Revista EMET - Informex | Viernes 27 de Enero 2012
Acoso, maltrato e injusticia en la empresa generan crisis de angustia caracterizada por miedo y ansiedad extrema. Se trata de un trastorno que padecen más del 10% de los mexicanos y que en el último trienio va en aumento en los lugares de trabajo con mal clima laboral, dice la consultoría empresarial Crecimiento Sustentable S.C., que tiene entre sus clientes a empresas de diferentes sectores.
Alfonso del Valle Azcué, director de la firma, asegura que los principales factores que inciden en la angustia tienen que ver con casos de violencia dentro de la compañía: "gritos, maltratos, acoso psicológico y sexual son casos asociados a trabajadores que reportan altos niveles de angustia. En general las empresas que presentan este problema carecen de sistemas eficientes de comunicación y tiene en ellas gran peso la comunicación informal no regulada".
En general, el fenómeno de "teléfono descompuesto" o "radio-pasillo" es una comunicación en la que la percepción se presenta como parte de la realidad y así se desvirtúan y agravan los hechos. "La comunicación minimiza la incertidumbre e inseguridad. Es una herramienta eficiente para generar mejores ambientes laborales, pero es necesario contar con políticas claras de comportamiento que reprueben maltrato y abuso en la organización".
Mientras las palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración, temblores, sensación de ahogo o falta de aliento, presión o malestar torácico e incluso sensación de irrealidad, escalofríos o sofocaciones son síntomas de la persona angustiada, la empresa con angustia se caracteriza porque frena el proceso de crecimiento, se carece de enfoque y precisión en la actuación empresarial y se demoran las decisiones ante el cambio de expectativas de mercado, se atenta contra la armonía.
"La empresa angustiada se enfoca en resolver la problemática del día a día y olvida la estrategia a mediano y largo plazo. Asimismo, suele paralizarse ante el cambio y posterga respuestas. Son empresas en las que continuamente se cambia de dirección y no se tienen claras las políticas ni los procesos. Su principal característica es la incertidumbre y el desaliento", dice Del Valle.
Aunque no es posible generalizar, de acuerdo a Crecimiento Sustentable S.C., las empresas gubernamentales reflejaban las firmas angustiadas cada cambio sexenal. "Al establecer políticas de carrera en la administración pública se ha minimizado la gran incertidumbre que ocurría en cada cambio de administración", refiere el directivo.
Para Del Valle, algunas modas gerenciales podrían paliar el síndrome de angustia en las organizaciones como la evaluación 360 grados y en base un diagnostico objetivo determinar bonos y ascensos, por ejemplo. Pero para que este tipo de herramientas tengan verdadero impacto deberán siempre de estar ligadas a los valores de los dueños, a su madurez por tener verdadera responsabilidad social con y para su gente. La comunicación efectiva dentro de las organizaciones es un factor crucial de confianza que ayuda a materializar intenciones, mitigar y acabar con la angustia.
Las mejores empresas, las que buscan la armonía, son las mejores opciones para laborar, son las trascendentes, las que prevalecen, mientras que las empresas angustiosas tienen corta vida y poca trascendencia en sus mercados
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