Diario abordo a las 4:37 de la madrugada el Metrobús en la estación Potrero. Desde hace seis días, de manera increíble, la estación opera sin luz. Como soy de los pocos que llegan a esa hora, he visto cómo otros usuarios han tenido que regresar a buscar otro medio de transporte. No obstante, y después de muchas frustraciones de los vigilantes y los usuarios por no poder abrir la cortina metálica de la estación y esperar en vano a algún técnico auxiliar, decidimos abrirla nosotros mismos.
De esta forma, de los seis días sin luz, los tres primeros me regresé a buscar un taxi; otro día sí estuvo la cortina abierta (sin luz, insisto) y las otras dos madrugadas restantes me puse de acuerdo con la vigilante –yo desde fuera y ella desde adentro (sin arma, ni medio alguno para comunicarse)– para subir la cortina... situaciones kafkianas.
Me pregunto si el director del Metrobus, Guillermo Calderón, o el director técnico operativo, Jorge Coxtinica Aguilar, les gustaría levantarse a esa hora, llegar a un servicio público y ver las puertas cerradas después de cruzar un puente completamente obscuro. ¡Le invito a que viva esa emocionante experiencia! 6 días 6 ... sin luz.
Omar Cepeda Castro