El 1º de junio se cumplen 105 años de la histórica gesta de Cananea, aquella huelga por lograr la dignidad humana e igualdad con los extranjeros y de la masacre de los rangers yanquis y del Ejército. Ésa ha sido la dualidad histórica del movimiento obrero: luchar por el reconocimiento de sus derechos y resistir la brutal agresión del capital, que destruye para aumentar su irracional lucro.
En 1906, junto con la lucha precursora de la Revolución, en Cananea nacía un nuevo sujeto histórico: la clase obrera convertida en movimiento obrero, como señalaron los Flores Magón en el programa del PLM del mismo año. Todo el siglo XX ha dado cuenta de su protagonismo en la historia, pese a los altibajos de la lucha. El 20 de agosto de 1989, para privatizar el mineral, el gobierno de Salinas usó el Ejército contra los mineros para entregar el patrimonio a los parásitos oligarcas Larrea; siguiendo tan nefasta e ilegal política, Calderón rompió con el Ejército la huelga minera de casi tres años, el 6 de junio de 2010.
No debemos olvidar que el origen de la última huelga de Cananea fue para exigir a los Larrea higiene y seguridad, para evitar accidentes como el de Pasta de Conchos. No olvidemos que las pruebas patronales en el juicio las fabricó el gobierno y que, completo, el juicio fue uno de los más sucios de la historia, que exhibe la degradación y descomposición del sistema de justicia nacional.
Pero los mineros de Cananea y de todo el sindicato han decidido continuar la lucha, en medio de la brutal crisis que destroza la nación. En estos tiempos de excepción tan largos, no pierden su centenaria vocación de lucha; vayamos con ellos hasta lograr el restablecimiento de la justicia humana y social. Llamamos a la ciudadanía que cree e impulsa la dignidad de las personas y de los pueblos a solidarizarnos con los mineros y sus familias, a seguir su ejemplo.
Por la ANAD, Manuel Fuentes, Maricarmen Fernández, O. Alzaga y 31 firmas más