Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto
Sábado 14 de mayo de 2011
Al mismo estilo de los ex presidentes priístas, que gustaban de mandar mensajes y anuncios trascendentes para los mexicanos desde el extranjero, el presidente Felipe Calderón fue a Nueva York esta semana a deslizar una propuesta tan polémica como pospuesta: la modernización de Petróleos Mexicanos a través de la apertura a la inversión privada en la paraestatal más grande e importante del país.“La gente en México y el Congreso mexicano deberán entender que la única alternativa para el futuro del petróleo es modernizar Pemex por medio de una nueva legislación”, dijo Calderón a la televisora Bloomberg, especializada en temas financieros. “Estoy revisando seriamente la experiencia de Statoil Hydro en Noruega o de Petrobras en Brasil”, añadió el mandatario, quien habló de una iniciativa que le gustaría enviar “probablemente” en septiembre al Congreso.
Aunque después la Presidencia de la República intentó matizar las declaraciones y negó que el Presidente haya hablado de privatización, el video difundido por Bloomberg despertó reacciones inmediatas tanto de los estatistas que defienden a ultranza la propiedad estatal de Pemex, como de los aperturistas que apelan a la urgencia de un cambio constitucional que permita ampliar la inversión y hacer competitiva a la empresa, como ha ocurrido con otras petroleras estatales importantes en otras partes del mundo.
¿Realmente piensa Calderón reabrir un añejo y frustrado debate sobre Pemex ya casi en el ocaso de su sexenio? En Los Pinos niegan en estos momentos la existencia de una iniciativa como la que anunció Calderón y reconocen que difícilmente habría el tiempo y las condiciones para buscar un consenso en un tema tan polarizante, aunque no por ello menos urgente para Pemex.
El anuncio presidencial tomó por sorpresa a propios y extraños y no faltó quien, ante la inexistencia de diálogo sobre el tema con partidos como el PRI, consideraron que pudiera tratarse de una maniobra distractora de Calderón, en momentos en los que crecen las voces que exigen revisar la estrategia y los nefastos resultados de la guerra antinarco emprendida por la actual administración.
MÁS URGENTES LAS PENSIONES
Intentar negociar una iniciativa que modifique el régimen de propiedad estatal en Pemex y permita la venta de acciones de la empresa al capital privado, igual que en los ejemplos mencionados por Calderón —la brasileña Petrobras y la noruega Statoil Hydro— parece una maniobra destinada al fracaso en las actuales condiciones políticas.
Con una sucesión presidencial en marcha y la disputa por las candidaturas al 2012, discutir una reforma constitucional a Petróleos Mexicanos no está en estos momentos en la agenda de las fracciones en el Congreso ni en el radar de los actores políticos. Sin embargo, el anuncio de Calderón puede ser el aviso de que su sexenio insistirá, por lo menos, en reabrir y avanzar en la discusión del tema, para que en la siguiente administración se retome el debate con miras a una iniciativa.
Es decir, que no es un hecho que habrá siquiera una iniciativa formal del gobierno calderonista, aunque tal vez la intención sea que, pasadas las elecciones en el Estado de México, en el impasse que se abre entre septiembre y diciembre, antes de la nominación formal de los candidatos presidenciales, inducir el debate sobre Pemex y sentar las bases para que el asunto pueda llegar al Congreso en el arranque del próximo sexenio.
Por lo pronto, la empresa petrolera mexicana tiene otras urgencias mucho más apremiantes que un cambio de régimen legal. El pasivo de las pensiones de los trabajadores petroleros ha llegado a niveles alarmantes y ha prendido focos rojos en la empresa, al grado de que hay análisis internos que señalan que, si no se detiene el crecimiento de esos pasivos, que al día de hoy llegan a los 70 mil millones de dólares, en dos o tres años el problema sería inmanejable y podría llevar a la quiebra financiera a Pemex.
El problema estriba en que el contrato colectivo de trabajo del sindicato petrolero otorga jubilaciones a trabajadores de hasta 50 años de edad con los sueldos y prestaciones que devengan en activo, y eso ha hecho que, ante el crecimiento de la esperanza de vida en el país, ubicada actualmente en 75.4 años, se ha creado una enorme carga financiera.
Situaciones similares se vivieron en los últimos años en el IMSS, el ISSSTE y la CFE, pero esas tres empresas de gobierno ya hicieron las reformas a sus regímenes de pensiones y lograron detener el crecimiento de pasivos que llegaron a poner en riesgo su viabilidad financiera. En todos esos casos, las reformas pasaron por intensas y ásperas negociaciones con los sindicatos respectivos, que en algunos casos desataron protestas sociales. Igual en la compañía petrolera el tema de las pensiones pasa obligadamente por el poderoso sindicato petrolero que encabeza el polémico Carlos Romero Deschamps.
Ése es quizás el mayor reto que tiene Pemex en estos momentos, por encima de discusiones sobre el tipo de propiedad o su régimen fiscal, porque si no se detiene al crecimiento del pasivo pensionario, no habrá nada que reformar en el futuro inmediato.
NOTAS INDISCRETAS… Las atrocidades y el genocidio ocurrido en Tamaulipas en los últimos años, por fin despertaron una reacción en el gobierno federal. Esta semana, tras el escándalo que desataron los testimonios de migrantes que acusaron a los agentes del Instituto Nacional de Migración de haber sido quienes los entregaban a Los Zetas, finalmente se reconoció la corrupción existente en esa dependencia y se inició una “limpia” e investigación de funcionarios involucrados en la trata ilegal de personas indocumentadas. Otras áreas federales también se activaron esta semana para sacar a Tamaulipas del caos en el que ha estado viviendo; el miércoles en la Base Naval de La Pesca el secretario de Marina Francisco Saynez ofreció al gobernador Egidio Torre Cantú aumentar la presencia de la Marina Armada de México en el territorio y las costas del estado, mientras que el jueves el director de Asuntos Antinarcóticos de la embajada de EU en México, Keith Mines, estuvo en Ciudad Victoria para comentar las posibilidades de etiquetar recursos de la Iniciativa Mérida para la formación de una nueva policía estatal. Y para cerrar la semana, desde el viernes por la mañana 500 militares más patrullan las calles y carreteras tamaulipecas con uniformes de policías locales para restablecer la seguridad en el estado. ¿Será que ahora sí podrán acabar con la guerra entre Los Zetas y cártel del Golfo que ha sumido a Tamaulipas en la violencia y la anarquía?... Una despedida más le organizaron el jueves a Carlos Pascual en la embajada de Estados Unidos; todavía hace un par de semanas él le decía a políticos mexicanos que no se iría del país porque tal era la instrucción que tenía de Hillary Clinton; ¿esta despedida fue real o seguirán en Washington viéndole la cara al gobierno mexicano?... Los dados auguran escalera el domingo en CU. ¡Vamos Guadalajara!