Declaran que para la dirigente sindical el magisterio sólo es un botín político
Su objetivo real, exponer su fuerza para negociar con el sustituto de Calderón, afirman
Fernando Camacho Servín | Periódico La Jornada | Sábado 2 de julio de 2011, p. 15
El pacto suscrito en 2006 por Elba Esther Gordillo y el entonces candidato a la Presidencia, Felipe Calderón Hinojosa, para intercambiar favores a cambio de puestos públicos, revela no sólo una profunda corrupción del sistema, también es evidente que para la dirigente sindical el magisterio sólo vale como botín político, aseguraron expertos del sector educativo.
Destacaron que los acuerdos "bajo la mesa son ilegítimos porque se hacen a espaldas de la sociedad y, en este caso, se permitió a Gordillo Morales etiquetar a más de un millón 200 mil educadores en favor del mejor postor".
Teresa Farfán y Sergio Martínez Romo, expertos en el sistema educativo nacional de la Universidad Autónoma Metropolitana, señalaron que los pactos políticos-electorales de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), "dejan de lado cualquier interés por la calidad educativa y envían un claro mensaje de que para la cúpula gremial la educación se traduce sólo como el número de votantes que logran acarrear".
Luego de que Gordillo Morales reconoció que pactó "acuerdos políticos" con el entonces candidato panista a la Presidencia, a cambio de impulsar a cercanos colaboradores gordillistas en puestos de la administración pública, como la dirección Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, la Lotería Nacional, y en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, indican que "sólo se mantiene la duda de qué dio a cambio el SNTE para que la administración de Calderón entregará no sólo estos cargos, sino la subsecretaria de Educación Básica que quedó en manos de su yerno, Fernando González Sánchez".
Por separado, Lucía Rivera, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, agregó que la lideresa magisterial "lanzó el anzuelo de las alianzas para ver quién está dispuesto a darle más, con miras al próximo gobierno. Esto a fin de mantener y ampliar su poder en los distintos niveles gubernamentales" y en el sistema educativo.
Afirmó que cuando Gordillo Morales habla de que a la Secretaría de Educación Pública le corresponde administrar la educación, "es un descaro notorio", cuando todo mundo sabe que el SNTE tiene cooptados los puestos en el sector.
Farfán destacó que al hacer público su pacto con Calderón, "subraya que su interés no es la educación, sino hacer política y de la mano de quien gane, sin importar posiciones ideológicas".
Gordillo destapó una "cloaca" en la que los docentes son sólo una "pieza de cambio, y es preocupante que el sistema educativo acabe pagando la factura".
Martínez Romo consideró que las revelaciones son una estrategia para "hacer explícita su fuerza política, y poner sobre la mesa que está abierta a negociar con quien vaya a sustituir a Calderón. Abrió la licitación de su maquinaria político-electoral con un esfuerzo evidente para enviar una imagen de que tras ella se aglutinan fuerzas poderosas".