El Coneval presenta el Informe de evaluación de la política social 2011
Angélica Enciso L. | Periódico La Jornada | Jueves 9 de febrero de 2012, p. 16
El incremento del número de personas que viven en situación de pobreza estuvo relacionado con el crecimiento de la población que carece de acceso a la alimentación, la cual aumentó 4.2 millones entre 2008 y 2010 –para llegar a alrededor de 28 millones de mexicanos–, así como a la reducción del ingreso real de los hogares, sobre todo en las áreas urbanas, reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el Informe de evaluación de la política social 2011 indicó que el poder adquisitivo del ingreso laboral cayó entre finales de 2008 y finales de 2010, y aunque se estabilizó durante el año pasado, no ha retomado su nivel previo a la crisis. “Durante la crisis el desempleo se incrementó. Tampoco ha logrado retomar los niveles de 2007”.
Precisó que “además de los problemas económicos de la crisis coyuntural, también existen problemas económicos de largo plazo, pues el crecimiento del producto interno bruto (PIB) per cápita fue de sólo 2 por ciento anual promedio entre 1950 y 2010. Este es un crecimiento muy bajo para las necesidades económicas de la población”.
Advirtió que el mercado laboral se caracteriza por “salarios bajos para un porcentaje alto de la población, falta de competitividad y una muy alta informalidad. Desde hace varias décadas se crean anualmente menos de un millón de empleos formales en el país”.
El fortalecimiento de “programas sociales no es suficiente para mejorar el bienestar de la población. Se requiere también cambios que incrementen el crecimiento económico, la creación de empleos, la productividad y que combatan la desigualdad crónica del país”.
México puede hacer mucho más para que “el gasto público redunde en una reducción de la desigualdad social y económica que el país enfrenta”, advirtió el Coneval en el informe que fue entregado a la Presidencia de la República y las secretarías de Desarrollo Social, Hacienda y Crédito Público y Función Pública, así como a distintas comisiones de las cámaras de Diputados y Senadores.
Agregó que “el poder adquisitivo de los ingresos laborales de las familias mexicanas se vio afectado por al menos dos eventos económicos: el incremento en los precios de los alimentos y la crisis financiera que tuvo un efecto negativo sobre el mercado laboral del país. La falta de crecimiento económico en el largo plazo ha influido también en el desempeño de salarios, empleos e ingresos. La reducción del poder adquisitivo del ingreso tiene repercusiones importantes sobre el desarrollo social de la población, especialmente sobre la pobreza”.
Puntualizó que la población en situación de pobreza multidimensional ascendió a 46.2 por ciento en 2010 –52 millones de personas–, lo cual significó un incremento de 3.2 millones de personas.
Existe un gran número de programas y acciones de desarrollo social del gobierno federal en los que hay “una gran dispersión y una potencial falta de coordinación”.
Mencionó que si se incluyeran los programas de gobiernos locales, el problema sería mayor, pero “no ha sido sencillo tener información sobre la política de desarrollo social de los gobiernos locales”.