viernes, 24 de julio de 2015

EPN: 4 mil 384 pobres más por día / Robles: "seguir por este camino" / Coneval: la fábrica, a todo lo que da

Carlos Fernández-Vega / México SA
La estadística oficial documenta que el número de pobres en el país se incrementó a razón de 4 mil 384 adicionales por día (alrededor de 3 por minuto) de estancia de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, de tal suerte que en el primer bienio de su gobierno (2012-2014) el inventario mexicano de depauperados creció en 3.2 millones en tan lamentable situación. Y se trata de un periodo en el que –según el machacón discurso– México va por el rumbo correcto.

Así, al cierre de 2014, en este México modernizado más de la mitad de la población es pobre, o lo que es lo mismo, 63 millones 800 mil mexicanos sobreviven en condiciones infrahumanas con todo y que los últimos cinco gobiernos (de Salinas a Peña Nieto) no han dejado de presumir sus políticas y programas para combatir la pobreza en el país.
Tales políticas y programas han sido tan efectivos, que de Salinas al primer bienio de Peña Nieto al inventario de pobres en el país se han sumado cerca de 18 millones de mexicanos. Y son cifras oficiales, de tal suerte que sin duda alguna la realidad es mucho más lacerante.
El Coneval actualizó el inventario de pobres en el país (2012-2014), aunque a últimas fechas ha hecho una mescolanza de indicadores dejando al más importante en un lejano plano, es decir, el relativo al ingreso, que es el determinante. Sin él, lo demás es inaccesible. Pero el organismo intenta amortizar el crecimiento de la pobreza por medio de indicadores de vivienda, salud, educación y algunos más, por mucho que esos servicios son extremadamente deficientes.
Con todo, el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, reconoció que el citado periodo el ingreso fue el rubro que no mejoró, lo cual ocurre desde hace al menos 20 años, y el porcentaje de población con ingreso inferior a la línea de bienestar, es decir que no tiene recursos para comprar la canasta alimentaria, pasó de 60.6 millones (51.6 por ciento) a 63.8 millones (53.2 por ciento), es decir, uno de cada dos mexicanos. Sin embargo, utilizando la mezcolanza referida, oficialmente el número de pobres es de 55.3 millones, 2 millones más que en 2012.
Sin embargo, las propias cifras de Coneval revelan que en términos más amplios, la desigualdad crece a pasos agigantados, a tal grado que a estas alturas sólo 13 de cada cien mexicanos son catalogados como no pobres ni socialmente vulnerables. Los 87 restantes se encuentran en condiciones que van de críticas a extremadamente críticas, es decir, más de 104 millones de personas se encuentran en tal situación (entre ellos 28 millones, quienes de plano no tienen un centavo para comer).
Además, 64 de cada cien mexicanos sobreviven con un ingreso inferior a la línea de bienestar (ésta fijada en 2 mil 594.83 pesos en el ámbito urbano y mil 658.58 pesos el rural, ambos mensuales, suficientes, oficialmente, para adquirir las canastas alimentaria y no alimentaria, indicadores establecidos por el Coneval con valores de por sí reducidos) y casi 25 adicionales obtienen un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo (mil 281.05 y 898.78 pesos, respectivamente, sólo para adquirir la canasta alimentaria). ¿En serio con esas cantidades puede hablarse de bienestar? Y todavía salen a cacarear que México va por el rumbo correcto.
Lo cierto es que resulta más que notorio el fracaso de la Sedesol, con miss Pepsi Rosario Robles a la cabeza, a quien la cara se le pone más dura cada día que pasa. Y como muestra allí está lo que ayer declaró a la agencia oficial Notimex: la estrategia de protección social del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, para contener y evitar un crecimiento del sector más pobre de la población en México, está funcionando y debemos seguir por este camino. Los más pobres entre los pobres son a los que hemos llegado, son los que más necesitan la acción de gobierno, y son en los que estamos focalizando todo nuestro trabajo, es totalmente cierto que han sido protegidos y no han sido golpeados por esta condición, al contrario, su condición mejoró y disminuyó esta pobreza extrema.
Y se quedó tan fresca, presumiendo que el ingreso de los más jodidos creció. Basa su dicho en que de acuerdo con el Coneval la pobreza extrema se redujo de 11.5 a 11.4 millones (alrededor de 90 mil personas o 0.8 por ciento del total) entre 2012 y 2014, y que en igual periodo los hogares más pobres del país aumentaron su ingreso trimestral en 160 pesos, es decir, 1.78 pesos por día. De acuerdo con el Inegi, cada hogar es habitado por 3.8 personas, como promedio, de tal suerte que el aumento por habitante fue de 47 centavos, y la señora Robles lo festeja, porque, dice, el gobierno los ha protegido y, por lo mismo, debemos seguir por este camino.
Pero más allá del execrable cinismo de la señora Robles en particular, y del gobierno en general, lo cierto es que llámese Solidaridad (Salinas), Progresa (Zedillo), Oportunidades (Fox y Calderón) o Prospera (Peña Nieto), la denominada política social (la misma gata, pero revolcada a lo largo de cinco gobiernos) nada resuelve (salvo no pocos procesos electorales, a favor de quien maneje el padrón de beneficiarios), y muestra de ello es que desde el primer programa (el salinista) al actual (el peñista), con un multimillonario presupuesto oficialmente destinado al combate, el número de pobres se ha incrementado sustancial y permanentemente, tanto como 40 por ciento, y contando. La fábrica de pobres, pues, más que productiva.
En fin, el Coneval reiteró que el ingreso corriente total promedio trimestral por hogar se redujo en términos reales en 3.5 por ciento entre 2012 y 2014. Los resultados de la pobreza y la pobreza extrema entre 2012 y 2014 pueden ser explicados en buena medida por el ingreso, así como por la evolución de las carencias sociales y la dinámica demográfica. En síntesis, otro bienio socialmente perdido.
Las rebanadas del pastel
Dice el ministro del (d) año que en México el mercado de divisas está funcionando bien y de manera ordenada. Y, sí, lo hace de maravilla, porque ayer el tipo de cambio una vez más rompió récord: 16 mil 500 escuálidos pesotes por dólar (16.50 en versión light). Ahora que si de efectividad se trata, allí están los alcaldes oaxaqueños, chiapanecos y guerrerenses en abierta persecución de Videgaray, para que éste les pague lo que les debe: alrededor de mil 200 millones de pesos del Fondo de Apoyo en Infraestructura y Productividad, siempre prometidos pero nunca entregados. Y se trata de los municipios más fregados de esta República de discursos que va por el rumbo correcto.