martes, 6 de noviembre de 2012

ONG: la reforma laboral de Calderón agudizará feminización de la pobreza

En un sexenio, 100 mil jefas de familia despedidas en Guanajuato
Carlos García | Corresponsal  |Periódico La Jornada | Martes 6 de noviembre de 2012, p. 35
León, Gto., 5 de noviembre. La reforma laboral que analizan los diputados federales agudizará la feminización de la pobreza en México y particularmente en Guanajuato, estado donde en los seis años recientes (la administración del ex gobernador panista Juan Manuel Oliva) 100 mil madres jefas de familia perdieron sus empleos formales, aseguró la representante del Grupo Unido de Madres Solteras (Gumsac), Norma Nolasco.

De acuerdo con la activista, ante la falta de oportunidades educativas y laborales, 10 mil mujeres guanajuatenses venden frituras y dulces fuera de sus hogares o en lugares cercanos. “Nuestros diputados difícilmente van a mejorar la situación actual de las mujeres. Tienen que hacer leyes adecuadas para nosotras”, afirmó.

Nolasco indicó que las mujeres perciben salarios inferiores a los varones, aun si realizan las mismas tareas, y con el pago por hora, los periodos de prueba y los medios turnos sus ingresos serán todavía más bajos.

La representante del Gumsac consideró que la falta de políticas públicas con perspectiva de género, la falta de acceso a la educación y a trabajos bien remunerados, aunados a la violencia financiera, mantienen a las mujeres en una situación poco alentadora en Guanajuato.

“La pobreza tiene rostro de mujer. Las mujeres tienen que vender frituras, ropa, comida... La economía informal está llena de mujeres”, acotó.

De acuerdo con Nolasco, 80 por ciento del salario que perciben las jefas de familia es para cubrir los gastos del hogar y de sus hijos, y si pueden destinan 20 por ciento para artículos personales.

Nolasco aseguró que la marginación de las mujeres del desarrollo en las ciudades del corredor industrial de Guanajuato acentuó la pobreza de este sector en las zonas suburbanas y rurales en el norte y el sur del estado.

Fuente: La Jornada