Por Ramsés Ancira
Que rápido se olvidó Televisa de las reglas que ella misma se dictó. Aseguraron que no exhibirían como delincuentes a quienes no hubieran sido sentenciados, y en el noticiario de Joaquín López Dóriga del 14 de abril del 2011 llenaron la pantalla con las fotografías de los presuntos responsables de vandalismo en el SME.
Para Televisa, la protesta social es más dañina que el crimen organizado; es más grave pedir la reinstalación en el desempleo que el crimen serial. Periodismo cero. ¿Donde están las biografías de los presuntos asesinos seriales de Tamaulipas? ¿Qué sabemos de las vidas y metas de quienes acabaron en una fosa clandestina en San Fernando?
En este contexto un periodista se vuelve noticia, Juan Carlos Santoyo, quien acusa directamente a Martín Esparza de incitar la violencia contra él. No lo vió, pero asegura haberlo escuchado.
Permítame la libertad de no creerle a Santoyo. Hace 20 años que lo conozco y se distinguía por acarrear reporteros a que recibieran el "embute" de las oficinas de prensa, donde tenía una predilección especial por el PRI.
Se que culpó de su diabetes al Ejército Zapatista por una cobertura en la que se llevó un gran susto en 1994
En 2009 tuve la oportunidad de colaborar por espacio de un mes en el noticiario de José Cárdenas en Radio Fórmula, en su ausencia por vacaciones cubrí el ungimiento de Cesar Nava como presidente del PAN y junto con cinco reporteros protesté por que nos hubieran citado en una sala donde supuestamente podríamos seguir la señal en circuito cerrado de un debate que nunca se abrió.
Poco despues, por primera vez en medios electrónicos, documenté el asalto a la nación que perpetran todos los días los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, pues usan a su discreción casi dos millones de pesos diarios, de los que no rinden cuentas.
Terminé con una crónica en la que hablaba de los contrastes entre la opulencia de un Palacio (legislativo) y la miseria extrema que se vive al otro lado del río vehicular, donde prostitutas y adictos a solventes ven pasar los carros blindados de muchos diputados.
Por esos días, Santoyo defendía a los trabajadores de aviación y pensé que había madurado. A la distancia creo que Juan Carlos sigue al servicio de los oficialistas y que su denuncia contra Martín Esparza tiene más de manipulación o de rabia, que de la certeza que debe tener un reportero, ya no para informar, siquiera para convertirse en instrumento de Ministerio Público.
Es el documentalista Michael Moore, quien rompio la leyenda para decir que Perro si come Perro. Lo acusaron de antinorteamericano, de falta de patriotismo y muchas cosas más, pero permitió que conocieramos como gran parte de los Estados Unidos tiene tradiciones y costumbres, miseria y negocios ilícitos que harían avergonzar a muchos dictadores de los países que ellos llaman "bananeros".
Yo no lo se de cierto, pero supongo que Juan Carlos Santoyo fue uno de los factores del cese fulminante del que fui objeto en Radio Fórmula. No creo que el periodista tenga que ser objetivo, pero las filias de Santoyo han estado del lado del PRI, del capitalismo salvaje y de la explotación laboral.
No me cuadra por qué le robaron su equipo personal y no el de la empresa Radio Fórmula; no me explico porque no hubo otros reporteros que atestiguaran la agresión. No veo a Santoyo con la agilidad para haber sido el primero en llegar y enfrentarse a los trabajadores furiosos del SME y no me parece que el haber escuchado una voz, por entrenado que esté en el oficio de reportero radiofónico, pueda ser suficiente para que acuse a Martín Esparza de haber incitado la agresión.
Pero lo peor es que Santoyo está provocando una radicalización del movimiento. Ahora Andrés Manuel López Obrador se apoya en el SME para decir que regresará la Compañía de Luz y Fuerza; el movimiento de apoyo al Sindicato Mexicano de Electricistas, en Facebook se llama ahora "Di no al Pan en el 2012". La oposición se divide y facilita el regreso del PRI al Palacio Nacional. Ese es el mundo idílico al que aspira Juan Carlos Santoyo.
La solidaridad en el gremio periodístico es legendaria, solo que esta vez, queriéndolo o no, Juan Carlos Santoyo, quien trabaja para López Dóriga en Radio Fórmula, está siendo utilizado por Televisa para golpear al SME y con ello a toda la oposición. Con honrosas excepciones la Television Via Satélite, nombre completo de la empresa que tiene su sede en Chapultepec 18 trabaja para el PRI y el PRI para Televisa.
Juntos definen la Ley de Radio y Televisión y además el Ex Revolucionario, pero aún muy Institucional, le da diputaciones a la iniciativa privada a través de su satélite, el Partido Verde.
Santoyo es una pieza de este juego de ajedrez y como toda vida, está del lado equivocado del tablero.