miércoles, 1 de mayo de 2013

Nadie tocará a encapuchados y maestros, hasta que se vaya Obama

imagen1Visita del presidente de Estados Unidos es un parteaguas en la toma de decisiones; la prueba está en los dichos de Manuel Mondragón
Hugo Páez | Impacto - Teoria del Caos | 30 Abril 2013
No habrá operativo contra maestros de la CETEG en Guerrero, los encapuchados de la UNAM, el magisterio saqueador de Michoacán o Oaxaca, no cuando menos hasta que termine la visita de Barack Obama a nuestro país.
Partiendo de la tesis de que los brotes de protesta, más allá de las exigencias incumplibles, debilitan el gobierno de Enrique Peña Nieto, no me imagino a Miguel Osorio Chong corriendo el riesgo de que algún operativo se salga de control e incendie uno de los movimientos. Cualquiera sería suficiente para contaminar los otros como vasos comunicantes.
No sólo eso: Gobernación tendrá que mantener el control sobre este tipo de decisiones de Ángel Aguirre Rivero y Jesús Reyna García, el interino de Michoacán.
Tal vez por eso llegó con presión inesperada el pronunciamiento de los cinco ex rectores de la UNAM, en el que exigen la intervención del gobierno federal en la solución del conflicto de Rectoría, ya que al concluir la visita del presidente de Estados Unidos habrán pasado cinco días de la posición de Guillermo Soberón, Octavio Rivero, José Sarukhán, Francisco Barnés y Juan Ramón de la Fuente.
Es indudable que a medida que se eleva el clamor ciudadano para liberar la máxima casa de estudios, evitar bloqueos urbanos y en carreteras, amén del vandalismo, el gobierno podrá justificar los desalojos y detenciones, ya que cualquier método efectivo lleva el riesgo, implícito, de cierta dosis de rudeza. El hartazgo de la gente permitirá uno que otro descalabrado, sin embargo, las ONG´s simpatizantes con los activistas tendrán la lupa en la mano.
¿Cuáles son los decibeles esperados para actuar...? Ya se cumplió con la estridencia, sin embargo, la visita de Barack Obama cambió la estrategia y el gobierno federal no se arriesgará a un mal operativo que le eche gasolina al fuego, que incendie las protestas el 1 de mayo y quite los reflectores a la visita del presidente de Estados Unidos a México.
Y aun cuando el disgusto temporal de Gustavo Madero y el PAN por el espaldarazo de Peña Nieto a Rosario Robles, y la manga ancha de Javier Duarte en el proceso electoral de Veracruz, están en las antípodas de las protestas, sí abonan a la crisis política del gobierno federal, y ocupan espacio en la agenda de Miguel Ángel Osorio Chong, sobre todo por la indefinición del Consejo Político del PAN al condicionar el retorno al Pacto por México al castigo de los responsables de las redes electorales exhibidas en los audios y el video que presentaron como prueba.
La visita del presidente norteamericano es un parteaguas en la toma de decisiones; la prueba está en los dichos de Manuel Mondragón: “Nadie nos ha pedido intervenir”. ¿Sí, pero después de Barack Obama cuánto se va a prolongar la espera...?

Fuente: Impacto