Va contra la tendencia mundial de incentivar la inversión y el empleo, coinciden
Se preguntan: “¿a quién se quiere beneficiar?”
Se busca limitar la deducibilidad de prestaciones empresariales a trabajadores junto con el pago de la cuota del IMSS, advierten
La reforma fiscal que se perfila después del primer cedazo de la Cámara de Diputados va en contra de la tendencia mundial de generar más incentivos a la inversión y la creación de empleo. El conjunto de medidas añade carga fiscal a personas de menor ingreso, de acuerdo con expertos en temas fiscales y financieros. Los cambios introducidos en el Congreso a la propuesta que hizo el presidente Enrique Peña Nieto implican una menor recaudación a la esperada, consideraron.
“La pregunta es a quién se quiere beneficiar” con la reforma fiscal, planteó Juan José Arcos, socio del despacho Garrido y Licona, especializado en temas fiscales y contables. “Esta reforma deja más desprotegidos a los más desprotegidos”, explicó a La Jornada.
Hay dos modificaciones contenidas en la propuesta del Ejecutivo que se mantienen en el dictamen aprobado por la Comisión de Hacienda del Congreso el martes por la noche (hasta el cierre de esta edición seguía el debate en el pleno), explicó Arcos.
Una, la que pretende limitar la deducibilidad de las prestaciones que una empresa otorga a sus trabajadores. Ahora, esas prestaciones están exentas para el trabajador en 41 por ciento de su monto. La supresión de este beneficio “pone a los patrones en una disyuntiva”, expuso. “Tienen que tomar la decisión de quién absorbe ese costo y sólo hay dos opciones: o los patrones o el propio trabajador”. En el primer caso la empresa resiente un incremento en el pago del impuesto sobre la renta (ISR). El patrón puede optar por trasladarlo al trabajador, que vería mermado su ingreso, añadió.
“Un ejemplo: un trabajador hoy gana 10 mil pesos y recibe mil de vales de despensa al mes. Ahora paga ISR sobre 10 mil pesos, digamos que el impuesto sería de 2 mil pesos. Su ingreso neto son 8 mil pesos en efectivo y mil en vales. Si, como consecuencia de la reforma, el patrón decide darle los 11 mil pesos en efectivo, será mayor la base del ISR. Por poner una cifra, va a pagar 2 mil 300 pesos de impuestos. Va a tener 300 pesos netos menos que como está ahora”, explicó el especialista.
Esa situación, añadió, es preocupante, porque generalmentre las empresas otorgan un mayor monto de prestaciones a los trabajadores de ingresos más bajos. En estos casos, las prestaciones representan 30 a 40 por ciento del ingreso neto, mientras en los niveles salariales más altos no superan 5 por ciento del ingreso total, dijo. Esta modificación “afecta más a los de menores ingresos, que son supuestamente los que no quería afectar la reforma”.
Otra prestación que dan algunas empresas es pagar el IMSS que el trabajador debe aportar. “Eso también creemos que puede afectar los ingresos de los trabajadores. Esas son las medidas más fuertes que afectan al trabajador. Son cosas que la empresa ya no podría deducir. Dijeron, como lo veo, que no era políticamente correcto que el gobierno quitara las exenciones, pero están trasladando la obligación a las empresas a efecto de que no pierdan deducibilidad”.
Es otra modificación que afecta el ingreso del trabajador, explicó Arcos. Algunas empresas, a modo de prestación, cubren la cuota que el empleado debe aportar al Instituto Mexicano del Seguro Social (las aportaciones al IMSS son realizadas por la empresa, el trabajador y el gobierno). Como ya no será deducible del impuesto sobre la renta, el patrón puede optar por ya no pagar esa cuota, lo que puede afectar el ingreso de los trabajadores, añadió.
De acuerdo con el dictamen aprobado por la Comisión de Hacienda, se duplicó el monto de deducciones que una persona puede hacer en su declaración anual del ISR. La propuesta original era que el monto máximo era de 47 mil 200 pesos, cantidad que aumentó a 94 mil 550 pesos.
Se mantiene la posibilidad de deducir los intereses reales por créditos hipotecarios, siempre que el crédito no sea mayor a 250 mil unidades de inversión, alrededor de un millón 245 mil pesos a valor actual.
“La pregunta respecto de esta decisión de aumentar el monto que una persona puede deducir en su declaración anual del ISR es a quién se quiere beneficiar”, planteó. “Un ejemplo: una persona de la tercera edad, que tiene un ingreso bajo pero su gasto médico es alto. Parece medio perverso el mecanismo. A las personas de buen ingreso se les permite una mayor deducción, pero no a otros. Aquí dejamos más desprotegidos a los más desprotegidos. Hay gente de la tercera edad que lo que obtienen en un año lo gastan en una operación y ahora no lo podrán deducir, más que en una cantidad limitada”.
Menor recaudación
Los diputados suprimieron algunas propuestas de la iniciativa original, como la que gravaba con impuesto al valor agregado (IVA) las colegiaturas, intereses hipotecarios y renta de vivienda. Mantuvieron en cambio la homologación del IVA en las fronteras, que pasa de 11 a 16 por ciento; adicionaron al impuesto especial de un peso por litro de bebidas endulzadas y uno similar al consumo de algunos dulces y frituras.
“Los cambios conocidos hasta ahora sugieren que el impacto recaudatorio de la reforma fiscal que se aprobará será menor al inicialmente previsto por la iniciativa presidencial, el cual suponía que en 2014 se recaudaría 1.4 por ciento como proporción del producto interno bruto”, explicó Isaac Velasco, analista del grupo financiero Ve por Más.
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada