jueves, 19 de mayo de 2011

La OCDE y Banxico debaten: Gasolinas, ¿subsidiarlas o no?

Para el organismo, este beneficio drena recursos del presupuesto, debe eliminarse; el banco central dice que así se contiene la inflación
Fernando Franco
2011-05-19
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de mayo.- El subsidio al precio de los energéticos que el gobierno federal otorga a la población nacional es un factor que juega a favor en la lucha por mantener la inflación bajo control en el país, reconocieron el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), al frente de José Ángel Gurría, recomendó a las autoridades eliminar la subvención que brinda a los combustibles.

Al presentar el Estudio Económico de México 2011, Nicola Brandt, economista senior del organismo en el país, expuso que el subsidio drena recursos del presupuesto, por lo que gradualmente se tienen que abolir.

La OCDE estimó que México gastó el equivalente a 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en promedio anual en subsidios a la gasolina, gas LP, diesel y electricidad, de 2005 a 2009.

Para este año, la subvención a gasolinas y tarifas eléctricas está programado en 230 mil millones de pesos.

En 2010, la ayuda asistencial a la gasolina generó un hoyo en las finanzas públicas superior a 77 mil millones de pesos.

Dicho monto es mayor al asignado a la Secretaría de Salud para el seguro popular en 2011 (57 mil millones de pesos) y es aproximadamente dos veces el destinado a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades (35 mil millones de pesos).

Para 2011, se estima que podría ser de hasta 100 mil millones de pesos, cuando en el paquete económico se estipuló un monto por cerca de 35 mil millones de pesos.

Sin embargo, el gobernador del instituto central, Agustín Carstens, reconoció que el subsidio al combustóleo ayuda a mantener la inflación bajo control, principalmente por el lado no subyacente (servicios que ellos ofrecen como la electricidad).

Sin embargo, destacó que, en parte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) no converge por completo a niveles de tres por ciento, debido al regazo en los ajustes del costo de la gasolina

“Sin duda nos ha ayudado a que no sea un factor que incida sobre la inflación no subyacente, pero también es importante reconocer, como lo ha hecho la Secretaría de Hacienda, que se ha logrado a costa de gastos fiscales crecientes”, comentó.

En las últimas reuniones que sostuvo la Junta de Gobierno de Banxico, se cuestionó la eficiencia de la política gubernamental que aísla el precio de los bienes y servicios internos del costo real de los energéticos fuera del país.

Un integrante del comité comentó que si bien dicha política debe ser evaluada en cuanto al costo fiscal para el gobierno, es un hecho que, ante circunstancias como las actuales, tiene un efecto favorable.

El secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, dijo que el subsidio al precio de la gasolina es uno de los “más injustos” que existen en el sistema económico nacional, debido a que genera un beneficio desigual entre los sectores de la población.

El responsable de la política fiscal, aseguró que la subvención es una de las más “regresivas” que se aplican, dado que favorece en mayor medida a los habitantes con mayores ingresos y en menor proporción a los que menos tienen.

Según cifras de la dependencia, sólo 30 por ciento de la población que gana más concentra 53.2 por ciento del subsidio que el gobierno federal otorga, mientras que los tres deciles con menores recursos sólo emplean 10.9 por ciento de la prestación pública asistencial.

El titular de la Unidad Económica de la dependencia, Miguel Messmacher, aceptó que la política de deslizamiento sobre el costo del combustible que la Secretaría de Hacienda aplica desde hace 20 años, contribuye a mantener estable el nivel de precios. “Sí tiene una contribución que hace tu tasa de inflación más previsible y estable”.

Sin embargo, Cordero sostuvo que el subsidio, y el que en la nación las gasolinas sean “artificialmente” más económicas, lo pagan todos con sus impuestos, cuando esos recursos deberían aplicarse para necesidades más apremiantes que tiene el país.