Creciente déficit de empleo | Cordero: ¿nadie impune?
Carlos Fernández-Vega
Dado el rotundo fracaso de lo que él llama su economía competitiva y generadora de empleos, el inquilino de Los Pinos no ve mayor futuro laboral que elsacerdocio cívico en la policía federal para los millones de desempleados –jóvenes en buena medida– y los miles de egresados de instituciones de educación superior, quienes carecen de opciones en el mercado de trabajo, y las pocas que de repente surgen suelen ser con salarios miserables y carentes de prestaciones de ley. A su lado, el inefable Germán García Luna le hace coro, y para concretar la oferta calderonista para 2011-2012 ofrece 4 mil vacantes en la Policía Federal para jóvenes universitarios que quieran adherirse.
En eso terminó (de hecho nunca arrancó) el decidido fomento al empleodel presidente del ídem, a quien se le hizo fácil invitar a los jóvenes, en especial a los universitarios, a que vean en el servicio público y en particular, en la policía federal, una opción de vida y de desarrollo profesional atractiva, pero mucho más que eso, que vean el privilegio y la satisfacción de poder servir a México, es decir, desde otras trincheras –por utilizar el lenguaje militar que le fascina– no existe posibilidad alguna de servir al país. Hoy la Nación demanda que sean más los jóvenes mexicanos preparados y comprometidos con el país, que decidan unirse a las filas de la policía para dar vida al cambio que México necesita y que estamos impulsando, no sólo en esta corporación, sino en todas las corporaciones abocadas, precisamente, a construir un México de paz con justicia.
En eso terminó (de hecho nunca arrancó) el decidido fomento al empleodel presidente del ídem, a quien se le hizo fácil invitar a los jóvenes, en especial a los universitarios, a que vean en el servicio público y en particular, en la policía federal, una opción de vida y de desarrollo profesional atractiva, pero mucho más que eso, que vean el privilegio y la satisfacción de poder servir a México, es decir, desde otras trincheras –por utilizar el lenguaje militar que le fascina– no existe posibilidad alguna de servir al país. Hoy la Nación demanda que sean más los jóvenes mexicanos preparados y comprometidos con el país, que decidan unirse a las filas de la policía para dar vida al cambio que México necesita y que estamos impulsando, no sólo en esta corporación, sino en todas las corporaciones abocadas, precisamente, a construir un México de paz con justicia.
Pues bien, el emocionado inquilino de Los Pinos debe ser cauto, porque para cumplir con su más reciente oferta laboral deberá crear millones de plazas en la policía federal para que los mexicanos puedan servir a México, y de pasadita abandonen las filas del desempleo. Felipe Calderón ha demostrado fehacientemente ser un hombre de conveniente memoria corta. Sus promesas de campaña electoral han sido plenamente incumplidas, lo que, sin ser novedad en los políticos, lo pinta de cuerpo entero. El problema es que en materia de empleo tales ofertas selegalizaron (Ley de Planeación), al incluirlas en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, y en éste se subraya la obligación de generar cuando menos 800 mil empleos formales al año.
Con el compromiso citado, a estas alturas (53 meses, hasta el pasado abril) del gobierno calderonista el número de plazas formales registradas en el IMSS debería reportar un incremento de 3 millones 550 mil, pero como las ofertas de campaña y lo considerado en el Plan Nacional de Desarrollo normalmente se incumplen, tal número apenas si sobrepasa el millón (63 por ciento plazas permanentes, 37 por ciento eventuales), por mucho que desde el micrófono oficial se presuman cifras históricas en la materia. En síntesis, en cuatro años y pico, y sin considerar rezagos, se reporta un déficit cercano a 2.5 millones de plazas formales. De acuerdo con el PND 2007-2011 de aquí al final de su estancia en la residencia oficial deberían generarse casi un millón 300 mil empleos formales sólo para satisfacer la demanda real en ese periodo. Ahora que si quiere cumplir con su oferta de campaña y de paso con el PND, el número se incrementa a 3.8 millones de plazas formales (sin considerar rezagos).
Ese es el dato mínimo (información oficial, por lo demás) que debe considerar el inquilino de Los Pinos y su muchachote García Luna a la hora de ofrecer chambas en la Policía Federal. De todos es conocido que a ambos les encanta eso de jugar a la guerra, pero 3.8 millones de policías federales significarían un gasto brutalmente elevado e improductivo que el gobierno (léase los mexicanos con sus impuestos) no puede solventar, aunque al final de cuentas haría real su sueño dorado: el Estado policíaco.
Antes de que a Calderón le surgiera la brillante idea de convertir el mercado laboral en un cuartel, la cruel realidad arrojaba un balance espeluznante: en la primera mitad de su estancia en Los Pinos apenas se generaron 25 mil empleos formales. Para ese lapso el PND 2007-2012 comprometía cuando menos 2 millones 400 mil plazas, de tal suerte que sólo en el primer trienio, sin considerar rezagos, se registró un déficit de 2 millones 375 mil empleos.
Al respecto, un análisis de la Cámara de Diputados señala que la caída del empleo en 2009 se agrega a los dos años anteriores en que no se pudo alcanzar la meta de creación de 800 mil puestos de trabajo anuales establecidos en el PND. Conforme a esta meta, existe un déficit de 2.3 millones de puestos de trabajo en la primera mitad del sexenio, por lo que se tendrían que crear poco más de un millón 700 mil empleos anuales durante los próximos tres años para cumplir con una de las principales demandas y objetivos trazados en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.
Por su parte, el promedio anual de la tasa de desocupación nacional se ubicó en 5.47 por ciento de la población económicamente activa (PEA), cifra superior en 1.5 puntos porcentuales al promedio observado en 2008. Septiembre de 2009 fue el que registró la mayor tasa, al ubicarse en 6.41 por ciento, para cerrar el año en 4.8. A pesar de la utilidad de la tasa de desocupación nacional, existen diversos aspectos que escapan a su medición, de ahí que se construyan diferentes tasas alternativas para analizar de manera más objetiva la evolución del mercado laboral.
Una de estas medidas es la tasa ajustada de desempleo general, que agrupa a la PEA desocupada, a la población no económicamente disponible y a la población ocupada que no recibe ingresos. De acuerdo con este indicador, al segundo trimestre de 2010 la tasa de desempleo real fue de 22.5 por ciento de la PEA ajustada y habría registrado un máximo de 23.4 por ciento al tercer trimestre de 2009 periodo que coincide con la tasa máxima de desempleo tradicional.
Todo esto debe considerar el señor de Los Pinos a la hora de ofrecer chambas policíacas, de tal suerte que hasta en esto, que es su juguete favorito, incumplirá.
Las rebanadas del pastel
Otra Cordero-aventura: si quieren impunidad, este gobierno no le va dar impunidad a nadie, dice el inefable candidato que despacha en la Secretaría de Hacienda. Se refería a la captura de Jorge Hank Rhon, desde luego, pero más que suficiente sería que alguien le recordara lo que ha sucedido con los responsables de la tragedia en la guardería ABC de Hermosillo: a dos años de distancia, impunidad y más impunidad es lo que el gobierno calderonista les ha garantizado.