El Correo Ilustrado-La Jornada
En la ciudad industrial de Monclova en dos semanas se han producidos
varios paros de labores en grandes empresas debido a que la patronal niega las
utilidades a sus obreros, las ganancias de una empresa que debe compartir con
sus trabajadores: un derecho constitucional que la patronal escurre con la
complicidad de Hacienda. ¿Qué patrón puede convencer a sus trabajadores de que
no tiene ganancias, cuando la producción a la vista va en crecimiento? En las trasnacionales Teksid, Gunderson, Conduit, Pytco y Tanaka, en dos
semanas los obreros pararon labores, sin que nadie los apoye. La CTM se pone de lado de las empresas, los patrones insisten en su negativa
y las cámaras patronales condenan a paristas en los medios.
¿Qué puede hacer la mayoría de los obreros en tal situación? En el caso de
Teksid y Gunderson acudieron al sindicato minero y le pidieron afiliarse a él
para que los defienda, pero, como eso lleva tiempo, pidieron asesoría para
solucionar el conflicto y volver a trabajar. Firman un convenio entre las partes
y legalizan el paro: el triunfo es de los obreros.
Pero la libertad sindical enfrenta un laberinto de obstáculos para dejar la CTM y pasar el sindicato minero, porque la competencia de esas empresas es federal, pero se registran como locales con autoridades cómplices que hacen imposible el procedimiento para lograr libertad sindical.
¿A quién conviene este círculo vicioso, a la larga una bomba de tiempo?
Por la ANAD: Karla Michel, Lauro Sol, Jesús Campos, Manuel Fuentes,
Enrique Larios, Estela Ríos, Nahir Velasco, Óscar Alzaga y 21 firmas más
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada