martes, 14 de diciembre de 2010

Javier Lozano va a renunciar

José Luis Camacho Vargas
Académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; 

editor de la revista Legislatura; 
articulista de El Sol de México; 
conductor de radio. 
A dos sesiones de que concluya el periodo de sesiones ordinarias, debo decir que el trabajo legislativo ha bajado de intensidad y sólo se espera a que llegue el 15 de diciembre para cerrar el periodo e instalar la Comisión Permanente. Y es que pareciera que los diputados federales se han conformado con la idea de llevar hasta febrero la elección de los tres consejeros del IFE pendientes y atender las demandas de la sociedad. Muestra de ello es que la sesión del pasado miércoles tuvo que ser concluida antes de tiempo, debido a la falta de quórum, ya que sólo se encontraban 40 de 500 diputados federales.
Dentro de los temas que ha centrado los comentarios de pasillo de los legisladores federales ha sido el triunfo de Martín Esparza sobre el secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien sin duda fue uno de los actores protagónicos en el conflicto que antecedió a la extinción de Luz y Fuerza del Centro y lo que aconteció posteriormente. Quién no recuerda los agrios intercambios de ofensas que ambos se propinaron en los medios de comunicación y sobre todo, la actitud exaltada del secretario del Trabajo en contra del SME y su dirigente.
Sin embargo, la verdad jurídica le ha dado la razón a Martín Esparza, quien había sido tachado de líder “charro” y que ahora tendrá que ser llamado por Lozano Alarcón como “Señor Martín Esparza”.
Ante este escenario, los diputados federales de todos los partidos políticos esperan que en breve Lozano Alarcón le presente su renuncia al presidenteFelipe Calderón, ya que su permanencia en el gabinete resulta más costoso que beneficioso para el primer mandatario.
Desde ahora, ¿qué credibilidad podrá poseer el abogado Lozano frente a los sindicatos? Ninguna, responden invariablemente en San Lázaro y Xicoténcatl.
De ahí que Lozano se haya convertido en un pesado lastre, situación que se verá agravada después de que el PRI impulse la reforma laboral que en estos momentos ya ha consensuado entre los sectores productivos del país y que hará valer con su mayoría en la Cámara baja. ¿Dónde queda Lozano?
La lamentable situación en la que se encuentra quien busca ser jefe de gobierno capitalino es muestra de que la soberbia y prepotencia no son buenas consejeras en la actividad política, sin embargo, Lozano Alarcón se basó en ellas creyendo que así haría crecer su imagen e impacto entre la sociedad. Pues, ¿quién lo habrá aconsejado? Seguramente recibió mensajes de su amigo Germán Martínez Cázares.