viernes, 24 de enero de 2014

Michoacán, invitado a Davos / Violencia y autodefensas / Ilusionismo en los Alpes / Congreso Popular

Astillero-Julio Hernández López
El invitado se abrió paso en Davos aunque Enrique Peña Nieto pretendía ignorarlo o creía haberlo dejado en México. Su ropaje no era nada glamoroso y su presencia contradecía o cuando menos condicionaba mucho de lo que con grandes afanes mercadológicos describía el atildado mexiquense promotor de ventas: era el caso de la creciente y escandalosa inseguridad pública, del sostenido crecimiento delictivo y de las preocupantes fuerzas civiles de autodefensa.
La realidad sangrienta y desbocada asomó al discurso del ex gobernador del estado de México, aunque éste pretendió aparentar que desde Los Pinos va alcanzando cierto control. Habló de la presunta disminución en la comisión de hechos ilícitos, de que ha habido “avances” e incluso señaló que “en Michoacán el Estado ha entrado de lleno a los municipios donde hay una debilidad institucional”. Sobre los civiles que patrullan con armas en las manos, reiteró que hay una invitación oficial para que se encuadren en las corporaciones policiacas para que desde allí satisfagan su vocación vigilante.

Michoacán, el narcotráfico y la contrapartida civil armada, presentes en el catálogo de presunta joyería fina que fue a exhibir a Suiza el continuo viajero internacional, que de cualquier forma se mantuvo aferrado a su discurso optimista. Una Peñalandia esplendorosa es dibujada en los Alpes con pinceles propagandísticos en espera de multiplicar la clientela forastera, tan interesada en aprovechar la apertura salvaje generada por las reformas sexenales. La canasta básica del País de la Ilusión tiene de todo: modernidad, democracia, legalidad, pactos, honestidad y muchas ganas de que los inversionistas se decidan a venir para confirmar tantas bellezas juntas.

Y, sin embargo, las protestas sociales se multiplican en ese mismo México. Por distintas razones y en diversas latitudes se producen expresiones activas de descontento ciudadano por temas locales, específicos, gremiales, administrativos, que no son positivamente resueltos por los poderes burocráticos que, como consecuencia natural del estado de corrupción que se ha institucionalizado, están al servicio de los intereses de las élites corruptoras y no de las colectividades agraviadas.

En ese contexto de insatisfacción social ascendente, que se ha distanciado en firme del aparato tradicional de representación popular y de los órganos formales de gobierno, se inscribe el proyecto de participación ciudadana denominado Congreso Popular, cuyas bases están disponibles desde hoy en www.congresopopular.org. La esencia de este movimiento reside en el desconocimiento político de los mecanismos que han fallado a la hora de dar respuesta a la gente y que han permitido la instauración de fórmulas, prácticas, reformas y acuerdos que dañan profundamente el interés popular y la soberanía nacional. Por ello, unos 80 ciudadanos pertenecientes a diversas ramas del trabajo intelectual y artístico han convocado a instalar esa asamblea que decidirá el próximo 5 de febrero si revoca en términos políticos las reformas en materia energética y si se alista para asumir el 18 de marzo venidero formas de protesta y desobediencia civiles que sean pacíficas pero que tengan contundencia.

No se trata de instaurar diputaciones o senadurías ilusorias o permanentes, pues los representantes populares irán cambiando en las sesiones y provendrán de un mecanismo imaginativo, que invita a los interesados a proponer su candidatura e inscribirla en un formato de Internet (en la misma dirección antes mencionada, www.congresopopular.org) para que una comisión de los organizadores seleccione, mediante una insaculación transparente, a quienes tendrán derecho a asistir al debate y votación del 5 de febrero. Tampoco se alienta la idea de que la eventual revocación política tenga verdaderas consecuencias legales inmediatas, aunque parte de la motivación consiste justamente en recuperar la convicción de que el reformismo peñista no es irreversible y que en este año es indispensable reforzar la protesta viable, de frente a las modificaciones hechas el año pasado, en especial en cuanto a lo energético.

Astillas

Sobre lo publicado aquí en entregas anteriores respecto al “efecto cucaracha”, señala un lector, cuyo nombre será omitido por esta columna, aunque el propio interesado no lo pidió: “La gente del estado de Morelos lo estamos viviendo en carne propia. Desde septiembre del año pasado se ha incrementado la inseguridad, el cobro de piso y sobre todo los secuestros. Yo radico en el municipio de Yautepec, donde en los días que van del año casi hemos tenido un secuestro por día. Se especula que son los templarios, que ya estaban aquí y ahora están delinquiendo sin que nadie los moleste. Lamentablemente, el gobernador no dice nada, menos nuestro edil municipal. Espero que puedan ver lo que estamos viviendo antes de que esto pase a términos como los de Michoacán u otros estados del norte”... El tribunal electoral federal ha confirmado por votación unánime los cambios hechos por panistas a sus estatutos el año pasado, con lo que todo queda listo para programar y detallar la próxima elección de presidente de su comité nacional, lo que por primera vez en la historia del partido conservador se hará por voto directo de los militantes y no en reuniones reducidas, mediante delegados. La decisión de ese tribunal agrega bonos a Gustavo Madero (el candidato de los moches, y no precisamente de Sinaloa), quien deberá anunciar en fecha próxima su determinación de ir por un segundo periodo y precisar si dejará en la silla nacional de mando a la secretaria general, Cecilia Romero, o se mantiene como dirigente y candidato, pues a fin de cuentas la legalidad interna se lo permite, aunque los calderonistas empujan para que pida licencia al cargo ejecutivo, por razones “éticas”... Y, mientras el contador oficial de detenciones en Michoacán llega al centenar, pero ninguna de ellas de verdadero primer nivel, ¡feliz fin de semana!

Fuente: La Jornada