Lilia Arellano | Revista EMET | Miercoles 26 de Octubre 2011
Luego de que la Cámara de Diputados aprobara en lo general la denominada Reforma Política, que fortalece el poder presidencial y en la cual se desechó la figura de revocación de mandato, Felipe Calderón reiteró frente a inversionistas de distintos países del mundo, reunidos en la Novena Cumbre de Negocios “Prioridades para una Nueva Era”.
Su intención de trabajar para que el Congreso de la Unión apruebe las reformas estructurales que le quedan pendientes en materia Laboral, Energética, la de Asociaciones Público Privadas, la de Propiedad Rural, y la de Telecomunicaciones, que engloban su proyecto neoliberal, el cual inició en el país desde la administración de Miguel de la Madrid.
Su intención de trabajar para que el Congreso de la Unión apruebe las reformas estructurales que le quedan pendientes en materia Laboral, Energética, la de Asociaciones Público Privadas, la de Propiedad Rural, y la de Telecomunicaciones, que engloban su proyecto neoliberal, el cual inició en el país desde la administración de Miguel de la Madrid.
Durante la reunión que se realizó en la ciudad de Querétaro, el inquilino de Los Pinos acusó que hay una mayoría de políticos que en los hechos se oponen a aprobar las reformas “que necesita el país”, a pesar de que en el discurso se digan dispuestos a hacerlo. Sostuvo que al parecer hay un problema mexicanísimo en la política, que es el Son de la Negra: “a todos diles que sí pero no les digas cuando, así me dijiste a mí”.
Calderón llamó al Congreso para que en la última parte de su gobierno discutan y aprueben dichas reformas.
Por otro lado, Enrique Peña Nieto, aspirante presidencial del PRI, evidenció una vez más las coincidencias que sostiene con la actual administración federal tras señalar que la reforma política debe verse como un mecanismo para modernizar nuestras instituciones y al mismo tiempo darles mayor eficiencia en sus resultados y no considerarla como un simple objetivo. Destacó que se logró un amplio consenso con todas las fuerzas políticas en todos los temas que se habían acordado.