Por lo visto las crisis sindicales detonan la creatividad y la visión empresarial de sus agremiados para crear Pymes. Un ejemplo son las sobrecargos de Mexicana, quienes se pusieron las pilas y no sólo sacaron su calendario sino hasta Playboy fueron a parar. O que tras el desmantelamiento de LyFC salió la Pyme Purificadora y Embotelladora de Agua SME, creada por ocho trabajadores del sindicato que se encuentran en resistencia -no han cobrado su liquidación- para sobrevivir, dicen. Guillermo Hernández, electricista y responsable de la purificadora, me asegura: "Nuestra agua es tan pura como cualquiera que se encuentra en el mercado. Estudios físicos, químicos y bacteriológicos la respaldan, pues utilizamos el proceso de ósmosis inversa, que no es cualquier proceso para purificarla, ya que además la desaliniza". Esta aventura inició hace siete meses y tiene domicilio en Antonio Caso número 45, colonia Tabacalera, donde también está ubicado el SME.
Los precios son: medio litro $3, un litro $4, litro y medio $5 y el garrafón de 19 litros a $12. También venden agua con sabor de jamaica, tamarindo, limón o naranja. Conocí y bebí esta agua el domingo que la marcha de Javier Sicilia caminó de CU al Zócalo. En la esquina de Eje Central y 5 de Mayo había un señor regalando las aguas, y por el calor y el cansancio le pedí una. Grande fue mi sorpresa tras tomármela porque era agua del SME. Días después no sólo hablé para pedir información sino además junto con un compañero de Vértigo, Israel Piña, fuimos a comprar varios litros para mandarlos a analizar. Y los resultados fueron buenos y malos. Aunque el agua pasó las pruebas de laboratorio y tienen la calidad que exige la Cofepris,incumplen con la norma nacional de etiquetado de alimentos y bebidas embotelladas. Además, no están registrados en Cofepris, y al parecer tampoco en el SAT, ya que no expiden factura ni cuentan con RFC, por lo que seguramente no pagan impuestos.