La Jornada - El Correo Ilustrado
En la guerra que Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño Mayer
han emprendido contra el digno magisterio de la CNTE, que resiste una
reforma –llamada educativa– que atenta contra la educación pública y
vulnera los derechos de los trabajadores, han empleado miles de policías
de todas las corporaciones, armamento como para una guerra contra un
ejército invasor, tanquetas, helicópteros y toda la parafernalia bélica,
no para
convencer de las bondadesde un nuevo modelo educativo inexistente, sino para imponer y vencer a los maestros insumisos que nos negamos a colocarnos voluntariamente el lazo de la evaluación-despido en el cuello.
En esta guerra –nos llaman bajas colaterales– debemos enlistar a los
cinco presos de Oaxaca del 17 de mayo del 2013, la desaparición de 43
normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre del 2014, el cobarde
asesinato del maestro Claudio Castillo el 24 de febrero en Acapulco,
Guerrero, al asesinato por balas de la policía federal de Antonio Vivar
Díaz el 7 de julio del 2015 en Tlapa, Guerrero, los cuatro
presos-rehenes de la sección 22 de Oaxaca del 29 de octubre de 2015, los
70 normalistas detenidos en Michoacán el 7 de diciembre de 2015; así
como los cientos de maestros, normalistas y ciudadanos apaleados y
detenidos durante la aplicación de la evaluación punitiva; este 8 de
diciembre de 2015 enlistamos a los caídos por la imposición a sangre y
fuego de la reforma al profesor David Gemayel Ruiz Estudillo, asesinado
en Ocozocoautla, Chiapas, además de la aprehensión de seis integrantes
del movimiento magisterial popular de Chiapas.
¡Exigimos castigo a los culpables de la represión contra el
magisterio democrático y la libertad inmediata de los presos políticos
del país!
Pleno de Representantes de Escuela de la Sección 9 CNTE. Pedro Hernández