viernes, 18 de mayo de 2012

Nada más por el puro desempleo… Calderón también es mentiroso

17 mayo 2012 | Álvaro Cepeda Neri * | Contralínea
A partir de la frase acuñada por el ideólogo gachupín y nazifascista Antonio Solá, importado del Partido Popular (el equivalente del PAN) de España, no sólo Peña es un mentiroso pues fue pillado en obras que no concluyó muy a pesar de haberlas notariado (esos notarios también son mentirosos). Y si a mentirosos vamos, Calderón es otro de ellos.
Durante su campaña hace más de seis años, el inquilino de Los Pinos (que ya rentó mansión en Estados Unidos y le tienen reservada en España otra, por si “las moscas”) no pudo convencer a los beneficiarios del libre mercado, como empresarios y banqueros, que no lo dejaran colgado de la brocha, pues no crearon el millón de empleos anuales que prometió cuando alzaba sus manos afirmando tenerlas limpias (las tenía, porque ahora están sucias de corrupción), para gritarnos que sería “el presidente del empleo”.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), encargado de evaluar políticas públicas, ha informado que las personas que buscan empleo, no rebasan los 2 millones y medio. Lo cual es falso. Pues los desempleados son más de 8 millones. Más de 4 millones que con licenciatura e incluso maestría, no encuentran una plaza; 14 millones en la ocupación informal y 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis). Constantemente las empresas echan a la calle a empleados, sumando 25 millones de despidos; mientras que con o sin contrato, la población formalmente laborando es de 25 millones. Es decir, Calderón no logró con sus cantos de sirena convencer al libre mercado de generar empleos. Luego entonces es un mentiroso, en el mismo tenor con el que los panistas tildan a Peña.

Así como oficialmente tenemos 60 mil homicidios por la “guerra” calderonista. Y otras cifras arrojan hasta 200 mil, como afirma en el documental El alcalde –próximo a exhibirse– Mauricio Fernández, presidente municipal de San Pedro Garza, Nuevo León. Y 160 mil mexicanos que han abandonado sus lugares, huyendo de narcotraficantes y militares por igual. Es decir, que el país es un desorden de cifras, para al disminuirlas (distorsionando la información cuantitativa) hacernos creer que las cosas no van mal, cuando este desastre social tiene a la nación al borde de revueltas, rebeliones y estallidos revolucionarios anárquicos. No hay dirigentes para conducir esas manifestaciones de profundo malestar en más de 70 millones de mexicanos atrapados en el desempleo, la pobreza, las enfermedades y la desesperación. Cómo meter a la cárcel a un desempleado que muerto de hambre se robó un pan y la información aparece en la sección Ciudad del periódico Reforma el 20 de abril de 2012.

Si a mentirosos vamos, Peña lo es por las obras que ante notario se comprometió a realizar. Y no cumplió. Pero Calderón es igual. Ya que no logró que sus favoritos, en el escenario de libre mercado, crearan empleos. Y ya no tiene tiempo de convencerlos, pues toda esa iniciativa privada está apoltronada a la espera de si gana la elección presidencial Andrés Manuel, entonces sacar su dinero; si gana Peña, esperar más de lo mismo: priísmo empanizado. Y si es Josefina, no saber si reír o llorar…

*Periodista