Sorprende el fuego a transeúntes en Plaza de la República; 198 incidentes de este tipo en el año
Miércoles 16 de noviembre de 2011 | Fernando Martínez y Silvia Otero | El Universal
Increíblemente salió ileso y sólo fue atendido por una crisis nerviosa.
“Es un milagro que esté aquí, pensé que me quemaba”, dijo asombrado Efrén Pascual, el bolero de 47 años, quien estuvo en un grave peligro por la explosión de una mufa en la esquina de Paseo de la Reforma y Plaza de la República, colonia Tabacalera, cerca del Monumento a la Revolución.
En la camilla de la ambulancia 50050 del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), mientras atendían a otras dos personas también por crisis nerviosas, se tocaba el cuerpo en busca de alguna lesión, no daba crédito a que sólo la ropa y la piel se le mancharan de tizne y aceite, pues estaba a escasos cinco metros cuando el registro eléctrico explotó formando una columna de fuego de más de 25 metros de altura.
Pasó el susto de su vida, con la explosión de un rack (bastidor destinado a alojar equipamiento electrónico), de 23 voltios, a causa de un corto circuito, según explicó el secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Elías Moreno Brizuela.
El fuego alcanzó más de 25 metros de altura, dejando una marca de humo en la fachada del hotel Meliá.
Las tapas de un registro de nueve metros cuadrados volaron y la onda expansiva cimbró a los edificios de varios metros a la redonda.
Leticia González Landeros, de 50 años de edad, no corrió con tanta suerte pues resultó con un fuerte golpe en el tobillo izquierdo que le impidió caminar y tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital.
La trabajadora del ISSSTE estaba sentada en una de las bancas de piedra colocada en la entrada del Meliá.
“Escuché el fuerte ruido y el fuego me aventó”, pese a esta situación no sufrió quemaduras y aparentemente se refería a la onda expansiva a causa del fuerte estallido.
No hubo pérdidas humanas, sólo dos lesionados y tres personas atendidas por nervios, el bolero, Jorge Méndez, de 43 años de edad, y Celia Amalia Rojas, de 61.
Los paramédicos atendieron en el lugar a Itzel Pérez Méndez, de 37 años, con quemaduras de primer grado en los antebrazos.
Fue el personal del hotel que trató de sofocar el fuego con extintores; más tarde, la policía acordonó la zona y los bomberos terminaron por controlar la conflagración y cubrieron con tierra el aceite que salía del lugar.
Opinó que será esta dependencia la que debe de explicar qué es lo que está pasando con el cableado eléctrico subterráneo de la ciudad de México.