miércoles, 19 de febrero de 2014

Marcha en Kiev termina en batalla campal; 14 muertos y 200 heridos

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El líder del Parlamento sufre una embolia en pleno debate, que acabó a puñetazos
Yanukovich se reúne hoy con líderes de oposición
EU pide poner fin a la confrontación
Juan Pablo Duch | Corresponsal | Periódico La Jornada | Miércoles 19 de febrero de 2014, p. 30
Moscú, 18 de febrero.- La violencia reapareció en el escenario político de Ucrania, con nuevos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes más radicales que hoy dejaron como saldo, según datos de los servicios sanitarios, al menos 14 muertos, ocho opositores y seis policías, así como más de 150 heridos entre los primeros y 47, entre los segundos.
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Opositores disparan a la policía antomotines al volver la violencia a las calles de Kiev, que ayer provocó unos 14 decesos y decenas de heridos, la mayoría por impacto de balaFoto Ap
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El perímetro de la Plaza de la Independencia volvió a estar en llamas debido a los neumáticos quemados, que provocan grandes humaredas. Con la recién aprobada ley de amnistía, que dejó en libertad a los manifestantes detenidos, parecía que el gobierno de Ucrania y sus detractores alcanzaban un acuerdo a la crisis que cumple casi tres mesesFoto Ap
Decenas de heridos se encuentran en hospitales con impacto de bala, la causa principal de la muerte entre los manifestantes este martes.

La sangre volvió a derramarse en Kiev tan sólo un día después de que pareciera que gobierno y oposición habían sentado las bases para seguir negociando un arreglo político de la crisis que afecta ese país eslavo durante ya casi tres meses, cuando el lunes anterior entró en vigor la ley de amnistía y quedaron en libertad los últimos 234 manifestantes detenidos, luego que los opositores desocuparon la sede la alcaldía de Kiev y otros edificios gubernamentales tanto de la capital como de provincia.

La Rada tenía que debatir hoy la propuesta opositora de restablecer mediante simple votación la Constitución de 2004, lo que recortaría sustancialmente las facultades del presidente Viktor Yanukovich en favor del Parlamento y, a la postre, permitiría formar un gobierno de coalición o convocar elecciones anticipadas presidenciales y legislativas, principal demanda de la oposición desde que estalló la actual crisis.

Agotados los argumentos tanto en pro como en contra, algunos diputados se liaron a puñetazos y el presidente de la Rada, Vladimir Rybak, sufrió una crisis de hipertensión que requirió llamar una ambulancia y suspender las labores.

En tanto, miles de manifestantes contrarios a Yanukovich –la mayoría militantes de grupos de extrema derecha, ultranacionalistas y de corte neofascista– rompieron el cordón de vigilancia policial para dirigirse hacia la Rada.

Corrió el rumor de que Yanukovich podría nombrar hoy un nuevo primer ministro, para desbloquear la entrega de los siguientes 2 mil millones de dólares dentro de la ayuda económica prometida por Moscú.

“Nuestro objetivo es rodear el Parlamento e impedir que la mayoría oficialista de los diputados ratifique un primer ministro ‘proruso’, cuando hoy debe resolverse la reforma constitucional”, explicó Andrei Paruby, diputado de Patria, el partido opositor de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, y uno de los líderes de los activistas irreconciliables que se niegan a abandonar la Plaza de la Independencia. Paruby hizo estas declaraciones horas antes de sufrir una embolia y requerir hospitalización.
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Estados Unidos y la Unión Europea expresaron su consternación por la violencia en Kiev. En la imagen, un manifestante, ayer, durante los enfrentamientos con la policía. Foto: Ap

Varios miles de jóvenes, armados de palos, piedras y cocteles molotov, arrasaron las oficinas del oficialista Partido de las Regiones. Tras exigir la salida del personal que se encontraba trabajando ahí, prendieron fuego al edificio.

Unas calles más adelante las unidades antidisturbios los recibieron con gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento. Al poco, se desató una batalla campal en pleno centro de Kiev, similar a la que ya hubo un mes atrás, y se escucharon los primeros disparos, atribuidos a francotiradores de la policía atrincherados en las azoteas de los edificios cercanos.

Las unidades antidisturbios cercaron esta noche la Plaza de la Independencia y, con el uso de cañones de agua, se disponen a dispersar a los manifestantes, mientras el perímetro de la plaza vuelve a estar en llamas por los neumáticos quemados que provocan grandes humaredas.

Rusia, a través de su cancillería, calificó el drástico deterioro de la situación en Ucrania de resultado directo de la connivencia de los políticos occidentales y las estructuras europeas, que han cerrado los ojos a las acciones agresivas de fuerzas extremistas.

La Unión Europea, que no se dio por aludida, expresó preocupación por medio de su responsable de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton. Me preocupa mucho la grave escalada en Kiev y las noticias de que hubo víctimas. Condeno todo uso de violencia, incluida la que se lleva a cabo contra edificios públicos o de partidos, señaló en un comunicado.

Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó a Yanukovich para declararse consternado por la violencia y urgir al mandatario ucraniano a poner fin a la confrontación y a reanudar el diálogo con la oposición.

Yanukovich se reunirá este miércoles con los líderes de la oposición, Arseni Yatseniuk, de Baktivschina (Patria), Vitali Klichko, de UDAR (Golpe) y Oleg Tiagnibok, de Svoboda (Libertad), para tratar de frenar la violencia e intentar elaborar un proyecto consensuado de enmiendas constitucionales que la Rada pudiera votar el jueves.

Pero antes gobierno y oposición tendrán que acordar una tregua, la enésima en esta ya larga confrontación.