miércoles, 2 de mayo de 2012

Inoperante, el programa de Calderón para la sustitución de refrigeradores

No cumplió la expectativa de reducir consumo de electricidad: estudio
No hubo una campaña eficaz de relevo de estos aparatos o se cambiaron por otros menos eficientes
Angélica Enciso | Periódico La Jornada | Miércoles 2 de mayo de 2012, p. 41
El programa de sustitución de refrigeradores viejos por nuevos, que puso en marcha el presidente Felipe Calderón en 2009, apenas reduce en 7 por ciento las emisiones de gases que provoca el cambio climático, lo cual es menor a lo que se había estimado.
Esto tiene que ver con que no hubo una campaña eficaz de relevo de estos aparatos o que se cambiaron por otros menos eficientes, señala un análisis de Odón de Buen, secretario técnico de la Red por la Transición Energética.

El especialista citó un estudio de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California en Berkeley, que publicó una evaluación del programa Cambia tu viejo por uno nuevo, establecda por la Secretaría de Energía en 2009 y que opera con recursos del Fondo para la Transición Energética.

En cuanto al cambio de equipos de aire acondicionado, los resultados señalan que en lugar de reducción hubo aumento en el consumo de electricidad, “en una magnitud que varía sustancialmente a través de los meses, con cerca de cero cambios durante el invierno y aumentos promedio de poco más de 20 kilovatios por mes en el verano”.

Agregó que los autores reportaron que el no cumplimiento de las expectativas se explica porque algunos de los refrigeradores y acondicionadores de aire que se remplazaron no trabajaban o no funcionaban bien en el momento de la sustitución, lo cual puede ser un reflejo de que el programa no tuvo el nivel de control que debió tener al establecerse. También pudo influir que en algunos casos se adquirieran electrodomésticos de mayor tamaño o capacidad que los que se tenían antes, y que el programa no hubiera sido eficaz en recolectar los aparatos más viejos.

Es posible que aun cuando se haya cumplido bien el requisito de recoger el equipo viejo al entregar el nuevo, parte de los pobres resultados sean producto de que requisitos clave para el ahorro de energía en la operación del programa no se hayan cumplido, “por poca o nula supervisión respecto del inevitable interés de los diseñadores del programa de maximizar el número de equipos apoyados y el de los vendedores en las tiendas participantes en que se compren los equipos más caros”.

El programa en el país no lo impulsaron las agencias especializadas en ahorro de energía de México, sino fue la propia Secretaría de Energía, a través de la subsecretaría de Electricidad, sin capacidad operativa ni experiencia previa y a la cual se le asignaron 150 millones de pesos en 2008, la que lo puso en marcha.

“Los resultados del estudio nos llevan a preocupación sobre el manejo de los recursos del Fondo para la Transición Energética en los proyectos de eficiencia energética, esto en la medida de que estén siendo usados sin aplicar las mejores prácticas internacionales en su diseño e implantación y no maximizan su beneficio para el país y para el planeta”, agregó.

Por lo mismo, consideró que se deben conocer más evaluaciones que aclaren las dudas sobre los aspectos operativos del programa y permitan deslindar qué tanto se sobredimensionó el potencial de ahorro por no considerar el comportamiento de los usuarios, o qué se hizo mal en el diseño y operación del programa para que no se hayan cumplido esas expectativas.