Si no surge un inversionista sólido, un síndico comenzará la liquidación de bienes
Alfredo Méndez y Miriam Posada García | Periódico La Jornada | Lunes 30 de enero de 2012, p. 29
El juez décimoprimero de distrito en materia civil, Felipe Consuelo Soto, afirmó que no otorgará una nueva prórroga al concurso mercantil de Mexicana de Aviación, por lo que si para el próximo 10 de febrero ninguno de los supuestos interesados aporta los 250 millones de dólares que se requieren, el juzgador tendría que declarar la quiebra y perderán el empleo más de 8 mil trabajadores.
Desde noviembre pasado, luego de que el empresario Iván Barona no logró colocar en México los 400 millones de dólares que ofreció, pues su fondeador Mikhale Shamis le retiró el respaldo, el conciliador Gerardo Badín no ha notificado sobre avances de los grupos de inversionistas presumiblemente interesados en la aerolínea, y tampoco que haya surgido uno nuevo.
Desde noviembre pasado, luego de que el empresario Iván Barona no logró colocar en México los 400 millones de dólares que ofreció, pues su fondeador Mikhale Shamis le retiró el respaldo, el conciliador Gerardo Badín no ha notificado sobre avances de los grupos de inversionistas presumiblemente interesados en la aerolínea, y tampoco que haya surgido uno nuevo.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), mantiene la posición de que no habrá rescate, y sólo los trabajadores hacen esfuerzos por salvar la empresa que el empresario Gastón Azcárraga llevó a la crisis.
En un acuerdo emitido el martes pasado, Consuelo Soto señaló que los interesados en evitar la quiebra de la aerolínea “deben tener claro que el periodo de conciliación en el concurso mercantil, como prórroga, vence el próximo 10 febrero, y esa fecha no está sujeta a reconsideración”.
Llegado el plazo, y sin un inversionista sólido, un síndico iniciará el proceso de quiebra con la liquidación de bienes, y luego el pago de deudas estimadas en 10 mil millones de pesos, la liquidación de los trabajadores y la desaparición de la empresa que voló por más de 80 años.
Esta prórroga habría vencido en septiembre del año pasado, pero el juzgador encontró que la SCT había contado mal el plazo para la conciliación, y por tanto determinó que debía terminar el 10 de febrero.
Tras esa ampliación, Med Atlántica e Iván Barona trataron de capitalizar Mexicana, pero nunca lograron demostrar que tenían en México los 250 millones de dólares etiquetados para el rescate de la aerolínea.
Al final apareció como interesada la sociedad financiera de objeto limitado (Sofol) Union Swiss, de origen poblano, sin que haya muestras sólidas de su avance por la aerolínea.
Felipe Consuelo Soto señaló que el Nuevo Grupo Aeronáutico, al que pertenece Mexicana de Aviación, está integrado por 22 empresas más, y advirtió que si se declara la quiebra los acreedores sólo podrán recuperar, en tiempo indefinido, de uno a tres centavos por cada peso de deuda, debido a los pocos activos susceptibles de liquidación con los que cuenta Mexicana.
Ante la cercanía del 10 de febrero los trabajadores han intensificado sus movilizaciones: intentan que el Congreso de la Unión intervenga, genere alternativas y busque soluciones para que no desaparezca Mexicana. Han propuesto buscar financiamiento a través de esquemas con Nacional Financiera, pero el gobierno se ha negado, señalando que eso sería equivalente a un rescate. Han buscado ser ellos mismos quienes recuperen la empresa, al exigir al gobierno que devuelva dinero que les quedó a deber mientras Mexicana y Aeroméxico operaron bajo la administración de Cintra, pero hasta el momento no hay señales claras de que puedan volver a volar.