viernes, 15 de abril de 2011

De origen, los derechos de los trabajadores del SME fueron violados, y tienen razón al defenderse

Se les está acabando el tiempo para que el gobierno finiquite el problema bajo el pleno respeto a los trabajadores.
Javier Solórzano
Mientras el gobierno no tome medidas drásticas en el marco del estado de derecho, el SME seguirá siendo un problema. La marcha del lunes, la cual no se olvide que terminó mal, es prueba de que no se ha resuelto el conflicto. Una decisión difícil, estratégica e importante quedó trunca. Los vericuetos de las leyes, que debieron ser contemplados por las autoridades, terminaron por ser clave para que el SME siga en las calles. Esto quiere decir que de origen los derechos de los trabajadores en algún sentido fueron violados, y que tienen razón al defenderse.
Lo que viene puede ser más caos. Las cosas están rumbo al límite. El SME tiene materialmente tomado el Zócalo, ha anunciado marchas para los próximos días, y sus singulares relaciones con los partidos los pueden fortalecer en el corto plazo. López Obrador ya le echó más leña a la lumbre. Aseguró que Alejandro Encinas, en caso de ganar, creará una empresa para dar empleo a los trabajadores del SME. Suponemos que Encinas está enterado, pero lo dicho por Andrés Manuel es un elemento más para confirmar que el conflicto está en más de algún sentido congelado. Se les está acabando el tiempo para que el gobierno finiquite el problema bajo el pleno respeto a los trabajadores.