BERLÍN, (proceso.com.mx).- En Guerrero no existen condiciones para
realizar elecciones, se requieren nuevas formas de participación y
representación fuera del sistema actual, que corrompe tan pronto se
entra en él.
Así lo advierte Omar García, normalista de Ayotzinapa, quien este
jueves encabezó, junto con Eleucadio Ortega, padre del estudiante
desaparecido Mauricio Ortega, una manifestación frente a la embajada del
gobierno mexicano en Berlín para exigir la presentación con vida de sus
43 compañeros y agradecer el apoyo que ha recibido su causa de parte de
la comunidad internacional.
Se necesita, aseguró, una participación directa y estructuras gubernamentales más amplias a las existentes.
“Viene un periodo electoral con el que no estamos de acuerdo. Creemos
que al votar lo que hacemos es legitimar al sistema actual, integrado
por los delincuentes de siempre, esos políticos que sólo son una clase
parasitaria de vividores, gente que sólo vive del erario. Nosotros
apostamos por algo más que el voto. Tenemos que organizarnos y buscar
alternativas. Creemos, por ejemplo, que los consejos municipales
funcionarían más que un simple gobernante que nombra como quiere a su
equipo. Que sean varios los representantes que legislen y que dialoguen
en la toma de decisiones y que sean más constructivos y más cercanos al
pueblo”, explicó.
-¿La vía es una autogestión paralela a las instituciones?
-Si, como las comunitarias. No estamos con la política interestatal,
fuera de ella también se puede hacer política. Se trata de participa en
asuntos públicos sin necesidad de integrarse a un sistema que corrompe.
La desaparición el pasado 26 de septiembre de 2014 de 43 de sus
compañeros de estudio de la Normal Rural de Ayotzinapa colocó
circunstancialmente a Omar García a la cabeza del movimiento social que
exige no sólo la aparición con vida de éstos, sino también un cambio
social.
Este joven guerrerense tiene claro que para lograr eso no basta una
nueva elección ni más “propaganda y chismorreo” político que sólo
fomenta una toma de decisiones de forma vertical. Por ello, asegura, ya
rechazó ofertas de puestos en partidos políticos en los que las
decisiones las toman unos cuantos.
“A mí por ejemplo ya me ofrecieron un puesto en el Movimiento de
Regeneración Nacional. ¿Para qué chingados quiero un puesto ahí si
quienes van a determinar son unos cuantos de arriba?”, dice.
– ¿Cómo se protegen de ser utilizados políticamente?
– Simplemente decimos gracias por el ofrecimiento pero no es lo que
estamos buscando. Si ni siquiera (como movimiento) hemos tratado de
lucrar para nada con la imagen de nuestros 43 compañeros menos lo
haríamos en un partido político. No.
Y al respecto, es radical en relación a cualquier partido político:
“Su discurso (de Morena) es que nuestra figura serviría para unificar a
los movimientos sociales o para atraer a esas corrientes al movimiento
de Regeneración, lo que quiere decir realmente es que ellos no tienen
verdadero contacto con la gente. Tienen contacto con otro tipo de bases
de apoyo partidistas que sólo piensan en las urnas. Nosotros no vamos a
hacer parte de ese juego”, asegura.
Desde el pasado 17 de abril y hasta el próximo 19 de mayo la Euro
Caravana 43 -integrada por Omar García, Elecaudio Ortega y Román
Hernández del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan- recorrerá 12
países europeos con la finalidad de tener encuentros con la sociedad
civil para informar el estado del caso de la desaparición de los 43
estudiantes de Ayotzinapa.
“Queremos encontrarnos con la sociedad civil para informales que a
pesar de que la exigencia de aparición con vida de los 43 estudiantes
desaparecidos ya no aparezca en los medios de comunicación es vigente
todavía y que hay un proceso de revisión de un grupo de expertos sobre
la investigación realizada por la PGR”, explicó en breve entrevista
Román Hernández.
El representante de Tlachinollan explicó que los encuentros con
actores políticos en los distintos países que recorre la caravana
quedaron excluidos, pues resulta más efectivo el intercambio con la
sociedad civil, ya que ésta tiene más recursos para presionar e incidir
en sus gobiernos.
“Como defensores de derechos humanos, estudiantes y padres de familia
tenemos una interlocución más natural con la sociedad civil organizada.
Con los gobiernos se ha complicado la relación porque hay muchos
gobiernos, por ejemplo de la Unión Europea, que tienen muchos intereses
económicos en México y que va a ser difícil que condenen las violaciones
graves de derechos humanos que están ocurriendo actualmente.
“Pero pensamos que la sociedad civil de cada ciudad conoce
directamente a sus gobierno y pueden asumir una responsabilidad para
presionar a sus gobiernos para que exijan la vigencia plena de los
derechos humanos”, señaló Hernández.
Durante la mañana, la Euro Caravana y cerca de un centenar de
simpatizantes realizaron una manifestación frente a la embajada mexicana
en Berlín. Como acto simbólico, los participantes soltaron 43 globos
blancos en recuerdo de los estudiantes desaparecidos y exigieron al
gobierno mexicano la presentación de éstos vivos