jueves, 9 de junio de 2016

Maestros desafían a Nuño con marchas, bloqueos y tomas de casetas de peaje

Maestros repudian a Nuño en la CDMX. Foto: Octavio Gómez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pese a las advertencias de las autoridades de la SEP, de sancionar con descuentos e incluso aplicar despidos, este día decenas de miles de maestros se manifestaron contra la reforma educativa en la capital del país y entidades como Guerrero y Michoacán, donde realizaron marchas, bloqueos y tomas de casetas de peaje.

En la Ciudad de México, de nueva cuenta los maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) se toparon con “muros” –de metal y de granaderos– durante la manifestación que llevaron a cabo hoy, donde reiteraron al gobierno federal su petición de instalar una mesa de diálogo sobre la reforma educativa, la evaluación docente y los despidos.
El segundo bloqueo ocurrió en la tarde en la calle Bucareli, donde se encuentra la Secretaría de Gobernación (Segob). Antes de que se acercaran los miles de maestros, las autoridades cerraron las imponentes puertas de metal instaladas en las calles aledañas al edificio público. Bucareli también fue el teatro de ligeros empujones entre maestros y granaderos, ya que éstos impidieron a los docentes ocupar un carril de Paseo de la Reforma.
Después de cerca de dos horas frente a las altas paredes, la CNTE decidió volver a su plantón, ubicado por la plaza de la Ciudadela. Los maestros saldrán de nuevo este viernes 10, durante la conmemoración del halconazo del 10 de junio de 1971.
Más temprano, Aurelio Nuño Mayer, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), refrendó que la reforma educativa “no está a negociación bajo ninguna circunstancia”, y aseveró que los procesos de despidos de 4 mil 300 maestros siguen en marcha.
Mientras la comitiva pasaba frente al Senado, bloques de granaderos y camionetas de la policía capitalina se desplegaron a lo largo y ancho de Reforma, impidiendo que los maestros cruzaran la avenida Insurgentes y llegaran a la residencia presidencial de Los Pinos.
El bloqueo generó fuertes protestas entre los maestros, pero los llamados a la calma evitaron que la situación degenerara. El receso en la marcha permitió a una comitiva de 15 secretarios generales ingresar al Senado, donde fueron recibidos por los legisladores perredistas Fidel Demédicis, Isidro Pedraza y Armando Ríos.
Los maestros aguardaban una respuesta a la petición que entregaron el pasado 31 de mayo a la Cámara alta, en la que solicitaban a los legisladores interceder con el gobierno federal para la instalación de una mesa de diálogo.
Después de una hora en el recinto, los secretarios generales salieron con el compromiso de los senadores perredistas de presentar un punto de acuerdo para discutir las consecuencias de la reforma educativa. También se comprometieron a acercarse con el gobierno para discutir la petición.
“Venimos por una respuesta y todavía no la hay”, dijo Adelfo Alejandro Gómez, secretario general de la sección 7 de Chiapas, al salir del Senado. También condenó la postura “de cerrazón” del gobierno federal respecto de la propuesta de diálogo de la CNTE.
Frente al Senado, representantes de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa dieron alcance a la marcha de la CNTE para reiterarle su apoyo. Ellos apenas salían de una reunión con Arely Gómez, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), quien les entregó un informe sobre los avances de la investigación.
Felipe de la Cruz, vocero de los padres, señaló frente a los maestros que los funcionarios de la PGR no les habían dado información contundente sobre la tragedia de Iguala.
Luego, al observarse cerrado el paso hacia Los Pinos, los inconformes decidieron desviar la marcha rumbo a la Segob.
Sin embargo, desde mediodía, los maestros que ya se encontraban en la Ciudad de México se reunieron en las banquetas que rodean el cruce de las avenidas Reforma y Bucareli, esperando a las caravanas provenientes de Michoacán, Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Éstas se tardaron varias horas en atravesar la urbe.
No obstante, imponentes bloques de granaderos y camionetas blindadas cerraban los accesos al Zócalo y al Monumento a la Revolución, mientras que un helicóptero de la policía sobrevolaba la zona de vez en cuando.
A la una de la tarde llegaron los primeros contingentes de provincia. Con ello, los docentes se aglomeraron alrededor del “antimonumento” a los 43 normalistas de Ayotzinapa, bloqueando el eje vial, y una hora más tarde arrancó la marcha.
Protestas en Guerrero
Integrantes del magisterio guerrerense realizaron protestas en oficinas de dependencias estatales, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la tienda de autoservicio Aurrerá en Chilpancingo.
A la par en el balneario de Zihuatanejo, profesores bloquearon de forma intermitente la vía que conecta con el aeropuerto internacional Ixtapa-Zihuatanejo.
Las acciones realizadas hoy por los miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) fueron para insistir en su rechazo contra la reforma educativa y la evaluación magisterial.
Desde la 10:00 horas, decenas de profesores y alumnos se apostaron sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, donde bloquearon por intervalos de 30 minutos el acceso al aeropuerto internacional ubicado en este destino turístico de la región Costa Grande.
La protesta magisterial terminó pasado el mediodía y colapsó la vialidad del destino turístico.
En Chilpancingo, los cetegistas irrumpieron en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud estatal, donde bloquearon los accesos al edificio tras desalojar a los trabajadores.
Luego, de un par de horas, los manifestantes se movilizaron hacia la sede de la CFE, donde replicaron la acción.
Posteriormente, los miembros del magisterio disidente se trasladaron a la bodega Aurrerá, ubica al sur de la ciudad, donde irrumpieron de la misma forma.
No obstante, en esta ocasión, los trabajadores de la tienda de autoservicio formaron una barrera para impedir el acceso de los manifestantes y se registró un conato de bronca que no pasó a mayores.
Los docentes pidieron a las personas que salieran de la tienda sin pagar los productos que llevaban y la situación se tensó de nuevo cuando arribaron policías estatales con equipo antimotín.
Enseguida, los profesores se retiraron del lugar y los uniformados lanzaron gas lacrimógeno para dispersar la protesta, pero el hecho no pasó a mayores.
Acciones en Michoacán
En Michoacán, más de 27 mil trabajadores de la CNTE tomaron las casetas de Zirahuén, Taretan, Casilda, Las Cañas y Feliciano, ubicadas en la autopista Siglo XXI, así como las de Pátzcuaro-Zihuatanejo, aparte de las de Maravatío, Zinapécuaro, Panindícuaro y Ecuandureo como parte de la lucha contra la reforma educativa y las evaluaciones magisteriales.
En cada caseta se observaron cientos y cientos de unidades particulares en las que los maestros se movilizaron para participar en las acciones de toma de los puntos de peaje, aunque sin impedir el paso de vehículos y por el contrario liberando su costo.
Los dirigentes magisteriales explicaron a Apro que esto es para presionar al gobierno y se llegue a un acuerdo. Tan sólo en la caseta de Zirahuén había más de cinco mil maestros y las fuerzas del orden, tanto estatales como federales, brillaron por su ausencia.
–¿Cómo cuántos participaron? –se cuestionó a un dirigente.
“Aquí en Zirahuén, más de cinco mil, y en todo el estado calculo que de 27 a 30 mil compañeros, todos en sus carros, nada de camiones, para que no nos pararan los antimotines…
Los maestros colocaron señales preventivas antes y después, así como mantas de sus respectivas delegaciones en contra de la reforma
También señalaron que sus compañeros de Chiapas, Guerrero y de Michoacán llegarían al centro de la Ciudad de México al mediodía, donde realizarían una gigantesca marcha.
Además, advirtieron que la lucha continuará en las diversas entidades, pues ya se ha dicho hasta el cansancio que la reforma educativa que pretende el gobierno “no es otra cosa que privatizar la educación, y sólo que Peña Nieto y su ‘gavilla’, la disfrazan”. (Con información de Ezequiel Flores y Francisco Castellanos)

Fuente: Proceso