Juan Carlos Miranda | Periódico La Jornada | Lunes 25 de febrero de 2013, p. 27
Las cifras de desocupación y precarización laboral reportadas en enero confirman que la desaceleración económica ha comenzado a afectar a las familias mexicanas, quienes han visto disminuidas sus posibilidades de encontrar empleo, sostiene un análisis del Tecnológico de Monterrey (Tec).
Destaca que tanto las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como las del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan un aumento en la desocupación y en la contratación eventual, caracterizada por ser la más volátil y que fácilmente se pierde ante un retroceso económico.
El estudio, elaborado por el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) indica que el aumento del desempleo de 4.9 a 5.4 entre enero de 2012 y el mes pasado “no es atribuible a efectos estacionales”, ya que la tasa también fue más grande que la de diciembre pasado.
Detalla que en los primeros dos meses del sexenio el registro de trabajadores asegurados en el IMSS ha disminuido en más de 188 mil. Si bien, explicó, puede argumentarse que ello es atribuible al retroceso que por lo habitual ocurre en diciembre ante la pérdida de los empleos eventuales, también señaló que durante enero la recuperación fue más débil que la contabilizada durante 2012 (44 mil contra 77 mil).
Indicó que de acuerdo con las cifras del IMSS sólo 11 mil empleos de los que se generaron fueron permanentes, es decir, en los cuales los trabajadores tienen mayor estabilidad laboral.
Además mencionó que de los 232 mil empleos perdidos durante diciembre, 117 mil estuvieron ligados al empleo permanente.
A partir de ello se puede inferir que en los dos meses previos la mayor afectación laboral se ha dado en la contratación en el sector formal. El efecto sobre el mercado interno se verá en mayor volatilidad laboral, que inhibe la compra de bienes durables.
“Aún desconocemos la magnitud de la desaceleración, sin embargo, es evidente que la misma se generaliza hacia sectores interrelacionados con el mercado interno y la producción. La caída de las ventas al menudeo y mayoreo que se reportó para diciembre así lo indica”.
En contraste, el sector privado aseguró que hasta el momento no hay elementos para confirmar que se pueda presentar otro episodio de desaceleración de la actividad productiva, lo que pondría en riesgo la creación de empleos y la mejora del bienestar.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) indicó que pese a los resultados negativos en las principales variables económicas de México al cierre de 2012, “no se puede atribuir a un solo dato un claro cambio de tendencia, y se observa que el entorno mundial comienza a dar señales de mejora"
Fuente: La Jornada
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