domingo, 15 de enero de 2017

EU se acerca a su decadencia

Miguel León-Portilla, especialista en culturas prehispánicas del centro del país e interrelaciones culturales entre el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos, alza la voz para criticar la decisión de Donald Trump de obligar a México a reembolsar el muro fronterizo: “Me parece que tal afirmación tiene un sentido surrealista. Es la de un prepotente que prescinde de la realidad y actúa como si fuera señor y juez universal. Su posición debería darle vergüenza, lo mismo que a sus conciudadanos.”
14 enero 2017 | Columba Vértiz de la Fuente | Proceso
Para el autor de La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes y Visión de los vencidos, las amenazas del republicano a las empresas estadunidenses que pretenden invertir en México es “inconcebible actitud ante un país que ha sido socio y aliado en situaciones tan difíciles como la Segunda Guerra Mundial”.

Al mismo tiempo le parece normal esa postura “en un país que arbitrariamente ha impuesto el bloqueo económico a Cuba; y para México defender a Cuba ha sido defenderse a sí mismo”, dice con enfado el entrevistado, adscrito al Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.

Y agrega: “Desde que alcanzamos la Independencia, Estados Unidos ha tratado de imponernos su voluntad, cual si fuera gobernante supremo de este continente”.

–¿Qué le preocupa de los ataques y críticas que Trump hace sobre los mexicanos indocumentados?

–Trump ejemplifica el racismo, la imposición y el desprecio discriminatorio. Como historiador pienso que mientras más siga por ese camino, su país se acerca más a lo que será su decadencia. Aquello de que “a cada capillita le llega su fiestecita”, la historia lo confirma. Los imperios, mientras más arrogantes y ambiciosos, se acercan más a su fin. La historia tiene muchos ejemplos de esto. A mí me gustaría ser testigo de la decadencia final del país al que el historiador Marcelino Menéndez Pelayo llamó “coloso de los pies de arcilla”.

Creo conocer ese país

Jeff Sessions, a quien Trump propuso como fiscal general, promete combatir el tráfico de drogas procedente de México, así como aplicar sin dilación las leyes migratorias sobre los indocumentados. ¿Qué puede decir sobre esto?, se le pregunta a León Portilla

“Que también debiera prometer perseguir a los traficantes de su propio país y no solamente de drogas, sino también a los de armas. La mentalidad de nuestros vecinos es puritana. Ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Yo estudié varios años en Estados Unidos y creo conocer ese país. Siempre se dan baños de pureza, predican el bien, la democracia, la justicia, pero en la realidad sus prédicas se deberían dirigir a sí mismos.”

Experto en lengua y literatura náhuatl, códices y defensa de los derechos indígenas, el investigador de 90 años señala que “el tráfico de armas procedentes de Estados Unidos trae muerte y violencia a México”.

Y acentúa: “En vez de estar acusándonos debía de atender también a los males incontables que nos han causado y nos causan. ¿Es poco habernos robado la mitad de nuestro territorio?, ¿es propio estar amenazándonos constantemente siendo eternos cobradores de lo que Fidel Castro llamó, no deuda externa de México, sino deuda eterna de los Estados Unidos? Es imposible no repetir aquí la frase que se atribuye a Porfirio Díaz: ‘Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos’. Yo creo que todo lo que digamos de ellos en ese sentido es muy poco.

–¿Cómo califica el papel de Estados Unidos para con México en tiempos pasados?

–A mi parecer ha sido malísimo. Siempre dicen que les debemos algo. Somos como el cordero de la fábula al que acusaba el león de que le estaba ensuciando el agua que corría más abajo. De veras que si la historia conlleva ejemplos de justicia, los racistas y discriminadores de ese país tienen un futuro sombrío. Y ya no digo más porque seguramente me ficharán para que no vuelva yo a visitarlos.

No obstante, al historiador, quien ha sido reconocido por la intelectualidad estadunidense, le resulta insoportable la visión del magnate sobre México:

“Ya me había yo prometido no volver a ese país, pero cuando me dieron hace dos años en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la Medalla de Leyenda Viviente, el propio embajador me entregó la visa y por eso al final acepté. Ahora, aunque me la entregara el mismo señor Trump es obvio que me quedaría en mi casa.”