenamente un compromiso con México… Debe quedar muy claro: lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperanza que vive México. A mí no se me olvida la frustración de millones de jóvenes que habiendo estudiado no encuentran un empleo digno… Estoy firmemente decidido a cumplirle a México” (discurso del ahora inquilino de Los Pinos, al oficializarse su candidatura el hueso mayor).

Transcurridos nueve meses de gobierno, nada de resultados tangibles (Peña Nieto dixit), a menos de que bajo ese concepto se encuadren la caída de la economía, la cancelación de empleo, el subejercicio del gasto público, el nervioso tipo de cambio, la violencia, la desocupación y todo lo demás que no se considera en el alegre discurso oficial, pero que es cotidiano para la mayoría de los mexicanos. Poca esperanza tendrá un gobierno entrante que no dé resultados en el corto plazo y, hasta ahora, el del actual inquilino de Los Pinos embona perfectamente en ese concepto.

Y como recordar es vivir, van algunas frases célebres del primer informe de gobierno de cada uno de los cinco antecesores de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, quienes, al igual que éste, no se dieron cuenta que su campaña electoral de tiempo atrás había concluido y de que ya era hora de ofrecer resultados tangibles. Entonces, recuerde, haga cuentas, compare y saque conclusiones:

Miguel de la Madrid: el desarrollo sostenido, el empleo y el combate a la inflación es la propuesta para la transformación económica del país. Aspiremos a una sociedad igualitaria; esto es, a un orden social justo, ya que las grandes disparidades que hemos sufrido limitan y aun impiden el goce efectivo de las libertades y los derechos sociales, obstaculizando el ejercicio real de la democracia. La sociedad igualitaria es la constante y renovada voluntad de seguir persiguiendo la equidad en nuestra vida social.

Carlos Salinas de Gortari: la voz del cambio exige justicia, seguridad, empleo, servicios, educación, salud, vivienda, abasto de alimentos y un medio ambiente limpio. Un Estado que no tiene la capacidad para atender las demandas sociales fundamentales de su población, tampoco tiene la fortaleza para participar en la defensa cabal de la soberanía de la nación. El punto central en la reforma del Estado es resolver, a favor del pueblo, el dilema entre propiedad que atender o justicia que dispensar, entre un Estado más propietario o un Estado más justo. El destino es nuestro y vamos a conquistarlo.

Ernesto Zedillo: el desaliento que esta nueva crisis financiera provocó en los ciudadanos se agudizó, porque el esfuerzo realizado durante casi una década para transformar nuestras estructuras había alimentado las expectativas de crecimiento, multiplicación de empleos estables e ingresos crecientes. Los mexicanos se esforzaron a la espera de un crecimiento que no llegó. Los costos de la crisis han sido muy grandes y dolorosos, pero habrían sido mucho mayores de no haberse adoptado el programa de ajuste económico. Hemos superado el peor momento de la crisis y los próximos años serán de crecimiento económico y multiplicación de empleos.

Vicente Fox: estamos obligados a no perder de vista que nuestros verdaderos enemigos son la pobreza, la inseguridad, la ignorancia, la corrupción y el autoritarismo. Las transformaciones que estamos impulsando son para poner a México al día y a la vanguardia. Asumí la responsabilidad histórica de conducir al país por un nuevo camino. Mi gobierno avanza con el rumbo claro que le da un proyecto de nación bien definido, la alternativa mexicana al desarrollo es la de un humanismo moderno, emprendedor y socialmente responsable. México ha acumulado un enorme rezago social, estamos en el punto límite de la tolerancia ante la desigualdad y la pobreza, sería muy costoso no reconocer ya el apremio de esta realidad. El cambio no sólo significa hacer las cosas diferentes, significa hacerlas mejor, hacerlas bien. Yo haré mi parte y la haré bien.

Felipe Calderón: “asumí el compromiso con la ciudadanía de buscar el desarrollo humano sustentable. Cuando asumí la Presidencia encontré una delicada situación en materia de seguridad pública, por ello, hemos emprendido una lucha frontal contra la violencia y el crimen organizado. Los operativos han obligado al crimen organizado a replegarse en algunos casos y en otros los ha forzado a cambiar de estrategia, eso ha contribuido a reducir la violencia vinculada al narcotráfico. No estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país. La meta es lograr un país seguro para todos, con una economía que crece y genera empleos… una nación donde todos vivamos mejor”.

¡Qué tal!

Las rebanadas del pastel

Entonces, si los mexicanos ya padecieron Delamadridlandia, Salinaslandia, Zedillolandia, Foxilandia y Calderolandia, pues bienvenidos a Peñanietolandia.