sábado, 7 de abril de 2012

Jiutepec: Crónicas de lo que no se vio en el mitin con AMLO

El SME estuvo presente. Hicieron valla. Gritaron. Impusieron su querida presencia mediante esa aguerrida forma de decir: ¡aquí estamos!
Y es una manera de decir: véanos, no nos han doblegado, no nos van a eliminar del mapa, tenemos razones puras, tenemos porque luchar, tenemos las manos duras, tenemos con qué ganar
José Martínez Cruz  | La Jornada Morelos
Lo vi abajo del templete. Tenía entre sus manos la foto de su hijo muerto. Gritaba y manoteaba para desahogar su dolor y su rabia. Todo el mítin peleó con quienes estaban a su lado. Al finalizar su discurso López Obrador se acercó a él y recibió de sus manos la pancarta que destilaba sufrimiento. Le firmó la pancarta y le dijo que se comprometía con la justicia para su hijo. López, Nico, el canta-autor incómodo, padre de Valentín de 17 años, muerto en la populosa colonia Antonio Barona, dejó escapar unas lágrimas y, en esta ocasión, no pudo cantar un corrido. Ya habrá otro mitin donde cante, me dijo en medio de la narración de cómo asesinaron a su único hijo, cuando viajábamos en la ruta 17 hacia Cuernavaca de vuelta del mitin de inicio de campaña presidencial de López Obrador en Jiutepec.

Ex obreros

Ahí están. Son cientos. Los conocí cuando eran obreros en las fábricas de Textiles Morelos, Nobilis Lees, IACSA, Confección, Rivetes, Nissan, en la zona industrial del Valle de Cuernavaca. Obreras muchas de ellas. Hacen valla para que entre López Obrador al zócalo de Jiutepec. Rostros cansados, añejos, con las canas que a mi no se me notan por la ausencia de pelo. La mayoría ahora jubilados y sin pensión por no cubrir las cuotas al IMSS. Forjaron una época de lucha en los años 70 y 80 en el municipio más clasista y obrero de Morelos al final del siglo pasado. Son los que levantan el puño izquierdo al gritar consignas mientras otros lo hacen con la mano abierta. Y llaman la atención en medio de un multicolor mitin, y se niegan a aplaudir cuando mencionan a candidatos que jamás han asumido un compromiso con  la lucha de los trabajadores. Aplauden, eso sí, cuando López Obrador se compromete a la creación de 7 millones de empleos. Saben que ellos ya trabajaron, y no quieren que sus hijos sigan en el desempleo. Saben trabajar.

Ruta 17

Es un mar de gente la que vino al mitin político. No todos se regresan a sus colonias y pueblos en camiones contratados. Van por su propio pie. Pagan su ruta, negociando el precio, pagando la mitad, cuando pueden. Pagué 7 pesos de Jiutepec a Cuernavaca. Transporte gratuito para ancianos, ya casi lo logramos, dicen quienes cuando viajan al DF entran sin pagar en el metro. No pasa lo mismo en Morelos. En multitud, si se puede, 3 pesos, negociando. Y el mejor balance del mitin no será mañana en los medios, será en los comentarios de la gente de la Ruta 17: 5730 votos para AMLO en mi colonia, cero para Graco, me dice sonriendo ampliamente, sin importar que le falte un diente.

Manos duras

El SME estuvo presente. Hicieron valla. Gritaron. Impusieron su querida presencia mediante esa aguerrida forma de decir: aquí estamos! Y es una manera de decir: véanos, no nos han doblegado, no nos van a eliminar del mapa, tenemos razones puras, tenemos porque luchar, tenemos las manos duras, tenemos con qué ganar: ¡Unámonos como hermanos, que nadie nos vencerá, si quieren esclavizarnos, jamás lo podrán lograr! (con música y letra de Quilapayún).