viernes, 11 de enero de 2013

En 2 años, un millón 300 mil mexicanos cayeron en pobreza extrema: Sedesol

Las personas en esta condición pasaron de 11.7 millones en 2010 a 13 millones en 2012
Cepal: en la sociedad mexicana 48% de la población es pobre y 32% carenciada, según Coneval
Susana González, JC Miranda e Israel Rodríguez | Periódico La Jornada | Viernes 11 enero 2013
En los dos últimos años, un millón 300 mil mexicanos se sumaron a la población en pobreza extrema, pese a los recursos públicos invertidos a través de diversos programas sociales, reveló Javier Guerrero García, subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Al participar en el Foro México 2013, el funcionario expuso ante representantes de organismos internacionales que durante el sexenio pasado pese a las inversiones para combatir la pobreza, seguimos con cifras muy establecidas e inerciadas en pobreza extrema, ya que los mexicanos en esta condición subieron de 11.7 millones en 2010 a 13 millones en 2012, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo).

En el mismo panel de discusión sobre política social, prosperidad y equidad social en el país, Pablo Yanes, jefe de la unidad de desarrollo social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), aseveró que “no hay una tendencia clara, sostenida y acelerada en la disminución de la pobreza y la desigualdad (en México).

Incluso experiencias que tienen bondades y éxitos importantes, como los programas de transferencias monetarias condicionadas, es muy clara la evidencia de que el impacto mayor está en la reducción de la intensidad de la pobreza que de la incidencia de la pobreza, es decir, igualan más a los pobres entre sí que al conjunto de la sociedad, como debe ser el objetivo de la política social.

La mexicana, sentenció, es una sociedad de 80-20 ya que las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indican que 48 por ciento de la población es pobre y 32 por ciento es vulnerable o carenciada, en tanto que no puede cubrir alguno de los satisfactores sociales básicos. Así que en realidad la población no pobre o no carenciada es cercana al 20 por ciento. Esa es la magnitud del problema y por lo tanto esa debe ser la magnitud de las políticas, indicó el especialista.

El subsecretario Javier Guerrero refirió que existen 273 programas federales y cerca de 2 mil 391 programas estatales y municipales de desarrollo social, por lo que informó que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto busca concentrar en un solo fondo los programas de transferencias monetarias y asistencia social, como Oportunidades y becas, entre otros, para establecer el monto que se recibe por familia para evitar duplicidades, exclusiones y abatir índices de pobreza extrema, así como establecer un acuerdo macro para alinear recursos y criterios muy puntuales de focalización a nivel territorial.

También pretende concentrar todos los programas sociales de combate a la pobreza en una sola dependencia y crear el Consejo Nacional de Inclusión Social y Bienestar, encabezado por organizaciones sociales y gobiernos, y vincular las estrategias de política social con acciones productivas.

En su turno, el representante de la Cepal, Pablo Yanes, puntualizó que la política social no puede reducirse a combatir la pobreza sino también debe incluir como variables cruciales del bienestar social la política laboral, salarial y fiscal, además de inclusión social y ampliación de autonomía y libertad de las personas.

La estructura productiva, indicó, genera mucha desigualdad social y aunque se dice que el empleo es la llave para salir de la pobreza “la mayoría de los pobres trabajan, así que no es un problema de desempleo sino de la baja calidad de los empleos.

A todos nos queda claro que México no es pobre, pero es un país con muchos pobres. Que tiene una economía relevante en la escena internacional y con una riqueza de recursos naturales y humanos muy importante, pero hay una brecha de bienestar entre la magnitud de la economía y el grado real de satisfactores sociales de la población. No es una tarea impensable que México logre niveles de bienestar para su población, pero tiene que ver con decisiones profundas en estructuras productivas y arreglos distributivos, ahí esta el dilema para cerrar la brecha, comentó Yanes.