México SA-Carlos Fernández-Vega
Desde los tiempos del inenarrable Felipe Calderón, cuando menos, los tecnócratas instalados en el gobierno federal aseguran que el constante aumento de los precios de los energéticos no es inflacionario” ni afecta mayormente a los consumidores, pues, dicen, los incrementos se “focalizan” en los estratos de mayor ingreso.
Pues bien, el más reciente informe del Inegi sobre el comportamiento del índice nacional de precios al consumidor (octubre de 2013) revela que los precios anualizados de los energéticos se incrementaron tres veces más (9.62 por ciento) que el aumento de la inflación general (3.36 por ciento) y que sólo en el décimo mes del presente año el avance fue de 4.26 por ciento, contra 0.48 por ciento del índice general, es decir, una diferencia cercana a 10 tantos.
De acuerdo con el reporte oficial de la inflación, en octubre pasado ningún precio creció en la proporción en que lo hicieron los energéticos. De hecho, todos los subíndices que reporta el Inegi tuvieron avances poco significativos en el mes, e incluso algunos de ellos descendieron con respecto a su nivel observado en septiembre.
Los subíndices que registraron mayores incrementos en los precios fueron “otros servicios (con 0.48 por ciento, que incluyen, entre otros, loncherías, fondas y taquerías, restaurantes y similares, servicio telefónico local fijo, servicio de telefonía móvil, consulta médica, servicios turísticos en paquete, de acuerdo con la definición del Inegi), frutas y verduras (0.3 por ciento), y alimentos, bebidas y tabaco (0.29 por ciento, que considera alimentos procesados, bebidas y tabaco, sin incluir productos agropecuarios). Hasta allí todo más o menos bien, hasta que aparece el reporte de los precios de los energéticos: 4.26 por ciento tan sólo en octubre pasado.
Si el periodo de análisis se anualiza, entonces sobresale que los mayores aumentos de precios han sido provocados por el gobierno federal: los energéticos (9.62 por ciento) y las tarifas (7.83 por ciento, contra una inflación general de 3.36 por ciento, hasta el cierre de octubre pasado). El incremento más cercano a dichas proporciones es el de alimentos, bebidas y tabaco con 3.28 por ciento. Pero bueno, dicen los tecnócratas que el permanente aumento en los precios de combustibles y tarifas eléctricas “no es inflacionario” ni afecta al poder adquisitivo del salario. ¿Ustedes lo creen? Yo tampoco.
En su reciente informe sobre la inflación julio-septiembre de 2013, el Banco de México indica que “en lo que respecta al subíndice de precios de energéticos y tarifas autorizadas por distintos niveles de gobierno, en el tercer trimestre de 2013 éste registró una variación anual promedio de 8.32 por ciento, mientras que en el trimestre previo dicha variación había sido de 7.42 por ciento. Este comportamiento se explica principalmente por tres factores: el mayor desliz (aumento) en los precios de las gasolinas respecto del año anterior; el desvanecimiento del efecto derivado de la eliminación de la tenencia vehicular en varias entidades ocurrido el año anterior; y los aumentos en las tarifas de transporte público que tuvieron lugar en algunas localidades del país en el trimestre previo. De esta forma, el primer punto mencionado contribuyó a que el grupo de energéticos aumentara su tasa de variación (incremento) anual promedio de 7.67 a 8.43 por ciento del segundo al tercer trimestre, mientras que la eliminación de la tenencia vehicular y los aumentos en las tarifas del transporte público elevaron la variación anual promedio del grupo de tarifas autorizadas por distintos niveles de gobierno, de 6.64 a 7.75 por ciento en el mismo lapso”.
En años recientes, explica el Banco de México, “las tasas de variación anual de los precios de las gasolinas han sido elevadas y han tenido una incidencia importante sobre el nivel de la inflación general anual… El índice de precios de las gasolinas ha registrado un incremento mayor que la inflación general a partir de 2010. Entre 2004 y 2009 los aumentos en los precios de las gasolinas aportaron en promedio 19 puntos base a la inflación general anual, mientras que entre 2010 y 2013 la contribución promedio fue de 41 puntos. En la primera quincena de octubre de 2013 aportaron 55 puntos… En contraste, si los precios de la gasolina en los últimos años se hubiesen incrementado en línea con la inflación objetivo, la contribución a la inflación general sería de sólo 14 puntos base, con lo que la inflación general hubiese sido 41 puntos más baja en la primera quincena de octubre. En el contexto actual donde las brechas entre los precios internos y externos se han reducido y dada la relativa estabilidad que se prevé en los precios internacionales de los energéticos, el cambio en la política de fijación de precios de las gasolinas a partir de 2015 se prevé contribuya a reducir las expectativas inflacionarias de los agentes económicos en México, en particular las correspondientes a ese año y los subsecuentes”.
Qué bueno, pues, que los aumentos a los combustibles “no son inflacionarios”, como aseguran los tecnócratas incrustados en el gobierno federal. Y mientras llega el gasolinazo de diciembre, el Inegi reporta que en octubre pasado el índice de precios subyacente presentó un avance de 0.19 por ciento, alcanzando una tasa anual de 2.48 por ciento. El índice de precios no subyacente subió 1.41 por ciento, colocando su tasa de variación anual en 6.18 por ciento.
Al interior del índice de precios subyacente, el subíndice de precios de las mercancías observó un incremento de 0.11 por ciento, como consecuencia del aumento en los precios de los alimentos, bebidas y tabaco de 0.29 por ciento, y la baja de 0.04 por ciento en los precios de las mercancías no alimenticias. Por otra parte, el subíndice de los servicios reportó un crecimiento en sus precios de 0.26 por ciento. Dentro del índice de precios no subyacente, el subíndice de precios de los productos agropecuarios mostró una reducción de 0.72 por ciento, como efecto del alza en los precios de las frutas y verduras de 0.30 por ciento y la caída en los precios de los productos pecuarios en 1.30 por ciento.
Las rebanadas del pastel
Al inicio del movimiento magisterial exigió que les pegaran hasta por debajo de la lengua; ahora la misma dependencia exige que no lo toquen ni con el pétalo de una rosa. ¿Se puede saber qué tipo de productos del campo fuman en la Secretaría de Gobernación?
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada