Aprovecha el mitin en el Zócalo por el Día del Trabajo para pedir la solidaridad de los trabajadores con 11 electricistas detenidos
Henia Prado
Ciudad de México (1 mayo 2011).- Martín Esparza, líder de Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), aprovechó su participación en el mitin del Zócalo para exigir la liberación de los 11 empleados detenidos en abril pasado por disturbios y los calificó de presos políticos.
" Desde el pasado 11 de abril, 11 compañeros de la resistencia son presos políticos y están en el Reclusorio Oriente, desde aquí les pedimos la solidaridad a la clase trabajadora para la libertad de nuestros presos políticos que hoy el Estado busca acabar con este conflicto a través de las Fuerzas Armadas y militares, pero aquí estamos en esta lucha de clases", dijo desde el templete a la multitud.
Los hombres fueron acusados de los delitos de motín, robo calificado y daño en propiedad ajena, luego de incendiar vehículos y agredir a personas en una protesta en Marina Nacional y Circuito Interior, donde estaba la sede de Luz y Fuerza del Centro.
Durante la conmemoración del Día del Trabajo, Esparza se pronunció en contra de la reforma laboral que a su juicio busca acabar con el Estado de Derecho y las garantías de los trabajadores.
"¿Les vamos a permitir que pase la reforma laboral?", cuestionó por el micrófono.
"!No!", respondieron los trabajadores, quienes también lanzaron rechiflas a Javier Lozano, Secretario del Trabajo.
Debido a que durante los 10 minutos que duró el discurso las campanas de la Catedral no dejaron de repiquetear, Esparza criticó el acto.
"Esta convocatoria es todo un éxito a pesar que desde que inicio el mitin están tocando las campanas de la Catedral, un Gobierno tirano de Felipe Calderón que viola los derechos de los trabajadores y los derechos humanos en el País con la complicidad de la clase empresarial sino también de la Iglesia.
"Para minimizar la protesta en todo el País en cadena nacional están pasando la beatificación de Juan Pablo II, hoy los que violan los derechos (...) se están dando golpes de pecho en El Vaticano", recalcó.