
21 noviembre 2013 | Sergio Ortiz Borbolla | Contralínea
Llegaron con la urgencia de establecer un contacto con el ciudadano para mostrarle las condiciones de vida y de trabajo del “otro” mexicano, para llevarlo al México que poco a poco fallece.
El llamado que hicieron a las autoridades federales fue claro: ordenar de manera urgente el mercado agroalimentario y procurar un pago justo por las cosechas.
La caravana se integró por labriegos de Chihuahua, Durango, Zacatecas, Guanajuato, Morelos, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y el Estado de México.
Paseo de la Reforma se vio saturada por los productores que, a caballo, protestaban ante la injusticia que los está matando. Fue una manifestación llena de energía: el sector que le da fuerza al país se expresó, bailó, exigió e intentó sensibilizar a una ciudad que vive día a día sin reflexionar esta problemática que es de vital importancia para el desarrollo económico y social del país.