Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto | Sábado 02 de julio de 2011
Experta en el manual de la autoprotección y la supervivencia política, Elba Esther Gordillo armó y ejecutó magistralmente una estrategia que le permitió vacunarse contra un Quinazo en su contra desde el gobierno de Felipe Calderón.
Las declaraciones en las que la maestra se confesó públicamente y expuso, con el endeble argumento de la “transparencia”, su alianza política con Felipe Calderón en 2006, fueron la culminación de una operación política que buscó blindarla ante la tentación de un golpe presidencial en su contra con motivos políticos, ante el rompimiento real del pacto que tuvo con el calderonismo.
Primero, desde su propio círculo salió la versión de que desde Los Pinos se estuviera armando un expediente en su contra para reeditar el Quinazo de Carlos Salinas, ahora contra la lideresa del magisterio, no sólo por su carácter de líder sempiterna del poderoso sindicato magisterial, sino por su fuerza electoral, que podría ser estratégica en la sucesión de 2012 en contra del panismo, tal como lo fue en 2006, pero a favor de Calderón.
Posicionado el tema de la animadversión política desde el gobierno federal en su contra, Elba ofreció una inusual conferencia de prensa donde se sinceró y dio los detalles del pacto político que realizó con el candidato Felipe Calderón en 2006: apoyo electoral a cambio de cargos públicos que le regaló el Presidente, dicho así de crudo, confirmó la vox populi sobre la alianza que el Presidente hizo con ella.
¿Qué logró con todo esto la maestra Gordillo? Una jugada política de tres bandas: 1. Decirle al Presidente “hasta aquí llegamos”, 2. Si hay alguna acción en mi contra, es por mis declaraciones y eso sería “venganza, no justicia” y 3. Elba y su probada fuerza electoral se declara al mejor postor para 2012, aunque ya se sabe que su alianza y su apuesta para la sucesión presidencial están con Enrique Peña Nieto.
La jugada fue tan bien planeada y ejecutada, que hasta tuvo un cuarto efecto: el mensaje y las denuncias contra su antiguo consentido, Miguel Ángel Yunes, llevaban también un claro propósito: deslindarse totalmente porque la maestra sabe que sí hubo malos manejos en el ISSSTE, pero también desacreditar desde ahora a Yunes porque el veracruzano sería un testigo y una pieza clave en una investigación o en un operativo federal en su contra.
“La maestra dio clases de política”, dijeron los titulares de algunos diarios tras sus revelaciones. Corrección: “La maestra dio clases de cómo se sobrevive sexenio tras sexenio en la política”.
GIL INTENTA GOLPE A MADERO
Un extraño movimiento de Roberto Gil prendió esta semana los focos rojos en la dirigencia nacional del PAN. No se sabe si con línea del Presidente o si actuó motu propio, pero el secretario particular de Calderón intentó esta semana una especie de golpe técnico contra el líder del PAN, Gustavo Madero, al meterse a operar la sucesión presidencial en el partido blanqiazul.
Resulta que el miércoles, la operadora política de Roberto Gil, Adriana Dávila, convocó a una reunión a los siete precandidatos presidenciales del PAN. El motivo: supuestamente firmar “un pacto interno de juego limpio, unidad, debate de altura, etc.” Lo extraño fue que cuando algunos de los candidatos preguntaron, resultó que Gustavo Madero ni estaba convocado al encuentro, ni tenía conocimiento de tal convocatoria.
Para colmo, la reunión se convocaba en Los Pinos y sin darle aviso al CEN del PAN, con lo que se confirma la total incomunicación y distanciamiento político entre la casa presidencial y la dirigencia de su partido. Cuando algunos de los precandidatos comenzaron a cuestionar si el encuentro no estaba vulnerando al partido, Gil y Dávila intentaron corregir y cambiaron la sede al hotel Camino Real donde finalmente se llevó a cabo, pero sin éxito.
Los precandidatos fuertes, Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero, desairaron la reunión por considerar que violentaba a la dirigencia del partido y cerraron filas con Madero. También bajaron, al cuestionar si era algo aprobado por el CEN y por el Presidente, los operadores de Alonso Lujambio y de Emilio González, y al final sólo acudieron a la reunión con Dávila los representantes de la chiquillada, Javier Lozano y Heriberto Félix.
Aunque la intentona se desactivó, al final entre los precandidatos del PAN quedó la percepción de que Roberto Gil se quería meter a operar el 2012 al margen del partido. “El PAN tiene sus instancias como la Presidencia, la Secretaría General, la de Elecciones, y a ellas les corresponde operar todo con respecto al proceso interno, sin que eso signifique divorcio con Los Pinos, pero sí se debe marcar claramente que, por muy secretario del Presidente, no puede operar a espaldas del partido”, dijo uno de los precandidatos panistas.
NOTAS INDISCRETAS… Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación inician el lunes una discusión trascendental: el análisis del caso “Radilla”. La Corte no sólo definirá criterios que pueden sentar precedente sobre la constitucionalidad de algunas leyes en relación con los tratados internacionales, sino que además discutirá sobre el polémico “fuero militar”, un tema que impacta sensiblemente a las Fuerzas Armadas mexicanas, sobre todo en el actual contexto de la cuestionada participación militar en la guerra contra el crimen organizado. La ponente de caso es la ministra Margarita Luna, y otro asunto toral del caso de José Rosendo Radilla, desaparecido político de Guerrero en 1974 en un retén militar, es la obligatoriedad de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para el Estado mexicano… A propósito de los aspirantes panistas, mientras Cordero y Lozano se lanzaron mensajes de amor esta semana, a Creel se le vio más que activo. El jueves comió en un hotel de Polanco con tres ex gobernadores panistas: Fernando Canales, Ignacio Loyola y Felipe González, y ese mismo día se reunió con Juan Carlos Romero Hicks en busca de apoyos a su candidatura. ¿Será que Creel opera mucho más que los precandidatos de Calderón?... Escalera para cerrar semana. Dados al cajón.